La Romería, tradición de gran arraigo

GUADALAJARA, JALISCO (11/OCT/2012).- El escritor y periodista Luis Sandoval Godoy establece que el año de 1784 marcó el inicio de la tradición de la romería de la Virgen de Zapopan, cuando esta imagen fue llevada al lecho del obispo Manuel de Mimbela, quien se encontraba postrado por una enfermedad muy agresiva.

A tal suceso se juntaron otras circunstancias críticas en la historia de la ciudad, como los impactos de inundaciones, epidemias y otras amenazas que hicieron que el pueblo católico recurriera a la intercesión de la Virgen María en diversos sucesos de su historia.

Entre tales sucesos, se tuvo "el nombramiento de la Generala" en favor de la imagen, de parte del gobernador de Jalisco, Luis del Carmen Curiel, en los primeros años de la vida independiente. También trae a colación que con el paso del tiempo, la imagen y su advocación de María de Zapopan se convirtirían en un emblema del catolicismo tapatío.

El maestro universitario Francisco Morales Aceves señala que la romería es todo "un suceso sociológico y religioso desde la perspectiva católica que se mantiene como una tradición que ha superado los avatares de la historia. Y una prueba de ello es que tiene una convocatoria de dos millones de personas en las calles y demás espacios de culto, además de un flujo constante de visitantes a su basílica".           

En el mismo sentido, el fraile franciscano Juan Carlos Plascencia Aldrete expresa que la Romería a Zapopan es una tradición viva que pertenece al patrimonio histórico del Occidente del país, sobre todo para la población católica, dado que remite a las raíces de la cultura de los pueblos del Valle de Atemajac.

Puntualiza el franciscano que para conocer a fondo esta tradición hay que apreciar diversos aspectos ligados a ella, como los elementos simbólicos que la acompañan, que incluyen los cantos y la danza, entre otros.

Destaca que es significativa la presencia de más de 20 mil danzantes (según cifras del ayuntamiento de Zapopan) que participan en la Romería y el día posterior. Cita que la danza, como lenguaje corporal, es un símbolo que expresa la alegría, junto con la fuerza vital  de sus protagonistas, además de que también es un signo de pertenencia a un grupo humano o una cultura específica que le confiere una identidad .

En un año en que el Papa Benedicto XVI ha denominado "Año de la fe",  el presbítero franciscano destaca que la participación en la Romería "debe motivar a reflexionar en el carácter de peregrino del ser humano, cuyas metas deben ser algo más que los objetivos legítimos de tener casa, vehículo y seguridad en su patrimonio...Debe motivar a que cada quién sepa quién es y adónde se dirige".

EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO