La FEG busca más lugares en el Consejo Universitario

GUADALAJARA, JALISCO.- Por primea vez en años de mantenerse al margen de la política interna de la Universidad de Guadalajara (UdeG), la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), realiza elecciones para renovar su presidencia, recabando votos de los estudiantes de la máxima casa de estudios en Jalisco, al interior de sus instalaciones.

Aunque señalan no haber recibido señales de rechazo por parte de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), los fegistas aseguran tener oposición del personal académico y administrativo de la casa de estudios para que ingresen, tras recordarles que “el único órgano de gobierno y de representación política es el Consejo General Universitario (CGU)”.

Hasta ayer lunes, el ejercicio electoral se realizó en el Centro Universitario de Ciencias Biológico Agropecuarias (CUCBA), mientras que hoy, el Comité Electoral de la FEG acude a la Preparatoria Jalisco y las número dos  – en donde existe un cuantioso sector  estudiantil adepto a ellos-, y mañana, a los bachilleratos número siete, ocho, diez y quince de la UdeG.

De acuerdo con el candidato de unidad de la FEG, Israel Mariscal Quezada, en tanto se renueva la dirigencia, que inminentemente ocupará éste a finales de este mes, aguardan la renovación del Consejo General Universitario, también este mes, y en donde asegura, tener representación política “con una postura crítica y de oposición a la administración actual de la UdeG que encabeza Raúl Padilla López”.

Israel Mariscal Quezada, quien sostuvo diálogos con Carlos Briseño Torres, en los últimos días de su gestión, aseguró que una de sus líneas de trabajo para el próximo periodo de dirigencia fegista, será recobrar su representación política al interior de la Universidad de Guadalajara, y obtener un mayor número de curules en la estructura del Consejo General Universitario.  

Sin embargo, el candidato de unidad, reconoce “la hegemonía” que mantiene la Federación de Estudiantes Universitarios en los órganos de gobierno de la casa de estudios, aunque afirma que “esto se debe a su vínculo con el grupo política de Raúl Padilla López”, e insistió en que los corporativos de empresas
que el aludido preside, y el aparato cultural de la Universidad de Guadalajara, deben ser fiscalizados, y puestos bajo el escrutinio de la opinión pública.