La fe cristiana debe ser como una sinfonía: arzobispo Aguirre

SAN PEDRO TLAQUEPAQUE,JALISCO (14/OCT/2012).- “La fe cristiana debe verse como una sinfonía de varios tiempos para valorarse y vivirse  plenitud”, afirmó el arzobispo emérito Felipe Aguirre Franco, al presidir la misa en el Santuario de los Mártires que fue celebrada con la intención de recordar los 50 años del inicio del Concilio Vaticano II.

El prelado destacó que así como una sinfonía se compone en su estructura de varios movimientos que la hacen lucir, “la fe en Cristo requiere del conocimiento de la doctrina; de una libre aceptación en cada persona; junto con un testimonio de vida; y la comunicación explícita de la fe ya con una plena convicción”.     

Al referirse  a las aportaciones del Concilio Vaticano en la pastoral católica, el jerarca religioso (retirado cuando era arzobispo de Acapulco para luego radicarse en esta ciudad)  hizo mención de que también este suceso dejó en sus conclusiones cuatro documentos que han marcado a actuación de la institución católica, como son los documentos en  torno a la liturgia (Sacrosanctum Concilium); y sobre la valoración de La Biblia (Dei Verbum). Además del documento  sobre la relación de la Iglesia con la sociedad actual (Gaudium et Spes); y el texto de en una revisión de lo que es la Iglesia como tal (Lumen Gentium).

Sobre el reciente documento del pontífice Benedicto XVI, titulado Porta Fide (Puerta de la Fe), hizo notar que todo creyente debe valorar “que la fe debe ser un manantial vivo para que sea vigorosa; y no un pozo de aguas muertas que traiga una fe débil e inoperante”.

Hizo memoria de que en un libro del escritor católico Joaquín Antonio Peñalosa, titulado “Cien mexicanos y Dios”, hubo el testimonio de una intelectual mexicana que lamentó en su momento “que tuvo la desgracia de no poder creer, porque en su infancia le enseñaron a un Dios como un algo y no como alguien”.

Al respecto, insistió  en que la fe debe cuidarse “y acrecentarse con la petición a Dios, como cuando en el Evangelio alguien imploraba diciendo: creo, Señor, pero aumenta mi fe”. La celebración fue acompañada por el coro de la Universidad del Valle de Atemajac, cuyos integrantes combinaron la entonación de melodías en latín y español.       
 
EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO.