Los chicos Peisi

Si algo distingue a Pepsi son sus excelentes campañas de publicidad. Una de ellas, entre 1984 y 1991, The taste of a new generation (el sabor de la nueva generación)  hizo época, pues marcó una forma de diferenciación entre la vieja guardia y los jóvenes. Más allá de resultados, que desconozco, no hay nadie entre los 30 y los 45 años que no se acuerde de esos anuncios, con Michael Jackson o con Michael J. Fox (el de la zaga de Volver al Futuro).

Revisando los cambios en el gabinete de Aristóteles Sandoval es imposible no pensar en el sabor de la nueva generación y en Volver al Futuro. Los cinco personajes que el alcalde tapatío incluyó en su gabinete comparten algunas características: ninguno se cuece al primer hervor, no se va con la finta, ni batean la ensalivada. Son cinco viejos lobos de mar que, se supone, no caerán en las novatadas de sus antecesores. Si algo tienen en común estos viejos políticos, Juan José Bañuelos Gurdado, Marcela Gómez Reyes, Francisco Morales Aceves, Armando Duarte y Daviel Trujillo, es que todos tuvieron su época de gloria en los ochenta y principios de los noventa, pero sobre todo que no llegan a hacer carrera, es decir no se pasarán el día grillando para obtener un puesto político o meter cuates a la nómina que les ayuden a crecer políticamente.

Con estos cambios queda claro que el alcalde se está cubriendo la retaguardia. Gran parte del éxito de la administración de Aristóteles depende de la famosa pavimentación con concreto hidráulico y ahí no puede haber margen para experimentar; Duarte no va a cometer los errores de Uranga y sacará, como sea, las obras adelante. Los temas más delicados de la administración municipal son usos de suelo y licencias. Para el primero, Bañuelos tiene la experiencia y el conocimiento técnico, pero sobre todo, el colmillo retorcido. Para el segundo, Marcela Gómez Reyes tiene la imagen y la experiencia. El contralor, Francisco Morales Aceves, es un político respetado, con una gran capacidad de relacionarse con personajes de todos los partidos y todos los colores y le asegura al alcalde que la broncas, que las habrá, no se salgan de madre. En el caso de educación, con todo respeto para el secretario recién nombrado, Daviel Trujillo, y para todos los anteriores, el puesto simplemente no debería existir: la atribuciones del Ayuntamiento en materia de educación no ameritan una secretaría.

La pregunta es cómo se integrarán los chicos Peisi con los Aristogatos, el grupo compacto en edad de merecer, que viene trabajando con el alcalde desde la FEU o al menos la precampaña, y que no sólo creen tener derecho de estar en la punta de la ola con el alcalde sino que se sienten parte fundamental del éxito.