Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Jalisco | Hablar sobre la ciudad

La ciudad y los días

La ciudad es un gran tema que debería estar en permanente discusión

Por: EL INFORMADOR

Juan Palomar Verea

Es obvio: la ciudad es un gran tema que debería estar en permanente discusión. Su funcionamiento o disfuncionalidad, sus alternativas y achaques atañen a toda la población. Es indispensable la construcción de consensos sobre los que se pueda ordenar la discusión, establecer agendas, jerarquizar temáticas.

Es indispensable también acordarnos que esta discusión sobre la ciudad, que se viene suscitando con creciente insistencia, fue prácticamente inexistente hasta hace pocos años. Para no hablar más que de la etapa posrevolucionaria, conviene recordar los métodos cupulares, clientelares, corporativos y autoritarios que fueron la norma en la mayoría de las acciones concernientes a la ciudad, y sobre todo, en las grandes decisiones que fue necesario encarar.

Afortunadamente existió siempre una minoría ilustrada que permanentemente expuso sus puntos de vista frente al poder. Algunas veces fueron atendidos. Sin embargo, basta recordar la manera como se decidían las ampliaciones de calles, la apertura de nuevas avenidas, la ocupación de tierras de propiedad pública y muchos otros temas para felicitarnos por el cambio de la situación. El advenimiento de la democracia, por imperfecta que sea, ha oxigenado los procesos de toma de decisión, ha permitido el surgimiento de nuevas interlocuciones y de nuevos actores sociales que son, cada vez, más significativos.

Construir consensos y metas comunes es difícil y consume muchos esfuerzos y mucho tiempo. Destruir los principios que sustentan el mero dialogo, descalificar, cancelar posibilidades –o intentarlo- es bastante más fácil, y muy rentable para ciertas visiones políticas y urbanas. Citando a un reconocido arquitecto: “En Guadalajara hay muchas gentes que se precian de haber impedido que algo suceda; y hay muy pocas que hayan logrado que las cosas sucedan.” Hay, en el aire, en los pasillos y gabinetes de trabajo, en los cubículos, un talante general que encara los planteamientos y situaciones urbanas con escepticismo, si no es con franco pesimismo. Es algo difícilmente demostrable prácticamente. Sin embargo, basta ver lo que sucede en ciudades como Monterrey o Aguascalientes para entender las diferencias en cuanto a dinámicas urbanas entre esas capitales y Guadalajara.

Por supuesto que la crítica y el cuestionamiento resultan absolutamente indispensables para un sano desenvolvimiento de los asuntos públicos. Pero la falta de propuestas verdaderamente alternativas, o de consensos responsables cuando lo que se plantea es razonable, ha retrasado alarmantemente el avance de la zona metropolitana en distintos campos.

Hay que construir sobre lo que se pueda acordar civilizadamente. Viene al caso el esfuerzo de la actual Asociación Intermunicipal de Guadalajara y su Plan Intermunicipal de Desarrollo Urbano. Fue un ejercicio realizado recuperando muchos y laboriosos consensos, ejercicios anteriores, largas experiencias. Aunque no ha sido aprobado por todos los cabildos de la zona metropolitana, sus lineamientos han comenzado a incidir directamente sobre diversos aspectos de la realidad urbana. Es el caso del Programa Municipal de Desarrollo Urbano y sus respectivos planes para el Municipio de Guadalajara, en los que se reflejan puntualmente los lineamientos generales del ordenamiento citado.

Hay que seguir hablando de la ciudad. Pero sin crispaciones innecesarias, sin beligerancias entorpecedoras, con información, civilidad y lucidez.

jpalomar@informador.com.mx

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones