Jalisco | Procurador estatal pide modificar la ley Libre, menor ligada al narco tras declarar ante la PGR La niña “halcón” de 13 años fue aprehendida el sábado después de un enfrentamiento en Lagos de Moreno; recibirá rehabilitación Por: EL INFORMADOR 10 de agosto de 2011 - 04:21 hs La niña responde con firmeza: “Soy Perla” y “No tengo miedo”. J. LÓPEZ / GUADALAJARA, JALISCO (10/AGO/2011).- Debido a que la menor de edad retenida la noche del sábado en el municipio de Lagos de Moreno —junto con una célula de presuntos sicarios y “halcones” al servicio de “Los Zetas”— apenas tiene 13 años, fue puesta en libertad. La Procuraduría General de la República ( PGR) citó la Constitución para argumentar que bajo cualquier circunstancia, un menor de 14 años no puede ser aprehendido ni privado de su libertad. De esta manera, “Perla” (nombre con el cual ella misma se identificó) fue entregada ayer por la tarde a sus padres, después de emitir su testimonio ante el Ministerio Público Federal, autoridad que usará dicha declaración como prueba en contra de los otros individuos capturados tras un enfrentamiento armado en la localidad de referencia: Alejandro Rodríguez Ramírez, de 35 años, y José Antonio Pérez Gómez, de 43. Ulises Enríquez, vocero de la delegación Jalisco de la fiscalía federal, detalló que esa instancia instruirá a los tutores para que la niña reciba, inmediatamente después de su salida, rehabilitación por parte de la Secretaría de Salud (SSJ) y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE). La desatención a esta “sugerencia” podría deparar en la pérdida de la custodia, y sin más, “Perla” quedaría bajo resguardo del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Pero para el procurador del Estado, Tomás Coronado Olmos, es urgente que se haga una modificación a la ley, para que se pueda sancionar a los menores de 14 años que cometen algún delito o que forman parte de algún grupo de la delincuencia organizada. Tomás Coronado, pide a los diputados atender el tema, pues día a día los menores de edad se suman a la delincuencia organizada; pero al capturarlos, deben ser puestos en libertad por no existir una ley que permita su sanción. Por lo pronto, la declaración vertida por la menor podría concluir en un delito adicional a los que ya se les imputó a los presuntos “zetas” arrestados tras la refriega: “Corrupción de menores, porque la estaban utilizando para actividades del crimen organizado. Trabajaba para ellos, les daba información (sobre la presencia de autoridades o grupos armados rivales, actividad propia de un “halcón”) y ella recibía dinero. Al parecer estaba trabajando en un bar”. De entrada ya se dio aviso a un juez especializado en menores, para que sea quien establezca el tratamiento de la niña con base en los análisis psicológicos que se le practicaron. Al momento no se ha confirmado que “Perla” haya sufrido de abuso sexual por parte del resto de los señalados, aunque los análisis médicos pendientes dilucidarán esta situación. El enlace de la PGR Jalisco subraya que la aún infante no podrá estar privada de su libertad en tanto atraviesa este proceso de recobro. “Ella estará en ‘extra muro’. No podrá estar dentro de ninguna institución privada de su libertad”. Qué dice la ley Medidas extremas De acuerdo con el Artículo 18 de la Constitución, los menores de 14 años que incurran en conductas tipificadas como un delito por las leyes penales, “sólo serán sujetos a rehabilitación y asistencia social”. En el caso de “Perla”, quien cumplió 13 en enero pasado, ese estatuto legal se hizo valer de esta forma. Textualmente, señala: “El internamiento se utilizará sólo como medida extrema y por el tiempo más breve que proceda, y podrá aplicarse únicamente a los adolescentes mayores de 14 años de edad, por la comisión de conductas antisociales calificadas como graves”. Crónica“No tengo miedo de nada” Sentada en una silla, sin expresión en su rostro y atendiendo con ahínco el único mechón rojizo que resalta de entre su abundante cabellera oscura, “Perla”, la niña de 13 años cuyo nexo con el crimen organizado recientemente salió a la luz, deja pasar el tiempo con tranquilidad. A su lado sólo hay gente extraña que, aunque ella no sabe, trabaja en un expediente en el que constan sus datos y actos. Mira a todos aunque de manera breve; su cuello permanece estático. Los ojos, por el contrario, se mueven con gran rapidez, retratando todo a su alrededor y observando a quien pasa por el pequeño cuarto en que es mantenida. Toma un breve sorbo de agua y se detiene. Observa la botella que obra en sus manos, y decide llevarse un nuevo trago a la boca. Dos tipos entran, y observa a detalle la charla que sostienen con el hombre que aparentemente le encomendaron cuidarla. Sin más, uno corta el diálogo y se dirige a ella con una pregunta. Visiblemente sorprendida (no esperó participar en la plática), responde con firmeza: “Soy Perla”. “No tengo miedo”, sostiene a pregunta expresa. La opinión que esgrime aparentemente asombra a su interlocutor, y entra un tercero al diálogo: “A su edad, seguro es más el temor que tiene a las películas de terror”. La niña analiza un momento su réplica, al tiempo que sonríe con ironía, y dispara: “Hasta eso que ni las películas me dan miedo”. Confía en que su madre pronto llegará a sacarla de ese lugar, en donde la incomodidad que siente está a poco de escapar en forma de grito por sus cuerdas vocales. “Ella por ahí ha de andar”. Dado que la niña sigue revirando a la defensiva, uno de los sujetos a su lado trata de suavizar su tono y pregunta sobre el origen del mechón aquel que continúa jugando entre sus dedos. “Me lo pintó La Chaparra” (Lidia Hernández, retenida dos días antes que a ella, también relacionada con el narco), revela en tono serio y desenfadado. Curioso, que de tantos métodos de interrogación para librar los “escudos” que se forjan los “presuntos responsables” aprehendidos a diario, sea en este caso un tic de ansiedad el que permita ampliar la información en varios expedientes, y aumente a su vez la cantidad de delitos por los cuales se acusa a la célula delictiva a la que se le relaciona. Sin embargo, el método se piensa desde otra arista si tal develación llega de una niña que habría de cursar el primer grado de secundaria, y no rozarse con tipos cuyo “oficio” consta de dolor y sangre, y contra quienes el Gobierno ha declarado una encarnizada batalla, traducida en decenas de miles de muertes durante el sexenio en curso. Temas Seguridad PGR Menores Infractores Lee También Tlaquepaque propone registro de pasajeros para mayor seguridad en Central Nueva Mujeres seguras, apps de protección para las mujeres en México CURP biométrica: Municipios donde ya se puede tramitar en México Detienen a presunta banda de asaltantes tras enfrentamiento con policías en Guadalajara Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones