Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Jalisco | Por Juan Palomar Verea

La ciudad y los días

El dilema metropolitano

Por: EL INFORMADOR

Finalmente, el Consejo Metropolitano logró ponerse de acuerdo acerca de la asignación de los recursos del Fondo Metropolitano para el trienio 2010-2012. La relación completa de proyectos y montos fue publicada en este diario. Sin duda, las decisiones tomadas y los consensos alcanzados tienen una acentuada trascendencia para la vida de la ciudad.

En repetidas ocasiones, se ha dicho que para poder orientar a la conurbación en la dirección requerida por sus habitantes, es indispensable contar con un panorama lo más completo posible de las necesidades y aspiraciones de la comunidad.
 Estos requerimientos deben estar contemplados y jerarquizados dentro de una visión global de la urbe, de la que sea posible desprender las estrategias, las políticas, los programas y las acciones que conduzcan en la dirección acordada. Recordemos que la premisa básica de la idea metropolitana es, precisamente, la de que la mancha urbana actualmente desarrollada sobre ocho municipios constituye una sola, indivisible ciudad. Y es a esa ciudad integral a la que deben ajustarse todos los planteamientos metropolitanos.

A pesar de los esfuerzos realizados en este sentido, como el Plan Intermunicipal de Desarrollo Urbano formulado por las anteriores administraciones municipales, o el Plan de la Región Metropolitana actualmente en elaboración por parte de Sedeur, las decisiones alcanzadas y recientemente dadas a conocer no parecen atender a un instrumento de diagnóstico y estrategia como los que se mencionan. Más bien, las acciones contempladas responden a inercias históricas y a coyunturas particulares que se han decidido enfrentar desde distintas perspectivas.

A estas alturas es muy claro que la comunidad metropolitana requiere alternativas que conduzcan a la ciudad hacia un tipo de desarrollo que se acerque más a las aspiraciones de sus habitantes. El caso de la movilidad es particularmente significativo. Desde distintas instituciones, asociaciones y grupos se ha venido pugnando por alentar un modelo que deje de poner el acento en la movilidad dependiente del transporte automotor individual. No se trata de poner en entredicho la pertinencia de tal o cual medida determinada: es el modelo general el que es preciso ajustar para encontrar vías complementarias y alternas a las meras soluciones viales que se derivan de la inercia histórica que nos ha llevado a condiciones insostenibles y, a final de cuentas, contraproducentes.

El dilema metropolitano estriba en este tipo de situaciones.

O se busca, se construye y se opera un consenso amplio sobre el rumbo que la metrópoli debería tomar para alcanzar un desarrollo racional y sustentable, atendiendo a un modelo de ciudad acordado y compartido, o se continúa enfocando puntualmente situaciones derivadas de diversas coyunturas, que si bien pueden ser comprensibles, profundizan la inercia que ha llevado a la zona metropolitana a un marcado deterioro en su calidad de vida, en su competitividad, y en su integración justa y razonada como una ciudad capaz de enfrentar los retos de un futuro común.

jpalomar@informador.com.mx

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