Lamenta Fernando Guzmán que recursos para el Macrobús estén en riesgo

GUADALAJARA, JALISCO (27/OCT/2010).- Debido a que los alcaldes de Guadalajara y Zapopan, Aristóteles Sandoval y Héctor Vielma, respectivamente, no han definido si aceptarán o no el proyecto de la Línea 2 del Macrobús, a dos días de que concluya el plazo establecido por el Banco Nacional de Obras y Servicios ( Banobras) el secretario General de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, dijo que sería lamentable que cuestiones políticas afecten inversiones seguras en el Estado.

“Si los alcaldes dejan ir esta alternativa por visiones particulares, en lugar del bien común y general de la zona metropolitana, sería muy lamentable; todos quisiéramos tener un metro, o tren aéreo (de levitación magnética), pero se hace lo que está en disposición de hacerse, y esta es una opción que se puede hacer, ojalá y no se deje perder”.

El funcionario estatal dijo que los alcaldes han tenido el tiempo para viajar y analizar proyectos de movilidad, así como la propuesta del BRT; enfatizó que pueden existir otras alternativas, pero en este momento sólo hay recursos para el Macrobús.

Aunque el plazo para tomar una decisión respecto al segundo corredor del transporte articulado concluye el 29 de octubre, Aristóteles Sandoval y Héctor Vielma no han dado su postura final.

Sin embargo, el lunes pasado el alcalde tapatío informó que será mañana cuando dé a conocer su postura final, después de analizar las ponencias que presentaron distintas asociaciones y ciudadanos en los Foros de Consulta Ciudadana para la Movilidad Integral que se realizaron en el Palacio Municipal.

En tanto, en Zapopan el director de Planeación y Ordenamiento Territorial, José Luis Valencia Abundis, aseguró que el alcalde Héctor Vielma ya tomó una decisión, pero no adelantó detalles, por lo que se espera que mañana mismo se dé a conocer la postura final del municipio.

Guzmán Pérez Peláez hizo un llamado para que no se pierdan los mil millones de pesos provenientes del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) que se tienen etiquetados para la Línea 2 de Macrobús,  y que ayudarán a disminuir los problemas de movilidad y transporte de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

“Vamos llegando al penúltimo mes del año, se acabó el tiempo, se acaba el plazo, ojalá que se anteponga  el criterio en beneficio de la población, el sentido común de la responsabilidad social, y haya el apoyo para que tome su curso está segunda ruta del Macrobús”.

Se agota el plazo

El plazo establecido por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) para que los alcaldes de la Zona Metropolitana de Guadalajara tomen una decisión final sobre el proyecto de la línea 2 del Macrobús concluye el próximo viernes 29 de octubre.

Guadalajara y Zapopan aún no definen su postura sobre el sistema de transporte articulado, aunque se espera que mañana la hagan pública.

En caso de que ambos municipios no avalen el BRT, los 952 millones de pesos provenientes del Fonadin se perderán, ya que el recurso no puede ser reasignado a otros proyectos de movilidad en el Estado.

Otra opción tomará cinco años

Experto en movilidad asegura que lo más oportuno es el BRT

El conflicto que se está discutiendo ahora en Guadalajara entre Macrobús o Tren Ligero no es un dilema real, lo real es “Macrobús ahora o cualquier otra solución en cinco años, porque cualquier otra opción no se va a implementar en menos de cinco años”, señala el director del Sistema de Transporte Integrado del Centro de Transporte Sustentable (CTS) de México, Yorgos Vaukas.

En la Zona Metropolitana de Guadalajara ( ZMG) urge transporte público de calidad, promover el transporte no motorizado y desincentivar el uso del automóvil particular, con el fin de lograr una movilidad integral y sustentable, amigable con el medio ambiente y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la metrópoli. Para Yorgos Vaukas realizar la Línea 2 del Macrobús es un paso hacia adelante.

La ZMG tiene la oportunidad de implementar el sistema BRT (Bus Rapid Transit, por sus siglas en inglés) de Zapopan a Tlaquepaque, y los recursos están disponibles si e l proyecto es aprobado por los alcaldes.

“No quiero decir que el Tren Ligero no es bueno, en este momento lo más oportuno es hacer el Macrobús. Hacerlo hoy no significa que no podemos iniciar desde ya cualquier otro proyecto para hacer el Tren Ligero o cualquier otro sistema de transporte”.

El proyecto está evaluado y tiene todos los requerimientos para salir bien y, con ello, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en un año y medio, que es el plazo de construcción e implementación.

La gran ventaja de construir un sistema BRT ahora, en lugar del Tren Ligero, es porque cuenta con los recursos que ofrece el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin). El proyecto en Guadalajara, por ahora, es el único de 34 que se ha aprobado, tras una evaluación de 18 meses, de acuerdo con el especialista en movilidad.

También señala que el BRT no va a resolver todos los problemas de movilidad de Guadalajara, pero sí va a contribuir, ya que contar con Macrobús no limita a la ciudad a implementar otros sistemas de transporte masivo.

“El tiempo no es enemigo ni del Gobierno estatal, ni de los alcaldes, es enemigo de los ciudadanos, porque son ellos, al final, los que se van a quedar más tiempo sin una solución si seguimos rechazando proyectos por razones políticas, por conflictos o mal entendidos técnicos”.

Por su parte, el director de Transporte Público del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), Roberto Remes, señala que Guadalajara no es el único caso donde ha habido algún rechazo por el BRT: “En el caso de Colombia, las primeras percepciones también fueron de que está fallando el prepago, está fallando la frecuencia de los autobuses, tal o cual circunstancia; sin embargo, se transformaron poco a poco en modelos de éxito”.

Roberto Remes pide una actitud más responsable de los políticos y, por un lado, los que asumieron la responsabilidad política de defender al Macrobús, dejar de politizarla, y los que asumieron estar en contra, revisarlo con más objetividad.

La ciudad debe ser vista como un todo

La movilidad sustentable nace de la diversidad

Para Sharunda Buchanan, doctora en salud ambiental y directora de la división de emergencia y servicios ambientales de Atlanta, Estados Unidos, no es posible pensar en construir una ciudad que se mueva armónicamente si no pensamos primero en cómo integrar modelos distintos de desplazamiento urbano: “Creemos firmemente en que las bicicletas, los trenes, el metro, los camiones y las rutas peatonales deben coexistir una al lado de otra; cada medio de transporte cumple una función primordial, tanto en temas de protección ambiental, como de eficiencia de traslado”.

Tras su participación en un foro organizado por la Universidad de Guadalajara ( UdeG), la especialista enfatizó en la importancia de concebir a la ciudad como un todo integrado.

“Cada esfera de la sociedad está interrelacionada: la movilidad con la escuela, la salud con los hábitos físicos y, por supuesto, los aspectos mentales con el medio ambiente”.

Recomendó la puesta en marcha de mecanismos de movilidad urbana que permitan, mediante la solidaridad y la cooperación, disminuir las afectaciones medioambientales provocadas por la forma de vida que nuestras comunidades han adoptado.