La Yesca inundará aldeas milenarias

NAYARIT.- Debajo de millones de litros de agua de la Presa La Yesca, en Nayarit, quedarán alrededor de 40 sitios arqueológicos, dos de los cuales son pequeñas aldeas con hasta 59 casas, que datan en su mayoría del año 1000 de nuestra era.

Las caminatas para encontrar vestigios en tres mil 400 hectáreas de los ríos Bolaños y Santiago, comenzaron en 2005 y concluyeron en 2007, a cargo del arqueólogo Carlos López, del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Jalisco, que obtuvo la autorización para rescatar el pasado prehispánico del perímetro que la Comisión Federal de Electricidad ( CFE) pretende inundar para generar energía eléctrica.

“La CFE siempre ha tenido disposición para proteger el patrimonio en donde hace obras de gran magnitud; entonces ellos solventan todos los gastos para investigar, excavar y liberar todos los sitios; es algo que está contemplado en la Ley sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas”, comenta Carlos López.

Actualmente, el investigador está enfocado en hilvanar finalmente la información de los restos de cerámica, conchas, entierros, hachas, fragmentos de cobre, obsidiana, los tipos de asentamientos o construcciones, los materiales, las fechas y la manera en que estas poblaciones estuvieron vinculadas con otras culturas.

“Este trabajo es muy importante porque nunca se había hecho una investigación en esa zona de la barranca.  Lo único que existía es una investigación que hice sobre el Río Bolaños y un proyecto del Río Santiago, pero aguas arriba”, explica.

Hasta el momento, los materiales demuestran que había una relación con asentamientos de los ríos Bolaños y Santiago, y con las costas de Nayarit.  “Me reafirman que las culturas, todas, son complejas e interrelacionadas. No son aisladas; son eslabones una con la otra”.

Asimismo, es de relevancia que todos los sitios son de estructuras rurales y casas modestas, lo cual no ha sido investigado a profundidad.  

“Es probable que la ocupación sea desde el 800, de la gente que bajó de Bolaños, y se fusionó con poblaciones muy dispersas que ya estaban ahí asentadas, hasta alrededor del 1,200 de nuestra era, de lo cual no tenemos información; no sabemos si murieron o se fueron”, dice Carlos López, quien aclara que en la zona no encontró ningún sitio temprano.

El arqueólogo del Centro INAH Jalisco, concluye que no hay problema en inundar los sitios, ya que no son monumentales y la información se ha recuperado.