Invocan leyes federales para detener invasiones en Chapala

GUADALAJARA, JALISCO (20/MAR/2013).- Con que se respeten las leyes es suficiente para evitar las invasiones al territorio del Lago de Chapala. La organización civil “Sí al Lago de Chapala. No al nuevo Acueducto” emitió el 3 de marzo una queja por las ocupaciones que, afirma, están dentro de la laguna. En el documento, dirigido al Ayuntamiento, a la Comisión Estatal del Agua (CEA) y a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), este grupo ciudadano pide que se apliquen las leyes que existen para defender el vaso lacustre, tras la apertura del malecón de San Antonio Tlayacapan, que el municipio asegura que fue concretada gracias a acuerdos con la Conagua.

Carlos Rosales, vocero de la organización civil, lamenta que esta obra haya concluido: “Se sienten los dueños del municipio cuando gobiernan; emiten permisos brincándose los reglamentos”.

Rellenar los humedales, ríos y lagos de la nación es un delito ambiental que se sanciona con multas hasta por 20 mil días de salario mínimo. Por ello, las autoridades municipales que, “en exceso de sus facultades”, avalan la construcción de infraestructura (turística o no) al interior de la zona protegida de cualquier cuerpo de agua, se convierten en “delincuentes”, opina, por su lado, la doctora en Derecho ambiental Raquel Gutiérrez Nájera, al lamentar la inacción de la Conagua, la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) o la propia Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales).

Desde su óptica, tan “pasiva” es la actuación de esas tres instancias que el Lago —protegido por la convención internacional Ramsar— no sólo ha sido invadido por particulares, sino en esta ocasión también por el Ayuntamiento de Chapala.

La experta recuerda el caso de los malecones de Mezcala y de San Juan Cosalá (ambos también requirieron “rellenar” con tierra y escombro), que se construyeron sin presentar una evaluación de impacto ambiental, lo que las convierte en obras “totalmente ilícitas”. El proyecto del malecón en San Antonio Tlayacapan fue sometido en 2011 a un proceso de consulta pública en el cual participó Gutiérrez Nájera; las conclusiones fueron negativas entonces.

El problema radica en que los límites del vaso lacustre no están definidos. Desde 2010 la Conagua informó que estaba por concluir un mapa de georreferenciación que permitiría conocer la dimensión natural del Lago y, por lo tanto, las invasiones, pero la delegación local de esa dependencia ha decidido tampoco hablar de este tema.