Las pintas, un medio para relajarse: graffitero

GUADALAJARA, JALISCO (08/SEP/2012).- William Ramón Mejía, de 24 años,  tiene un año pintando bardas y este medio de expresión se ha convertido en una forma de liberarse del estrés. Este joven, egresado de la Preparatoria número 10 de la Universidad de Guadalajara, hizo trámites a la licenciatura de Diseño gráfico,  pero no salió en listas.

Ahora no tiene trabajo,  pero participar en el taller con el artista urbano 'Frase' le ha permitido conocer más técnicas para crear efectos en sus letras, ésas que ahora le dan forma a la deidad azteca Quetzalcóatl.

Este joven firma sus trabajos como Eter y su grupo es REB, cuya sede está en la colonia La Experiencia.

 De su incursión en el graffiti señala que es algo que le llamaba mucho la atención, incluso hace dibujos en hojas de papel y ahora ya aprendió “tips, efectos, cómo hacerle y trazos”.

Agrega que en el taller aprendió  mucho sobre la paciencia en las pintas, así como hacer cada línea de manera tranquila, es decir disfrutar.

“Mucha gente cree que –el graffiti- es malo, que es vandalismo, pero a mí me gusta y lo veo como algo normal”, dice William, quien llegó a los REB porque su anterior crew –su grupo- se deshizo.

Mi familia me apoya: Basik, graffitero

Basik tiene 17 años y es seguro en su actuar. Él es uno de los casi 60 jóvenes, que participaron en el concurso organizado por la organización civil Hábitat.

El estudiante de bachillerato inmediatamente levanta la mano para decir yo soy el que pinta con el crew –agrupación-  NMS.

El joven pinta desde hace dos años y esta tarde participó con sus compañeros Axel Uriel Castillo y “Hack” en la realización de un mural, que busca cuestionar el poder. “Nosotros notamos un cambio, pero sólo en la sociedad porque en la gubernatura sigue siendo lo mismo porque nos tiene muy oprimidos a todos”.  

Estos jóvenes, vecinos de la colonia Lomas de Tabachines, señalan que las clases con el artista urbano 'Frase', les permitió hacer mejor su mural. “Hay mucha diferencia”, expresa  Basik –Miguel Ángel Pérez-, quien cuenta que su familia “al principio sí me decía que estaba mal, pero cuando empezaron –sus padres- a ver que le dedicada mucho tiempo a esto y que me esforzaba –aceptaron que pintara-, ahora me apoyan demasiado para que siga pintando, pero no ilegal, sino legal”.


EL INFORMADOR/ MAYRA TORRES