La soledad y una bolsa de plástico, sus aliados

GUADALAJARA, JALISCO (05/FEB/2013).- La soledad y una bolsa negra de plástico son sus mejores aliados. A menudo aparece en Plaza Guadalajara a altas horas de la noche o desde muy temprano, por la mañana. Dueños, encargados de algunos comercios aledaños a la catedral, lo apodan "el pepenador de la zona". ¿Su nombre? No lo saben.
 
Viste siempre un pantalón y una playera negra; su ropa es sucia y anticuada. Su barba pronunciada y su complexión robusta intimida a cualquiera que se le ponga enfrente.
 
Divaga y duerme en las calles del Centro Histórico de Guadalajara, comúnmente se instala afuera de una tienda departamental sobre Avenida 16 de septiembre casi esquina con Avenida Juárez.
 
Por las mañanas emprende una odisea que dura horas. Come cualquier alimento que encuentra en los botes de basura, los líquidos es lo que más abunda, y siempre lleva consigo dos o tres botellas de agua natural y de sabor en la mano. Sólo detiene la búsqueda por unas horas, porque se sienta a esperar a que la noche caiga para continuar indagando lo que se acumula en los depósitos.
 
Además de alimentos, aprovecha para recoger objetos que le puedan servir en su vida cotidiana.
 
Después de una exhausta búsqueda, se instala en un sitio y de manera desesperada saca de la bolsa los objetos recolectados durante el día.  
 
De su bolsa negra saca unos cuantos periódicos que le servirán de lecho, tal vez por varias noches, y otros cuantos los utiliza de cobija, aunque tiene entre sus pertenencias un cobertor de tela.
 
El "pepenador" come de la basura que se concentra en el corazón de la Perla Tapatía, y diariamente comienza su actividad desde muy temprano para no ser visto ni molestado por extraños.

EL INFORMADOR / ROBERTO ALARCÓN