Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah Las catedrales del siglo XXI La Catedral de Guadalajara no es quizá el mejor ejemplo, pues la que hoy conocemos sufrió alteraciones no necesariamente positivas en su paso por las modas Por: EL INFORMADOR 11 de abril de 2011 - 04:31 hs La anécdota la platicó el arquitecto Horacio Guerrero, director de Planeación de Guanajuato. De visita en León, el arquitecto Teodoro González de León fue a ver la catedral. El templo del siglo XIX no es ninguna maravilla. Como catedral, nada tiene que hacer con las grandes catedrales de este país, la de Morelia, la de Puebla o la de Ciudad de México. Es, como la mayoría de los templos decimonónicos mexicanos, poco agraciado, más bien pastoso, pero no por ello menos impresionante. A la salida comentó con Horacio la calidad de la herrería, hecha en Los Altos de Jalisco, y le preguntó. — ¿Cuántos habitantes tenía León cuando se echó a cuestas la construcción de su catedral? — Menos de cien mil cuando comenzó, quizá cien o ciento veinte mil cuando terminó. — Y hoy que León tiene 10 veces más habitantes, ¿dónde están sus nuevas catedrales? Tropicalicemos la anécdota. La Catedral de Guadalajara no es quizá el mejor ejemplo, pues la que hoy conocemos sufrió alteraciones no necesariamente positivas en su paso por las modas (la tragedia del arte sacro tapatío es que la ciudad tuvo dinero en la época del peor gusto, destruimos barrocos dignos para construir grandes pastiches neoclásicos). La obra más representativa de la Guadalajara pujante de siglo XIX es el Instituto Cabañas, no sólo por su calidad arquitectónica sino por lo que significó en términos de una institución que fue construida y mantenida por la sociedad. ¿Cuántos habitantes tenía Guadalajara cuando se construyó ese extraordinario edificio para esa gran institución? Menos de 100 mil habitantes. Siguiendo la pregunta de Teodoro González de León, hoy que la ciudad tiene 42 veces más habitantes, ¿cuáles son los nuevos Cabañas que nos estamos proponiendo? Ninguna catedral se construye en tres o seis años. Algunas tomaron 100 o más. Cuando arrancaron las obras nunca se preguntaron por el presupuesto, mucho menos quién la iba a inaugurar. Se preguntaron por la necesidad, y comenzaron a planear y a construir las obras. El siglo XX y lo que va del XXI, los mexicanos no hemos sido capaces de construir las grandes catedrales de nuestra generación porque junto con la magnífica herencia de la Revolución, la no reelección (el sufragio efectivo estuvo 75 años guardado en un cajón) se impuso con la lógica de los sexenios y los trienios. (El Centro Cultural Universitario es quizá el único ejemplo que tenemos en la ciudad de esta visión de largo plazo). Las nuevas catedrales de la ciudad, los elementos simbólicos de nuestra generación y de las que vienen, los sueños materializados en instituciones, no podrán lograrse mientras no seamos capaces de sacar las decisiones de la lógica de los tiempos políticos. Necesitamos levantar la visión más allá del 2012 y eso requiere, sin demérito de las funciones propias del Gobierno, que nos demos instituciones de Estado que nos permitan construir futuro, construir ciudad, construir las catedrales del siglo XXI. Temas Diego Petersen Farah En tres patadas Lee También Silvia Pinal y el 'no' definitivo que le dio a Diego Rivera Las cartas que Diego Rivera le mandaba a Silvia Pinal Sociales: 21° Torneo Adolf Horn de American Chamber México | Capítulo Guadalajara NFL: Los Ravens dominan a los Chargers Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones