La PGR espera que ratifiquen denuncia por tala clandestina

GUADALAJARA, JALISCO (10/AGO/2012).- La delegación Jalisco de la Procuraduría General de la República (PGR) espera que representantes del Ayuntamiento de Guadalajara presenten la ratificación a la denuncia por poda clandestina que, la víspera, se presentó por el ecocidio perpetrado sobre la Calzada Lázaro Cárdenas.

Según el vocero de la fiscalía, Ulises Enríquez Camacho, las pesquisas se iniciarán una vez que los funcionarios tapatíos cumplan con esta parte del protocolo. Sólo entonces, el agente del Ministerio Público Federal comenzará con los citatorios e interrogatorios (presumiblemente con personal del área de Parques y Jardines), para tratar de encontrar al responsable del atentado.

Estas investigaciones suelen durar entre dos y tres meses, “pero puede ser antes, si es que se tiene una línea de investigación sólida”.

“Alguien tiene que ser el responsable”, expone Enríquez Camacho, quien, pese a señalar lo “complicado” que resulta dar un panorama certero sobre el futuro de la investigación —cuya denuncia se encuentra en el expediente 4252—, asegura que “se deslindarán responsabilidades”.

Confirmado: Tlaquepaque presentó su denuncia ante la dependencia incorrecta

El delito que se cometió el pasado fin de semana sobre la Calzada Lázaro Cárdenas, contra 139 árboles que crecían en territorio de Guadalajara, y otros 47 de Tlaquepaque, es perseguido por instancias federales, y sólo el Ayuntamiento de Guadalajara ha presentado su respectiva denuncia ante la instancia a la que le compete dar seguimiento.

Tlaquepaque, por su parte, lo hizo ante la Procuraduría de Justicia estatal, de acuerdo con el comunicado que envió en días pasados. Dicho texto no muestra el número de expediente en el que se encuentra la denuncia que aseguran haber entregado, cuando el Ayuntamiento tapatío sí lo hizo evidente.

Por esta razón, la PGR esperará el “desglose de incompetencia” que la fiscalía de Jalisco eventualmente les haga llegar, toda vez que esta última se encuentra impedida de dar seguimiento a un tema federal.

El Ayuntamiento, mientras tanto, anunció medidas que pretenden resarcir el daño: en los próximos días se llevará a cabo la forestación de las zonas afectadas en la Carretera a Chapala, con cinco arboles por cada uno de los dañados, lo cual requerirá de una inversión de 470 mil pesos: a 500 pesos por árbol, más costos de la actividad.

Además, prometió incrementar la vigilancia e instaurar un operativo especial para los fines de semana.

Pruebas para la denuncia

Según la denuncia penal presentada por el Ayuntamiento de Guadalajara ante la Procuraduría General de la República (PGR) el 7 de agosto, y que dio pie a la averiguación previa AP/PGR/JAL/GDL/AG1-M2/4252/2012,el valor de los árboles afectados asciende a 160 mil 500 pesos, “cantidad que manifiesto para que, al momento de determinar la presente indagatoria, se condene al o a los presuntos responsables al pago de la reparación del daño”, dice en su exposición la titular de la Sindicatura, María de los Ángeles Arredondo Torres.

La denuncia penal va acompañada, como prueba, de un documento con 40 fotografías que muestran el estado en el que quedaron los árboles luego de las podas extremas y talas ilegales. En éste, la autoridad municipal afirma como el móvil más probable la intención de mejorar la visibilidad de las estructuras publicitarias de los alrededores: “Avenida Lázaro Cárdenas, camellón Sur, entre Colón y 8 de Julio, se evidencia la necesidad de despejar la vista a los espectaculares”.

También se le precisa al Ministerio Público federal la existencia de árboles que habían sido mutilados ilegalmente con anterioridad en el camellón lateral Sur, en el cruce con la calle Garbanzo, y que “ya habían retomado su crecimiento normal, (pero) fueron atacados de nuevo”.

El Ayuntamiento de Guadalajara interpuso ayer una nueva denuncia de los hechos, en esta ocasión ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), para que también ésta intervenga en las indagatorias.

Finalmente, la regidora que preside la Comisión de Medio Ambiente y Ecología, Vanessa Pérez Rubí Rodríguez, dijo que será en la próxima sesión de Ayuntamiento cuando presente una iniciativa para que se emprendan de inmediato los procedimientos administrativos para revocar las licencias de los anuncios espectaculares del sitio, en cuanto se obtengan los primeros avances en las investigaciones, que demuestren la intencionalidad en los ataques por hacer más visibles a los espectaculares de la zona.

Según la Dirección de Parques y Jardines, éste es la segunda agresión de este tipo al arbolado de la ciudad durante esta gestión.

ESPECIALISTAS EXIGEN CASTIGO
Un atentado que produjo  pérdidas totales

Autoridades, especialistas y ecologistas no dudan en calificar las dos podas más recientes detectadas en Tlaquepaque y Guadalajara como un ecocidio que no debe quedar sin castigo. El daño no es menor y, solamente en el caso del ataque de Avenida Lázaro Cárdenas, equivale a cuatro toneladas de masa arbórea, explicó José de Jesús Ruiz Pacheco, coordinador operativo en la Dirección de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Guadalajara.

Ruiz Pacheco fue uno de los responsables de sembrar los árboles que fueron talados la madrugada del lunes pasado. Explicó que la reforestación de la zona comenzó en 1991 con primaveras y fresnos, siguió en 2001 con algunos laureles de la India y en 2006 se plantaron ceibas.

La noticia de la tala ilegal le produjo un “coraje inmenso, por vernos impotentes” y no poder identificar al responsable. Antes, cuando ya se había realizado el despunte de los árboles, “no fueron tan severos y aun así sentíamos la impotencia de no saber quién, pero hoy, que fue una cantidad tan fuerte y se perdió una gran cantidad de volumen de copa de árboles, masacraron totalmente: es como decapitar la vida de un árbol de muchos años, y además (se pierde) el esfuerzo de los trabajadores” de la Dirección de Parques y Jardines de Guadalajara.

Tendrán que ser reemplazados totalmente

Tan indignado como el funcionario está el ambientalista y profesor investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Jaime Eloy Ruiz Martínez, quien califica lo ocurrido en Lázaro Cárdenas como “un crimen ambiental, un ecocidio y un acto vandálico”.

“Eran árboles que a penas emprendían su desarrollo y, por su nivel de fragilidad, con sierras y machetes fueron derribados, porque no fueron podados, sino talados”, expresó el especialista, quien señaló que, con la tala, el árbol pierde sus características de crecimiento normal, es decir, su fisonomía. “El riesgo, si es que lo hubiera, es que surgieran algunos brotes irregulares. Estos árboles deberán ser remplazados totalmente, ése es el problema”.

El profesor investigador de la UdeG pide que se reforeste la zona afectada y se “planteen árboles lo más grandes posible, y hay que protegerlos”.

El inventario de Guadalajara es de alrededor de 600 mil árboles, los cuales no son suficientes, ya que Tlaquepaque y Guadalajara son los municipios con menos áreas verdes en la Zona Conurbada de Guadalajara (ZCG).

Tlaquepaque también ha sido señalado por el secretario estatal de Medio Ambiente, Héctor Eduardo Gómez, como el municipio con menos árboles de la ZCG.

“Tenemos un déficit muy fuerte”, dijo el profesor investigador de la UdeG, quien añadió que desde los años setenta la ciudad ya presentaba “un déficit casi de 70 kilómetros cuadrados de área verde”.

Ruiz Martínez comentó que no hay una política ambiental; de ahí que la Ciudad de México lleve la delantera, ya que tiene más áreas verdes que Guadalajara, “que se quedó rezagada en ese sentido”.

“Desde hace algunos años teníamos la idea errónea de pensar de que Guadalajara era una ciudad muy bonita, pero es muy desigual la ubicación de la cubierta vegetal urbana”, destacó el experto, quien agregó que Guadalajara tiene más cantidad de ozono en la atmósfera que la Ciudad de México, la cual tiene más áreas verdes rescatadas.

LA CIFRA

10 metros cuadrados de áreas verdes por persona hay en Guadalajara; Tlaquepaque no tiene ni siquiera uno

2 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, como mínimo, debe haber en cada ciudad del mundo, según la OMS