Instituto en estudio agilizaría la depuración en las policías

GUADALAJARA, JALISCO (25/ABR/2011).- La creación del Instituto de Formación Policial y Control de Confianza del Estado le permitiría a Jalisco y a sus fuerzas de seguridad pública desprenderse del grupo de entidades federativas más rezagadas en la depuración de sus corporaciones, donde lo ha posicionado el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ( SNSP) en sus reportes de diciembre de 2010 y abril de 2011.

Es el autor de la iniciativa de ley para su creación, el diputado Abraham González Uyeda, quien sostiene la conveniencia de concentrar las tareas de capacitación y evaluación de los elementos de todo el Estado en un solo ente para poder hacer frente así a la obligación que marca la Ley General del SNSP para implementar las pruebas de control de confianza al universo de oficiales en Jalisco (antes del 2 de enero de 2013).

El Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza que actualmente está implementando estas pruebas pasaría a formar parte del Instituto, el cual, propone el diputado, también podría aprovechar para su conformación el personal que labora en estos momentos en academias del Estado y los municipios, esto, pues las labores de formación y capacitación policial pasarían a ser competencia exclusiva del nuevo órgano.

La iniciativa de ley contempla para el Instituto la existencia de áreas de formación especializadas en la integración de células altamente capacitadas para el combate a los grupos de la delincuencia organizada, lo que responde al incremento de su actividad en el Estado y la metrópoli. 

El Nuevo Modelo Policial que se promueve a nivel nacional por parte del Gobierno federal y al que se ajusta este Instituto propuesto, considera la implantación para todos los cuerpos de seguridad en el país de una Carrera Policial con procesos homogeneizados, que formalmente se denomina Sistema Integral de Desarrollo Policial (Sidepol) y que cubre todas las etapas por las que pasa un elemento: reclutamiento, selección, ingreso, desarrollo, ascenso y separación del cargo de los elementos.

El Instituto de Formación Policial para Jalisco, por lo tanto, vendría a facilitar la adopción de este nuevo esquema único como eje rector en la conformación de cuerpos de seguridad más confiables y profesionales, no sólo frente al reto del crimen organizado sino al incremento de la incidencia delictiva del fuero común (la tasa de delitos por cada mil habitantes creció de 10.64 en 2009, a 12.56 en 2010, una diferencia de 18%).   

“Deterioro estructural”

El mismo Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, ha diagnosticado como uno de los factores del “deterioro estructural” de las policías municipales, “la falta de homologación y estandarización en materia de ingreso, capacitación y operación, aunada, en algunos casos, al reducido número de integrantes en las instituciones municipales, (lo que) las han vuelto proclives a la cooptación, corrupción e infiltración por parte del crimen organizado”.

La Policía en México, señala el Presidente, “a lo largo de su derrotero institucional, no había tenido un modelo policial claro, ya que existe una especie de patrón inercial de prácticas policiales desarrolladas a lo largo de décadas”.

La capacitación policial la destaca por el “gran rezago” que presenta, lo que se traduce en que “alrededor de 80% de las academias de formación de policías preventivos que existen en el país fueron fundadas después de 1980, gracias a esfuerzos aislados que resultaron en programas de estudio carentes de criterios homologados a nivel nacional, en términos de perfiles, funciones y jerarquías”.

En la iniciativa que fundamenta el planteamiento del Instituto para Jalisco, concluye el legislador estatal:

“Se considera conveniente que la totalidad de cuerpos policiales, estatal y municipales, reciban su adiestramiento, capacitación, formación, selección, evaluación y acreditación sólo en este instituto para unificar principios de actuación e inculcar la misma ética de servicio y responsabilidad, que permita crear el perfil único de alto rendimiento en nuestros policías, esto ayudará a perseverar en nuestra lucha contra la delincuencia”.

De lograrse, termina, se eliminará “la discrecionalidad o criterios que actualmente se utilizan para el ingreso de un policía”. La iniciativa se encuentra en estudio de las comisiones de Puntos Constitucionales, Seguridad Pública y Trabajo y Prevención Social.