Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | Misiva por Guillemro Dellamary

Ludopatías

Muchos padres de familia ya no saben qué hacer con el tema de los videojuegos y sólo alcanzan a tener la brillante idea de limitar su uso

Por: EL INFORMADOR

Ahora sí que las nuevas generaciones dedican muchas horas al día a jugar con todo tipo de alternativas tecnológicas, sea con un PSP, un Wii o un simple celular.

La era del progreso ha traído también su factura con una adicción a las pantallas y a todo tipo de diversiones virtuales. El mundo ha cambiado y ahora tendremos que afrontar semejante vicio, para algunos especialistas, uno de los más poderosos y arraigados en la mente humana.

Muchos padres de familia ya no saben qué hacer con el tema de los videojuegos y sólo alcanzan a tener la brillante idea de limitar su uso. Otros, de plano, lo expropian por algún tiempo o hasta que no se cumplan los compromisos escolares.

El problema no es fácil de resolver, pues existe también la suficiente bibliografía para no alarmarse y condenar el mundo virtual, como una espantosa adicción que estropea la mente de los menores. Es cierto que también hay información de que sí es dañina y hasta provoca conductas extrañas y violentas.

Pero nada es tan grave mientras los viciosos no salgan a la calle con conductas patológicas y destructivas para sí mismos o los demás. Ahora, el problema se ha complicado mucho más allá de lo imaginado. Pues los centros de entretenimiento y diversión para adultos, conocidos como casinos o lugares de apuestas, lotería y maquinitas, están creando una euforia muy especial, entre las mujeres, particularmente las madres de familia, que han criticado a sus hijos por ser videojugadores.

Mientras que las drogas afectan a la mente y la conciencia, los adictos al juego afectan a todo su entorno. Unos no hacen caso y se sumergen en un mundo ajeno al de los demás y otros hasta ponen en juego el patrimonio de la familia.

Si las que deben de poner el ejemplo ahora dejan a sus hijos en la escuela para irse con sus amigas a desayunar en un lugar de estos, para dedicarse a apostar y jugar con alguna divertida propuesta, estamos frente al inicio de un nuevo problema social —quizá más grave que las mismas fármaco dependencias— denominado ludopatías. Es decir, las enfermedades que nacen con el tiempo libre, la ociosidad y la falta de compromiso social y laboral.

En nuestra ciudad proliferan, con mucho éxito, todos estos parajes de ilusiones. Espacios que tienen permiso para vender alimentos, bebidas y cierto tipo de diversión; pero que van mucho más allá, dándose vuelo con todo lo que pueden, ante la vista permisiva y descuidada de nuestras autoridades.

Los padres de familia están muy preocupados por la conducta dependiente a los videojuegos de sus hijos, pues debemos de comenzar a preocuparnos más, porque la verdadera adicción a los juegos llegó a nuestros hogares,  por la puerta de las amas de casa.

Si quienes deben de poner remedio a lo que sus hijos hacen, ahora están también atrapadas en lo mismo ¿Quién podrá cerrar las puertas de la ludopatía, si todos estamos dentro, de una u otra manera?

(dellamar@yahoo.com)

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