Inconcluso, Atlas de Riesgo por volcán

GUADALAJARA, JALISCO (16/JUL/2015).- Hace “millones de años” fui dueño de estas tierras, sostiene don Antonio Alonso Ocegueda, quien vive en las faldas del Volcán El Colima y se resiste a la evacuación ante la actividad del coloso. “La comunidad (de La Yerbabuena) está en resistencia, no nos iremos”.

De chico, sus padres lo dejaban amarrado de un árbol mientras sembraban. Hoy tiene 61 años. “Traigo energía positiva y ayudo a que menos gente muera. Cuando hago esto —levanta los brazos— jalo energía de arriba. ¡Siéntela y vívela…! —recomienda—. ¡Ya está en mi cuerpo! Trabajo directo desde el cosmos y no hay ley que me pueda tronar”.

En Jalisco suman 62 localidades en riesgo ante explosiones del volcán, ubicadas en cinco municipios: Tonila, donde habita don Antonio, Zapotiltic, Tuxpan, Zapotitlán de Vadillo y San Gabriel. El problema es que el Inventario de Peligros de Protección Civil del Estado revela que no se ha determinado la vulnerabilidad social y física de los habitantes, que están expuestos a la caída de cenizas, flujos piroclásticos, derrumbes y avalanchas, manantiales calientes, emanaciones de vapores, fallas y fracturas.

Existe un Atlas de Riesgo integrado por tres factores o unidades: el peligro, la vulnerabilidad y la exposición de las personas, pero hace falta actualizar el último concepto, a pesar de que el gobernador Aristóteles Sandoval se comprometió a concluir el documento y modernizar las bases de Protección Civil en los municipios prioritarios; sin embargo, varios ayuntamientos incumplen.

En la zona del Volcán El Colima, ante un riesgo inminente, serían 11 mil las personas que deberán ser reubicadas ante una fuerte explosión.

Ayer, el secretario general de Gobierno, Roberto López, informó que de los 170 evacuados el fin de semana sólo permanecen 44 en albergues. Sobre el resto, algunos se fueron con familiares y otros regresaron a sus hogares. Se resisten a pesar de los riesgos.

“Nosotros estamos acostumbrados al volcán”, asegura Agripina Ramos, representante de Juan Barragán (Tonila), quien vive de comer nopales y tortillas. Allí residen 80 personas con sus vacas, gallinas y perros. “Si le toca a uno morir ni modo”.

La Secretaría de Educación terminó el ciclo escolar sin afectaciones, señala su titular Francisco Ayón. También se descartan daños en el campo, pero se realizan pruebas de contenido de toxicidad de la ceniza caída en los abrevaderos, declara Héctor Padilla, secretario de Desarrollo Rural. La Comisión Estatal del Agua y la Secretaría de Salud no reportan afectaciones.

Por la actividad del coloso se determinó evacuar un perímetro de 12 kilómetros partiendo de las faldas del volcán. Mientras tanto, las lluvias levantaron una alerta ante posibles avalanchas de material y desplazamientos de las laderas.

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