La décima parte de la mancha urbana está aislada en cotos

GUADALAJARA, JALISCO (14/OCT/2015).- Imagine la siguiente escena: son las siete de la mañana, sube rápidamente a su vehículo y va tarde para dejar a su hijo en la escuela. Usted vive en un fraccionamiento cerrado con caseta de vigilancia.

Al llegar a la puerta del fraccionamiento empieza el caos: largas filas para incorporarse a una vialidad pública. En medio del estrés, seguro piensa que es culpa del Gobierno por no proveer de vialidades más grandes. Sin embargo, piénselo un segundo: ¿Si no hubiera una barda en su coto podría salir por otra calle y evitaría el tráfico? La respuesta es obvia.

El estudio “El impacto socio-territorial de las urbanizaciones cerradas en el Área Metropolitana de Guadalajara”, elaborado por el profesor del Tecnológico de Monterrey Campus Guadalajara, Bernd Pfannenstein, concluye que una décima parte de la mancha urbana corresponde a construcciones de viviendas en cotos cerrados o aislados. Las consecuencias son más graves que momentos llenos de estrés por la mañana.

El investigador señala que este tipo de construcciones desvirtúan el concepto de ciudad y el espacio público. De esta manera, las personas que viven en este tipo de viviendas padecen un problema que ellos mismos generaron: la falta de movilidad por el simple hecho de encerrarse, por dejar de tener interacción y privilegiar las decisiones personales por sobre el bienestar común —con el argumento de tener más seguridad—.

“Lo que tenemos es una propiedad común que es privada. Se rompe con la morfología territorial, rompemos con la continuidad de las avenidas y sus flujos. Además, hay una exclusión y segregación, parecida a una isla”, dice el académico, quien tiene una plaza de profesor extranjero visitante del Tecnológico de Monterrey en el Departamento de Arquitectura y asesoró con este estudio al Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan).

Hoy, la metrópoli tiene más de dos mil cotos o fraccionamientos cerrados. Y en Zapopan se han entregado más de 400 licencias para este tipo de construcción en los últimos 15 años, revela el documento.