La carne que se vende en la cuidad, sin riesgo por metales tóxicos

GUADALAJARA, JALISCO (10/MAR/2011).- En términos generales, la carne de res y de cerdo que se comercializa en los rastros de la ciudad es segura, ya que tiene una presencia de metales pesados que no supera los niveles establecidos en la Norma Oficial Mexicana ( NOM), sostiene el investigador del Instituto de Biotecnología del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), de la Universidad de Guadalajara ( UdeG), Jorge Galindo García.

Según un estudio realizado a 50 muestras de músculo, hígado y riñón de bovinos y porcinos procedentes de granjas de distintos municipios del Estado que abastecen a un rastro de la ciudad, no se encontraron valores superiores a los permitidos por la NOM en la concentración de arsénico, cadmio y plomo (metales altamente tóxicos).

Sin embargo, la presencia de cobre en las muestras de hígado y riñón de los bovinos, mas no en las de músculo, superó en 3.22% los límites establecidos por la NOM, y en 1.33% en el caso del cerdo.

Galindo García explica que esto representa, en primer lugar, que los microminerales (entre ellos el cobre) comercializados para el ganado pueden no tener los controles de calidad necesarios. En segundo lugar, significa un uso excesivo o indiscriminado por parte de los productores de bovinos y cerdos: “Como son (los microminerales) promotores de crecimiento en algunas fases del desarrollo de los animales, adicionan más de lo acostumbrado o lo recomendado”.

Los valores máximos con respecto a la presencia de cromo no están establecidos en la norma oficial, por lo que no fue posible realizar el comparativo de los resultados que arrojó el estudio. No obstante, las concentraciones para músculo y riñón fueron muy superiores en bovinos en relación con los cerdos.

La sobreacumulación en el cuerpo de este tipo de metales puede modificar la estructura y funcionamiento de las células, lo que repercute en la salud de la población, advierte la investigadora del Centro de Nutrición Animal del CUCBA, Margarita Hernández Gallardo:

“Dependiendo de la dosis en que se encuentre el metal pesado, claro que va a producir efectos muy nocivos (…) si se encuentran estos metales, plomo, arsénico, en dosis muy altas, van a tener efectos toxicológicos, cancerígenos y genéticos”.