Jalisco mantiene estable el nivel de la deuda

GUADALAJARA, JALISCO (20/OCT/2010).- Al tiempo en que Emilio González Márquez se acerca al cuarto año al frente del Ejecutivo estatal, la deuda del Estado ha pasado de cuatro mil 412 millones de pesos (MDP) en 2007 a un poco más de 13 mil millones hasta junio de 2010. Esto significa que la Entidad debe, en términos absolutos, tres veces más recursos en comparación con las cuentas que dejó Francisco Ramírez Acuña al término de su administración.

Sin embargo, en términos relativos la deuda se ha mantenido en porcentajes similares desde el año 2000. Al inicio de la administración del hoy diputado federal, Francisco Ramírez Acuña, los pagos por concepto de servicio de deuda, es decir, los intereses y el abono a capital mensuales requeridos para el otorgamiento del crédito, constituían 1.77% del presupuesto total, un poco menos de 500 MDP. Para 2009, el Estado desembolsó 927 MDP, 1.34% de los fondos anuales que maneja el Gobierno de Jalisco. Así, a pesar de que las obligaciones de pago por concepto de deuda se han duplicado en ocho años, el presupuesto global de la Entidad se ha incrementado en una proporción mayor, alrededor de 60 por ciento.

En relación con la economía global del Estado, los niveles de deuda superan la media nacional. En México, las entidades federativas presentan pasivos que rondan los dos puntos porcentuales del Producto Intero Bruto (PIB), mientras que Jalisco se encuentra seis décimas por encima del promedio nacional. Nuevo León o Michoacán rebasan 3% de endeudamiento con respecto al PIB.

Un dato fundamental para dimensionar el endeudamiento, es comparar cuánto debe cada habitante de un determinado Estado. A junio de 2010, cada jalisciense tiene una deuda de dos mil 500 pesos. Este dato coloca a Jalisco en la octava posición entre los distintos estados a nivel nacional, detrás de Nuevo León  y el Distrito Federal que son las entidades más endeudadas, con seis mil 480  y cinco mil 450 pesos por habitante, respectivamente.

Tras un repaso de las cuentas estatales, es interesante visualizar en qué se ha gastado toda la deuda que ha adquirido el Estado en los últimos años. Por ejemplo, la Entidad sigue acarreando préstamos que datan de hace más de 15 años, como una deuda existente por más de 100 millones de pesos para semaforización de julio de 1992, o 414 millones pedidos en 2003 para concluir tramos carreteros. Así también, se aprecia la renegociación de la deuda referente al crédito pedido para la construcción de la

Línea dos del Tren Ligero que concluyó a mediados de los noventa. Según los créditos negociados por el Gobierno estatal, los préstamos vencen hasta finanles de la década de 2020.

A pesar de que la deuda siempre implica una carga de intereses para el Estado, Jalisco está posicionado en términos positivos en relación a los estándares que marcan los prinicipales organismos internacionales a nivel mundial. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las economías que pueden acceder a créditos constantemente son aquellas con un mercado interno dinámico que permitan una recuperación económica ágil, así como índices de estabilidad macroeconómicas que no produzcan condiciones propicias para inflación o desajueste financieros. Ante esto, el FMI recomienda que el endeudamiento no supere 6% de la economía nacional, lo que es más del doble de los niveles que presenta Jalisco en 2010. 

Opinión del experto

Los préstamos pueden ser positivos, sin intenciones electoreras

Ignacio Román, académico del Departamento de Economía, Administración y Finanzas del ITESO, señala que el problema para los estados no es adquirir una deuda, sino saber cómo se va generar riqueza para poderla pagar, además agrega que el problema es si los recursos de la deuda se utilizan de una forma que no está clara y si tampoco existe una función de responsabilidades específicas sobre la eficiencia del uso de recursos.

El monto de cuánto se debe endeudar un Gobierno estatal depende de su situación financiera. Considera que no está mal que un Estado “pida prestado”, siempre y cuando se genere una deuda relativamente pequeña y que pueda rentabilizarse a un mediano plazo, y que además sea para beneficiar de forma directa a la población, como al implementar programas permanentes de educación, de salud o para un buen diseño de transporte público.

A su parecer, las inversiones que están encaminadas a resolver problemas de manera parcial o a corto plazo son dudosas en la contratación de deuda: “Cuando hacemos un puente y se inunda porque está mal hecho y hay que rehacerlo, o cuando los proyectos de vialidad sólo solucionan un problema a corto plazo para no tener coches, pero en tres años habrá más, resulta que es insuficiente (la inversión)”.

Subraya el académico que para que los créditos adquiridos por los estados sean vistos como positivos, deben pensarse en proyectos necesarios con licitaciones transparentes para que no se generen procesos corruptos,  pero sobre todo que no existan fines electoreros de por medio.

Román analiza que lo más recomendable es que los recursos que se adquieren a través de un mayor endeudamiento sean destinados para mejorar y crear obra pública y no para cubrir los pagos de nómina. “Pero todo depende de qué tipo de nómina, porque si es para equipar centros de salud y que permita mejor servicio al contratar a más personal, pues yo no lo veo mal”. Considera que si la deuda no genera un impacto social que eleve el nivel de vida de la población y que permita mayor sustentabilidad a largo plazo, es una deuda mal contratada.

Concluye que en el país hay un problema de ineficiencia administrativa porque se da un subejercicio de recursos, ya que  éstos fluyen lentamente en los primeros meses del año y en los meses finales  se usan los mismos. “Una deuda puede ayudar mucho, pero a la vez destruir. Es positiva si permite contribuir a una mejor distribución del ingreso, a crear patentes, desarrollar tecnología o aumenta el mercado interno, por ejemplo”.

Pretenden mil 400 MDP

Finanzas gestiona recursos federales

Jalisco enfrenta un problema serio para sacar adelante la obra pública planeada para este año. Se programaron recursos que vendrían de la Federación y, con base en las tendencias, la expectativa es que no pudieran llegar, la Secretaría de Finanzas (Sefin) gestiona mil 400 millones de pesos en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) antes de buscar un crédito y endeudar más al Estado.

Las prioridades en infraestructura son las obras del Fondo Metropolitano y del Fondo Complementario para el Desarrollo Regional (Fondereg), de acuerdo con Martín Mendoza López, titular de Sefin.

“¿Qué hacer para alcanzar a atender esas grandes prioridades?, gestiones en Hacienda para ver cómo nos apoyan, y si no, pues tendríamos que llegar a la segunda etapa, que es un crédito; y si no hay resultados, sigue la peor opción: detener las obras hasta que tengamos fondos”, explica el funcionario.

De no tener resultados en Hacienda, aún no está claro cuándo plantearían el crédito a los legisladores.

“Habrá que dialogar con los diputados, si vamos (con un crédito) por la infraestructura que requiere Jalisco o si nos esperamos a que haya el dinero que se requiere. Siempre cuidando de no endeudar al Estado más allá de sus posibilidades y que sea factible pagar”.

La caída presupuestal ocurre porque del fondo que el Gobierno Federal distribuye a las entidades, no llegarán mil 400 millones de pesos (MDP) a Jalisco.

“Crearon expectativas de que las participaciones pudieran tener una tendencia creciente y no se está dando, se tomaron consideraciones de que podría haber recursos de excedente de petróleo y se programaron 440 MDP, no ha llegado un peso. Y todo lo que es excedente de petróleo su destino es infraestructura, ¿qué se hizo? Se programaron las obras y no han llegado los recursos y es lo que nos tiene en este margen de riesgo”, apunta el secretario.

Por su parte, la recaudación del Estado va como fue planteada, e incluso podrían obtener 50 MDP u 80 MDP más.

Si no alcanzaran los recursos disponibles del Estado, buscarían de los mil 400 MDP, por lo menos, 180 millones para el Fondo Metropolitano y 180 MDP para Fondereg.

Martín Mendoza López reconoció que han llegado cuatro mil 800 MDP más por parte de la Federación, pero ya vienen etiquetados, “es como el dinero de papá en una casa, sólo lo ves pero no puedes tocarlo”.