Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Jalisco | La Procuraduría busca a los miembros del grupo estudiantil

La FEG todavía es útil para el poder: Sergio Aguayo

El autor de ''La Charola'' explica cómo funciona la organización estudiantil y las razones por las cuales persiste la impunidad

Por: EL INFORMADOR

De acuerdo con la Procuraduría, ninguno de los miembros de la FEG ha respondido a la solicitud de presentación.  /

De acuerdo con la Procuraduría, ninguno de los miembros de la FEG ha respondido a la solicitud de presentación. /

GUADALAJARA, JALISCO (28/DIC/2011).- El pasado 20 de diciembre, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) tomó las instalaciones de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) ubicadas en un segundo piso dentro del Antiguo Hospital Civil. Aquel día, Lino González Corona, vocero de la fiscalía estatal, informó que dicho espacio fue tomado por la dependencia para dar continuidad a las investigaciones en torno a la muerte de los cuatro estudiantes de la Preparatoria 8 y el padre de familia de uno de ellos, quienes fueron encontrados enterrados en inmediaciones del edificio de la FEG, localizado a espaldas de la Escuela Normal. Hasta el momento, los resultados no se han hecho públicos por el hermetismo con que es llevada la averiguación previa.

Un día antes de haber sido tomadas las instalaciones situadas en el nosocomio, el director de los Hospitales Civiles de Guadalajara, Jaime Agustín González Álvarez, había propuesto que este edificio no sólo fuera desalojado, sino también recuperado para destinarlo a actividades médicas, de ser posible, con el uso de la fuerza pública. Pese a que la FEG tiene el espacio en las instalaciones del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde” desde la década de los ochentas, el ex director del nosocomio, Héctor Raúl Pérez Gómez, negó algún vínculo con el grupo. El ahora rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) declaró que “en ningún momento ellos otorgaban información a la administración del hospital ni el tipo de actividad”. Al respecto, el director general de los Hospitales Civiles, Rigoberto Navarro Ibarra definió que una vez sean recuperadas, las instalaciones podrían albergar servicios multidisciplinarios y espacios para jubilados y enfermeras, principalmente.

El mismo día, el secretario general del Gobierno del Estado, Víctor Manuel González Romero, dejó en manos de la Procuraduría la explicación del destino de las instalaciones de la FEG, tanto de las localizadas en inmediaciones de La Normal, como las del Antiguo Hospital Civil.

En cuanto a las indagaciones en torno a la adjudicación del inmueble, ubicado en la Avenida Normalistas, donde se encontraron los cadáveres en dos fosas comunes, indicó que, llegado el momento, será el gobernador Emilio González Márquez quien decida el uso que se dará al predio, y que la UdeG es una de las instituciones que se contempla para recibirlo. Fue precisamente el rector de la alta casa de estudios, Marco Antonio Cortés Guardado, quien al entregar un pliego petitorio tras la manifestación de la comunidad universitaria, exigió a viva voz la desaparición de la FEG.

TELÓN DE FONDO
Evalúan destino de instalaciones


Seguridad, democracia y ciudadanía, tres temas clave para encontrar explicaciones a la coyuntura que vivimos, son especialidades en la carrera académica e intelectual de Sergio Aguayo Quezada. Jalisciense de nacimiento, aunque en un largo exilio en la Ciudad de México, Aguayo Quezada nunca ha dejado de plantear una mirada crítica sobre la tierra donde por primera vez vio la luz.

Aguayo Quezada, investigador del Colegio de México (Colmex) y uno de los intelectuales más prolíficos del país, es referente ineludible cuando se debate la estructura, organización, funcionamiento e ideología de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), la sociedad de alumnos reconocida por la Universidad de Guadalajara (UdeG) hasta la llegada de Raúl Padilla López a la rectoría en 1989.

Su obra “La Charola” es un libro fundamental para entender la complejidad de una organización que logró cuotas de poder en el México autoritario. Sus nexos con el poder, sus actividades plenamente “paramilitares”, sus dudosas fuentes de financiamiento y los mitos que construyen su pasado, son elementos que contiene este libro publicado a inicios del nuevo siglo y que todavía mantiene una vigencia palpable.

En entrevista, el académico habla de la relevancia de esta obra a una década de su publicación, el trabajo de investigación en los archivos secretos de la Dirección Federal de Seguridad y la continuidad de ciertas prácticas de poder que explican sucesos como el ocurrido con el asesinato de los cuatro estudiantes de la Preparatoria 8 y el padre de uno de ellos.

— ¿Cuál es la relevancia del libro “La Charola”, publicado hace una década, en una coyuntura como la que vivimos?

— La importancia la tenemos que rastrear desde la apertura de los archivos secretos que fueron base para la publicación de este libro. El año 2000 planteaba una enorme esperanza democrática, una gran esperanza de transformación de los servicios secretos y de la inteligencia de este país.  

Entrar a los archivos secretos significó un juego “del gato y el ratón”, tuve que plantear adecuadamente la investigación para pedir la información necesaria. También importó que pidiera información sobre el caso de la muerte de Carlos Ramírez Ladewig, y debido a que muchos de los personajes involucrados ya no tenían peso, hacerme llegar de información valiosa fue relativamente más sencillo.

Creo que la relevancia de un texto es comprobar que los resortes de poder estatal y paraestatal se mantienen intactos en un Estado como Jalisco. Lo que más me impactó de aquellos días es la trivialización de la muerte, el poco respeto por la vida; y después de enterarme de lo que pasó con los estudiantes de preparatoria hace unos días, sostengo que la violencia sigue siendo trivializada.

— ¿Cómo explicarnos que la FEG sigue existiendo hasta nuestros días, después de tantos años de debatir la necesidad de su presencia?

— Siguen siendo útiles para el poder. Son eficientes para intimidar y también para mantener a los estudiantes en paz. Esto se relaciona con lo que comentaba anteriormente, el mantenimiento en Jalisco de las reglas del pasado, de la estructura de poder con sus formas y operaciones tradicionales.

Lo vemos con la llegada del Partido Acción Nacional (PAN) al poder, su relación con los sectores y con muchos grupos vinculados al régimen, se mantuvo sin una diferenciación clara. En la izquierda tampoco la alternativa es tan clara. La izquierda en Jalisco, donde milita Raúl Padilla, tiene esa contradicción: por un lado defiende una agenda cultural progresista y de avanzada con eventos tan importantes como la Feria Internacional de Libro; y, por el otro lado, mantienen métodos de poder que son sumamente discutibles. Tanto el PAN como el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se adaptaron a las cuotas de poder que dejó el priismo.  

— El título del capítulo seis del libro es Dos familias y un barrio; ¿cómo explicar que el peso familiar siga siendo tan grande en una sociedad como la tapatía?

— Eso tiene que ver con un tema en el que he trabajado: el capital social, que es un término académico, pero está relacionado con todas esas organizaciones intermedias que buscan incidir en el poder y que logran ser atendidas por los poderes formales. En Jalisco, estas organizaciones todavía no tienen el vigor que poseen en otros lugares como el Distrito Federal. La reproducción del capital social ha sido muy limitada en Jalisco, lo que impacta en la consolidación de la democracia y en la participación de la sociedad civil.

Para concluir, el académico, recordando su juventud en Guadalajara, negó su pureza con relación a los valores autoritarios que fueron parte sustancial del Jalisco de los sesentas y setentas, principalmente.

Por el contrario, el especialista en seguridad, señaló: “Compartía esos valores como la mayoría de los jaliscienses”; y la mirada crítica surge de la distancia y de un proceso de reflexión y estudio que resultan claves para entender el funcionamiento de estos valores y los intereses políticos que los sustentan.

“La Charola” constituye un acercamiento privilegiado a los sucesos que marcaron al Jalisco de la segunda mitad del siglo XX. La obra está agotada en librerías; sin embargo, para los interesados, está disponible en la página de internet: www.sergioaguayo.org. La versión electrónica cuesta 100 pesos y el libro en físico se vende a 150 pesos más gastos de envío.

Procuraduría amplía investigaciones

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ya solicitó órdenes de presentación a miembros de la Federación de Estudiante de Guadalajara (FEG) para que declaren “de manera obligatoria” por el hallazgo de cuatro estudiantes de la Preparatoria 8 y un padre de familia asesinados en las instalaciones del organismo estudiantil.

Tomás Coronado Olmos, primer fiscal del Estado, explicó que las personas a las que se les invitó a presentarse de manera voluntaria no asistieron ante el fiscal que inició la averiguación previa del caso, por lo que ahora solicitó órdenes de presentación “obligatorias” (están siendo buscados por agentes investigadores) contra todos los miembros de este organismo por el homicidios de las víctimas.

“Son procedimientos que el Agente del Ministerio Público determinó, orden de presentación para todos los involucrados en la Federación de Estudiantes de Guadalajara”.

Por lo anterior, a partir de ayer, agentes investigadores del área de Desaparecidos iniciaron la búsqueda de los miembros de la FEG para ser llevados a declarar por lo sucedido.

FRASE

"
(Los integrantes de la FEG) son eficientes para intimidar y también para mantener a los estudiantes en paz "
Sergio Aguayo Quezada,

investigador del Colmex.

PIDE ESCLARECIMIENTO DEL CASO
Mayo Ramírez, a favor de órdenes de presentación


El ex presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), Mayo Ramírez,  y actual regidor de Tonalá por el Partido del Trabajo, apunta, sin dar nombres, que algunos miembros de esta organización estudiantil ya se presentaron ante la Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco. Se manifestó a favor de que a pesar de esto, el agente del Ministerio Público que lleva la investigación sobre los cadáveres encontrados en las instalaciones de la FEG, llame a declarar a quien la institución determine para que se esclarezca el caso.

Mayo Ramírez comenta que entró en contacto con un miembro de la FEG, sin revelar su nombre, quien le dijo que algunos integrantes ya habían ido a la Procuraduría a presentarse, pero que no les tomaron su declaración, sino que más bien fue como una plática o una entrevista, “porque no firmaron las declaraciones. No estoy enterado ni quienes ni a quienes. Desde el principio dije que estoy de acuerdo en que se deslinden responsabilidades”.

El llamado por algunos como el líder moral de la FEG lamentó que en un medio de comunicación se haya dado a conocer que el líder de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López platicó sobre el asunto vía telefónica con el Procurador Estatal, Tomás Coronado Olmos, “yo creo que esa persona nada tiene que ver ni que decir en este asunto, que a parte es enemigo de la organización y de la educación pública. No tiene por qué andarse metiendo”.

Mayo Ramírez reprueba  ese supuesto acercamiento telefónico, “eso deja mucho que desear por parte de la procuraduría”. Apuntó que son cerca de 100 personas las que integran el comité directivo de la FEG, entre ellos presidentes de escuelas y de generaciones.

Respecto a la unidad médica comunitaria que opera la FEG en el antiguo Hospital Civil, informó que ésta ha estado dando sus servicios en un 98 por ciento, ya que la Procuraduría sólo clausuró un área donde se daban clases y todo el equipo de aparatos médicos sigue funcionando.  Mientras tanto el apoderado legal promovió un amparo para que se levanten los sellos de clausura, así como una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, debido a que “la judicial ha ido a amedrentar tanto a los trabajadores como a los pacientes”, aseguró el ahora regidor tonalteca.   

Reclama liberación de edificio

El pasado 22 de diciembre, este diario publicó que el actual regidor de Tonalá, Mayo Ramírez Gutiérrez, aseguró que el edificio que ocupa el organismo estudiantil en el Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, y que fue asegurado en días pasados por la Procuraduría estatal, está legalmente establecido, por lo que reclamó su liberación. Sentenció que las instalaciones pertenecen a la FEG tras firmar  un convenio de colaboración con la fundación Carlos Ramírez Ladewig.

“Como director de la fundación soy de los que estuvo al frente de esa clínica hasta hace dos años que me fui a la regiduría, pero he seguido apoyando a la central médica comunitaria. Es irresponsable lo que declara el director de los  Hospitales Civiles, donde dice que no sirven y que es timada la gente con los exámenes médicos y de laboratorio. Ahí se dan cursos de primeros auxilios, se atienden a cerca de 400 pacientes por semana y tiene los costos más baratos del Estado de Jalisco. Hay cerca de 23 personas trabajando en ella (la clínica)”.

Mayo Ramírez, junto con otros siete miembros del grupo, han sido señalados por aparecer en la nómina de la secundaria estatal 61 “Francisco de Jesús Ayón Zéster”. En el listado de trabajadores del plantel, localizado en la Avenida del Vergel número 2146, en Zapopan, además de Mayo Ramírez, figuran nombres como el de Ismael Olague Valdez, ex presidente fegista, y que de acuerdo con personal de la institución, son “aviadores”.

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