Localizan a un hombre muerto en San José Río Verde

GUADALAJARA, JALISCO (19/ENE/2012).- La muerte de un vecino de la Colonia San José Río Verde, llamó la atención de cientos de curiosos, pero cuando agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y elementos de la Policía de Guadalajara realizaban las investigaciones entorno al homicidio, un grupo de pandilleros se lió a golpes girando el centro de atención.

Todo inició alrededor de las 13:00 horas de este jueves, cuando un hermano de la víctima acudió a visitarlo pero encontró la puerta abierta y en el interior de la finca a su pariente muerto, por lo se comunicó con la Policía tapatía.

El fallecido se llamaba Marcelino Hernández Reyes, de 64 años, y vivía en una casa de la calle Miguel Zincunegui al cruce con Luis G. Caballeros, en la citada colonia y hacía ocho meses que radicaba sólo debido a que su pareja sentimental lo abandonó.

"Encontramos una persona occisa y se le aprecia un corte en la garganta realizada con una navaja o cuchillo (...) se encontró una arma punzo cortante, con la que hirieron a esta persona", explicó un elemento de la Policía tapatía.

Paramédicos municipales que llegaron, explicaron que la víctima tenía una herida en el cuello profunda que le provocó la muerte y que tenía más de 12 horas de haber perdido la vida; estaba tirado boca abajo en una habitación de la finca.

Se agregó que la casa no estaba en desorden y que presuntamente no hacían falta pertenencias.

Vecinos entrevistados en el lugar, comentaron que la noche del miércoles, alrededor de las 22:00 horas fue visto Hernández Reyes con otras personas bebiendo licores, pero que desconocían a los visitantes.

Por su parte, personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses realizó las investigaciones pertinentes y trasladó el cuerpo de Hernández Reyes a la morgue de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Sin embargo, cuando los representantes de las autoridades estatales realizaban las indagatorias a al menos cuatro jóvenes pandilleros,que se encontraban a poca distancia del lugar, fueron sorprendidos por otro grupo y se liaron a golpes.

El escándalo provocó que tanto, policías municipales e investigadores intervinieran para controlar la trifulca, pero parte de los revoltosos lograron escapar, entre ellos uno armado.

Durante la pelea uno de los involucrados sacó un arma de fuego y se la puso en la cabeza a un rival, cuando otro pandillero aprovechó el momento para que otro lo golpeara.

Además, durante la disputa le desprendieron un retrovisor a un auto que se encontraba estacionado y una unidad de la PGJE fue abollada de la puerta, por lo que fueron detenidos los jóvenes. Familiares de dos ellos pagaron el daño para que el propietario no presentara una denuncia ante las autoridades.




EL INFORMADOR / OMAR RUVALCABA