Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah Los tahures y las cartas El cálculo de la UdeG es que la Universidad requiere mínimo 50% más de presupuesto para que su nivel de ingreso por alumno quede en la media nacional Por: EL INFORMADOR 2 de septiembre de 2010 - 02:36 hs La pregunta que ronda en el ambiente político es cómo se soluciona el conflicto, no el de este año, sino el de fondo, entre el Gobierno del Estado y la Universidad de Guadalajara. Los universitarios dirían que con lana. El cálculo de la UdeG es que la Universidad requiere mínimo 50% más de presupuesto para que su nivel de ingreso por alumno quede en la media nacional esto, claro, metiendo en la misma canasta a los estudiantes de prepa y a los de universidad. Si son sólo los de universidad, cifra más real, el requerimiento sería de mil 300 millones de pesos más al año, un aumento de 16% mínimo. El Gobierno está convencido de que el problema está en otra parte, que cada vez que se avanza en el tema presupuestal, la Universidad sale con una nueva demanda y que lo que se logra dándole más dinero a la UdeG no es una mejor educación para los jóvenes, sino hacer un trabuco político más grande y más complejo. Dicho en pocas palabras, el Gobierno de Emilio González Márquez está convencido de que darle más dinero a la UdeG es darle más dinero y poder a un grupo. Algo vamos a tener que hacer para resolver este enredo. Lo peor que nos puede pasar es que la Universidad no tenga capacidad para absorber una demanda creciente. Los verdaderos afectados por este conflicto son los miles de jóvenes que no tendrán acceso a educación preparatoria y superior y que quedarán condenados a no estudiar o a ser presas de universidades patito. Los jeques universitarios están convencidos de que la UdeG es, si no la mejor universidad de México, casi. Los empresarios y buena parte de la clase política consideran que la Universidad es una olla de grillos. Los usuarios de la Universidad, que son los que saben, están convencidos de que puede y debe mejorar mucho, pero que es la mejor opción. El grupo de control (el grupo Padilla) presume que desde que tomaron la Universidad en sus manos no han hecho más que mejorarla y que el esquema político que han logrado no solo es legítimo sino lo mejor que le pudo pasar a la UdeG (la modestia no vino a la fiesta). Los resultados ahí están: se acabaron las huelgas, los estudiantes armados, se logró la descentralización, una importante mejora académica y crecimiento. Todo es cierto. Los grupos políticos ajenos al control consideran, no sin razón, que el liderazgo unipersonal de Raúl Padilla se convirtió en un lastre, pues la Universidad se convirtió en un factor de poder que incide en la vida electoral y en las decisiones de políticas públicas del Estado. Hay algo roto entre el Gobierno actual y la Universidad. La posibilidad de que se llegue en este momento a una solución estructural del presupuesto es prácticamente imposible, porque el Gobierno no tiene recursos financieros ni políticos para lograrlo. Lo que sí se puede es llegar a un acuerdo mínimo en función de la ciudad y el Estado. Para ello lo primero es que los tahures se dejen de leer las cartas, o lo que es lo mismo, que no se quieren ver la cara los unos a los otros, y ambos a nosotros. Temas Diego Petersen Farah En tres patadas Lee También Sociales: 21° Torneo Adolf Horn de American Chamber México | Capítulo Guadalajara NFL: Los Ravens dominan a los Chargers Oktoberfest 2024: una tarde de intercambio culturalconvivencia alemana Sociales: Santiago Méndez Díaz, bautizo y cumpleaños en familia Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones