La democracia como costumbre

GUADALAJARA, JALISCO (20/NOV/2012).- El Ayuntamiento de Guadalajara conmemoró el centésimo segundo aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, con un llamado a hacer de la democracia una costumbre y una segunda naturaleza, para todos, tanto gobernantes como ciudadanos, con palabras de Octavio Paz que fueron recordadas por el regidor Carlos Alberto Briseño Becerra, del PRI.

"La democracia es una idea, pero asimismo es una cultura y una práctica, es un aprendizaje permanente. La democracia triunfa allí, donde se convierte en costumbre, donde se convierte en una segunda naturaleza”, es Paz citado por el edil tapatío, quien luego añadió:

“Por ello necesitamos una democracia de ciudadanos, una democracia al servicio de las personas, nuestro desafío es gobernar para garantizar mejores oportunidades para los habitantes de esta gran ciudad; nuestra tarea es construir una ciudad libre, justa y equitativa, y más democrática; una ciudad que esté a la altura de las expectativas de los ciudadanos de Jalisco”.

En el discurso del regidor no pudo faltar una mención sobre el sentimiento de inconclusión o de inacabamiento que rodea a la Revolución Mexicana: “Es claro que fue y sigue siendo un gran acontecimiento que marcó el rumbo del país, sin embargo, este hecho no esta exento de la polémica: para algunos tiene plena vigencia, mientras que para otros se trata de un proceso interrumpido de manera prematura”.

Pero afirma Briseño Becerra, integrante del Revolucionario Institucional después de todo, que esos mismos ideales del hecho histórico sí han sobrevivido hasta hoy en día, y que siguen siendo útiles en el trazado del “nuevo proyecto nación”, al que no se llegará, dijo, sin reformas de fondo o la superación de “esquemas agotados” (no precisó cuáles son esas reformas y esos esquemas):

“Considero que la Revolución  Mexicana no puede darse por concluida mientras no se cumplan las metas y expectativas que se generaron, sus ideales seguirán vigentes mientras la justicia social no llegue a ser una realidad para la mayoría de los mexicanos y mientras la sociedad siga polarizada entre la opulencia y la indigencia, y mientras el discurso igualitario no haga realidad el proyecto de realidad que se definió en el Constituyente de 1917”.

Si dicho “proyecto de realidad” persiste más como lo primero que como lo segundo, a lo que convoca el regidor es a trabajar porque la ciudad o, en general, el país ,se parezca cada vez más a ese bosquejo de nación que Briseño Becerra encuentra delineado en la Revolución Mexicana.  

“En la Revolución Mexicana se buscó la libertad política y la construcción de un régimen de derechos sociales para todos los mexicanos, después de un largo y sinuoso camino, podemos afirmar que se ha avanzado; sin embargo, también hay que decirlo con toda claridad, la justicia social prometida ha sido incompleta y, por tanto, debe formar parte de la deuda social que hasta ahora no ha sido cubierta”.

Los derechos pueden estar ya en el marco legal y reglamentario, pero esto no puede bastar si no son exigibles por los mexicanos.

“Para ello tenemos que dar un gran paso y dejar de ser una nación desigual para transformarnos en un país más equitativo, en la que prevalezca la solidaridad y al justicia donde los derechos sociales sean una realidad para todos los mexicanos como condición básica para avanzar hacia la nación democrática, próspera y equitativa que todos queremos”.

EL INFORMADOR / LUIS HERRERA