Investigan concesión del Rastro de Aves de Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (09/MAY/2011).- El Ayuntamiento de Guadalajara investiga la concesión de su Rastro de Aves, la que se encuentra en manos de una empresa privada desde hace 10 años y que, pese a notificarle pérdidas económicas a la autoridad municipal en ese periodo por nueve millones 235 mil 399 pesos, busca mantener la prestación del servicio por otro lapso igual o incluso mayor de tiempo, ahora que el contrato está a punto de perder vigencia.

La empresa concesionaria Rastro de Aves de Guadalajara está obligada a entregar al Ayuntamiento tapatío 3% de todas sus ganancias como contraprestación, en una década (del año 2001 a 2010) esto le representó a las arcas públicas apenas 24 mil 273 pesos.

El Rastro de Aves tuvo ingresos durante todo este tiempo por 137 millones 721 mil 682 pesos (es decir, un ingreso promedio anual de 13.7 millones de pesos). Sin embargo, sus gastos —principalmente los de operación— llevan a la empresa a reportarle a la autoridad municipal haber tenido utilidades tan sólo en dos años: 2002 y 2004, en el primero con 539 mil 918 pesos, de los cuales 16 mil 197 fueron para el municipio; en el segundo, 269 mil 220 pesos, pero sólo ocho mil 076 pesos para las arcas públicas.

Ante esta situación, la Dirección del Rastro Municipal de Guadalajara le notificó a la Comisión de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento la necesidad de que la empresa brinde copia de sus declaraciones anuales fiscales para constatar estas finanzas reportadas, pues incluso, del año 2008 a 2010 sólo hizo llegar copias de los estados de resultados emitidos por su propio sistema contable.

La empresa también le paga al Ayuntamiento 27 mil pesos mensuales como renta por la concesión. Esta cantidad, a decir de la Dirección de Rastro Municipal tapatía, está muy por debajo de las necesidades de la autoridad municipal: “Se sugiere un incremento en el monto de la renta de la concesión mensual para que quede de aproximadamente 200 mil pesos, ya que la renta actual no alcanza a cubrir la depreciación del mobiliario y equipo que se concesionó, así como tampoco el porcentaje de las utilidades estipulado cubre las depreciaciones del bien inmueble en concesión, mucho menos cuando en el transcurso de los últimos 10 años se han declarado pérdidas, evitando así que la renta estipulada sea costeable para el Ayuntamiento”, dice el documento.

La concesión a favor de la empresa Rastro de Aves de Guadalajara debió terminar el 19 de enero de 2011, sin embargo, el Ayuntamiento aprobó el 13 de enero la prórroga prevista en el propio contrato por 120 días más para valorar la solicitud de renovación que hizo la compañía.

La presidenta de la Comisión de Servicios Públicos Municipales, Karen Lucía Pérez Padilla, explica que la autoridad debe analizar y responder de manera fundamentada la petición de la empresa que busca seguir con la concesión, para aprobarla en caso de ser conveniente o, de no serlo, desecharla y convocar a una licitación pública que permita la entrada de nuevos competidores y que pudieran ofrecer mejores prestaciones para el municipio.

Como parte de la prórroga se instruyó a la Sindicatura tapatía para que investigue las condiciones en que se ha desarrollado la concesión en sus aspectos jurídicos a lo largo de esta década, no sólo para confirmar o descartar incumplimientos, sino para encontrar deficiencias que pudieran mejorarse bajo un nuevo contrato.

No obstante, debido a que la Sindicatura no concluyó con dicho informe, la Comisión de Servicios Públicos aprobó un dictamen para que el próximo 12 de mayo se autorice otro plazo de 30 días —ahora sí improrrogable— para llegar a una determinación final.

En este mismo acuerdo de la Comisión se instruye a la Contraloría Municipal para que participe en la investigación de la concesión, pero más concentrada en sus aspectos financieros.

PARA SABER

Las inquietudes alrededor de la concesión del Rastro de Aves de Guadalajara no son nuevas. Durante la administración municipal 2007-2009, fue el entonces regidor Pablo Vázquez Ramírez, quien expresaría su percepción sobre posibles irregularidades.

“Para mí es muy generoso este concesionario, en un negocio que cada año reporta pérdidas. Yo hubiera dicho desde hace mucho tiempo: ‘Ahí está su rastro, yo no quiero saber nada por las pérdidas económicas’” (EL INFORMADOR 24/6/2008).