Indígenas buscan empoderamiento tras migrar a Jalisco

ZAPOPAN, JALISCO (09/JUL/2016).- Provenientes de las etnias mazahua y purépecha, Cristina y Marta han enfrentado discriminación y maltrato por años, sin embargo, eso les ha servido para labrar un camino de lucha por el empoderamiento indígena.
 
Las dos mujeres llegaron a este municipio hace poco más de dos décadas, donde ahora son lideresas, al defender la causa de numerosos hogares.
 
Representan al menos 250 familias del grupo mazahua asentado en Zapopan, en el caso de Cristina, mientras que Marta a 450 hogares purépechas, por lo que son capacitadoras de quienes tuvieron que migrar, como ellas a esta ciudad, para mejorar sus vidas.
 
En esta lucha han encontrado el cobijo de algunos programas gubernamentales, entre ellos el denominado "Confeccionando historias", que nació en febrero de este año en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia ( DIF) Zapopan, con la finalidad de promover el respeto a los derechos indígenas.
 
Cristina Apolonia Martínez Hernández, indígena mazahua del Estado de México, comenta que llegó en 1986 a Jalisco sin hablar nada de español y desde entonces empezó a enfrentar la discriminación.
 
"Tengo seis hijos, tres nacieron en mi pueblo y tres aquí, pero para poder meterlos en las escuelas fue mucho problema porque las mismas mamás de otros niños decían que no querían que sus hijos convivieran con indios", señaló.
 
Recalcó que fue cuando empezó su lucha, primero para aprender a hablar español y luego para defender a sus hijos.
 
"Ahora mi compañera y yo somos miembros de la Red de Promotoras de los Derechos Indígenas (Prodemi). Tenemos siete años caminando, trabajando como defensoras de los derechos de la mujer indígena en Jalisco", dijo.
 
Añadió que cada dos meses van a la Ciudad de México a la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (Conami) para recibir capacitación porque representan a familias de 10 etnias indígenas establecidas en Jalisco como mazahua, purépecha, wixárika, otomíes, triquis y nahuas.
 
Refirió que para sobrevivir venden sus artesanías, ropa bordada y ahora, el DIF Zapopan les otorgó un local en el mercado municipal para vender platillos típicos de sus pueblos como mole con arroz, huaraches, tortilla azul y blanca, así como quesadillas de flor de calabaza.
 
Por su parte, Marta Iris Hernández González, purépecha de Michoacán con cinco hijas, resaltó su interés por apoyar a gente de su comunidad y de otras etnias, con el fin de que las indígenas que llegan y las que ya tienen tiempo aquí aprendan a defenderse y sepan cómo salir adelante.
 
Mencionó que su aporte en la cocina es hacer platillos típicos de su comunidad, así como realizar artesanías y ropa bordada para venderla en puestos fijos y en las ferias que se hacen en esta ciudad.
 
Por otra parte, el psicólogo León Delgadillo Rosas, del Departamento de Paz y Desarrollo de Habilidades Comunitarias del DIF Zapopan, indicó que el objetivo de "Confeccionando historias" es apoyar a las comunidades indígenas, fomentar su emprendurismo, así como los proyectos autogestivos.
 
Puntualizó que apoyan a Marta y a Cristina con un espacio y el material necesario para el funcionamiento de una cooperativa, porque son mujeres indígenas empoderadas, que ya están organizadas, que dirigen grupos étnicos y que pueden hacer mucho por sus comunidades.
 
"Aunque ya tienen un modus vivendi en la ciudad, algunas son trabajadoras domésticas, otras comerciantes, en el caso de estas mujeres tienen mucho interés de tener más oportunidades y seguir en la cooperativa de acuerdo a sus necesidades", apuntó.
 
Cristina y Marta ahora también están al frente de la cooperativa y con el apoyo del DIF Zapopan proyectan capacitar a más mujeres indígenas, tanto en temas como de sexualidad y reproducción, talleres de corte y confección, así como otras actividades que les sirvan para salir adelante.
 
De acuerdo con un registró de 2013, Zapopan sumaba 22 mil 155 indígenas de diferentes etnias, lo que lo convierte en el municipio con mayor número de población de este sector en Jalisco.