Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | Concluye con éxito espectáculo de teatro urbano

Marionetas gigantes se ''roban'' el cariño de la gente

Miles de personas acudieron al Centro de la ciudad para despedir a los personajes que durante cinco días acapararon la atención

Por: EL INFORMADOR

La pequeña Gigante y su tío el Campesino realizaron ayer el último recorrido por las calles del Centro tapatío. A. GARCÍA  /

La pequeña Gigante y su tío el Campesino realizaron ayer el último recorrido por las calles del Centro tapatío. A. GARCÍA /

CRÓNICA: Una historia entre millones

GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2010).-
El espectáculo francés de marionetas gigantes, que la empresa Royal de Luxe trajo a Guadalajara como parte de los festejos por los 100 años de la Revolución Mexicana, fue un éxito absoluto. Tres millones 500 mil personas abarrotaron las calles céntricas de la Perla Tapatía durante los cinco días que duró el evento, aunque fue ayer cuando la mayor cantidad de gente se presentó en el primer cuadro de la ciudad para atestiguar el andar de los colosos por la Avenida Alcalde.

Horas antes de que “despertaran” las marionetas gigantes, la gente ya acudía presurosa a verlos interactuar; como los días previos, la afectación en las vías de circulación a consecuencia de los cortes en arterias importantes fue constante, aunque ésta se presentó en mayor intensidad, dado que se trataba de un día inhábil.

Sin retrasos, la alarma musical que indicaba el inicio de actividades para la pequeña Gigante, el Campesino y su mascota, el perro “Xolo”, sonó a la hora prometida. Acto seguido, las marionetas comenzaron a desplazarse sobre la Avenida Alcalde con rumbo al Sur, mientras cada una de ellas interactuaba con el público a su manera.

Por mucho, quien robó las miradas de los  asistentes fue el simpático cuadrúpedo, cuyo instinto animal le permitió mostrarse plenamente a los asistentes, pues lo mismo dejaba que las palmas del público le acariciaran el rostro, que los ojos de los espectadores lo miraran levantar su pata trasera y usar la calle como excusado. En un momento de su regreso, el canino dejó montarse a una niña, a quien cargó en su lomo por varias cuadras.

La pequeña, por su lado, caminó a pie un largo trecho de la avenida, lapso durante el cual también hizo uso del baño, tomó agua e, incluso, se colocó un casco de seguridad para montar un enorme patín del diablo hasta la intersección de 16 de Septiembre con la calle Prisciliano Sánchez, donde el sueño la venció y decidió tomar una siesta.

Por su parte, el Campesino de 10 metros les siguió por detrás, brincó fácilmente el puente peatonal de La Normal, bebió agua y, a diferencia de su sobrina, siguió de largo sobre la arteria unas cuantas cuadras más, para después regresar a sentarse sobre una improvisada silla azul en el carril central de 16 de Septiembre, justo en el centro de los templos de San Francisco y Aranzazú, y en medio de sus compañeros de andanzas.

Al filo de las 15:30 horas, la siesta que tomaron terminó, pues varias cuadrillas de revolucionarios y adelitas se sumaron a la fiesta, y durante su regreso a la explanada de La Normal, los gritos por el festejo de los 100 años de la Revolución Mexicana fueron  la constante.

El perro “Xolo” se dio su tiempo para correr y regresar entre los caudillos armados, algunos incluso le acariciaron cuando se acercaba a ellos. Finalmente, su regreso al sitio donde ayer mismo despertaron ocurrió a las 17:30 horas; media hora más tarde, las colosales marionetas fueron ingresadas a sus respectivos contenedores, pese a los sentimientos encontrados de una audiencia encariñada, sobre todo, con el simpático canino xoloscuintle, que entró a un recipiente humeante donde, seguro, habrá de ser congelado nuevamente.

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