Jalisco | “Para nosotros diario hay crisis y enfermedades… aquí hay mucha pobreza extrema” Imparables, muertes materna, fetal e infantil en México Persisten las carencias en servicios de salud en comunidades alejadas de zonas urbanas, donde la falta de recursos impide el traslado a hospitales de especialidades Por: EL INFORMADOR 9 de junio de 2009 - 05:50 hs Tercera parte La “medicina” de Tereso para la debilidad era una bebida energizante. Creía que así aliviaba los síntomas de la anemia que consumía su cuerpo. Ante la falta de servicios médicos de especialidad en la Zona Norte de Jalisco, murió en una terrible agonía a los 16 años de edad, cuando iniciaba 2009, año en que recrudecían los efectos de la crisis económica mundial. Es el ejemplo de la marginación en la que está sumergida la población alejada de zonas urbanas. Entre la recesión económica y los impactos de la epidemia de influenza humana en el país, Lucía Díaz Jiménez, habitante de Santiago El Pinar, Chiapas, uno de los municipios con mayor pobreza alimentaria, ni se espanta: “Para nosotros diario hay crisis y enfermedades… aquí hay mucha pobreza extrema”. Esta población se localiza en las montañas del Norte de Chiapas. El 16 de febrero de 1996, los representantes de los gobiernos estatal y federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), firmaron los acuerdos de San Andrés Larráinzar sobre “derechos y cultura indígena” y en consecuencia se aprobó la iniciativa de ley para la creación de 33 nuevos municipios, entre ellos Santiago El Pinar (1999). Doña Lucía cuenta que en su población se dedican al campo; al café en grano y al maíz, “pero el café no siempre sale y es el mejor pagado. Muchos salen a buscar trabajo a donde sea para sobrevivir. Algunos han salido de jornaleros para el Norte del país, pero aquí se trabaja de las siete de la mañana a las cuatro de la tarde pa’ que ganen sus 30 ó 50 pesos diarios que se van en comida y medicinas; se ponen una buena friega y se gana lo que se trabaja durante todo el día… se vive al día”. Refiere que el apoyo de las autoridades para combatir la pobreza “es muy poco. El año pasado dieron pequeñas viviendas, pero les llegan sólo a una parte. También han llegado tinacos y pavimentación, pero a muy poquitos. El problema más grave es por las enfermedades en niños y ancianos. Aquí hay una doctora en el centro de salud, pero faltan medicamentos —suelta una tímida risa—, en ocasiones hay que comprar medicinas porque no hay gratis en el centro de salud y uno no tiene centavos. Imagínese, no tiene uno pa’ comer y quieren que tengamos pa’ medicinas. Cuando no se tiene dinero, la gente se va caminando al hospital de San Andrés Larráinzar, en donde hay medicinas pa’ los que tienen Seguro Popular; hay mucha gente en este programa. Los niños son los que más se enferman por infecciones, diarrea, vómito y tos, hacen falta medicinas porque mueren seguido por estas enfermedades, incluyendo a sus mamás cuando están embarazadas”. Las comunidades indígenas lideran el sector de la población sin derechohabiencia a los servicios de salud, convirtiéndose en un “foco rojo”. Siete millones 094 mil 608 personas se encuentran en esta situación, indica el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, lo que representa 72.5% de este sector. “Lento avance” Del “lento avance” en la reducción de muertes materna e infantil en México, que enfatiza la inédita evaluación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), presentada en octubre de 2008, anualmente en el país fallecían mil 300 mujeres por causas relacionadas con la maternidad, de acuerdo con el Informe Avance 2005 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Sin embargo, la Asociación Maternidad sin Riesgos asegura que al año ocurren dos mil muertes maternas por complicaciones durante el embarazo o el parto. Las principales causas son las hemorragias y las eclampsias (hipertensión durante el embarazo; se caracteriza por convulsiones y estados de coma, síntomas que la diferencian de la preeclampsia, que es la manifestación de hinchazón, presión sanguínea elevada y aumento repentino y rápido de peso, así como presencia de proteína en la orina). El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) no cuenta con estadísticas 2008 de muertes maternas (ocurridas durante el embarazo, en el parto o en el puerperio), pero 75% se concentra en 12 de las 32 entidades federativas, principalmente en el Centro y Sureste del país. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), revela que cada año, aproximadamente siete mil niñas y niños de México no cuentan con el beneficio y el derecho de tener una madre viva y sana que asegure su supervivencia y desarrollo: “La mortalidad materna y la mortalidad perinatal son manifestaciones evidentes de inequidad y discriminación de las mujeres, más que un problema de salud pública”. “Focos rojos” en el Estado de México y en Quintana Roo En 2006 se registraron 114 muertes maternas en el Estado de México, cifra que se incrementó a 130 en 2007 (INEGI). La tendencia no se ha podido revertir, pues en 2008 se documentaron 150 decesos, confirma Raúl Martínez Corres, de la Secretaría de Salud estatal. Quintana Roo tampoco logra reducir la incidencia: en 2006 reportó 11 casos; en 2007, 13 casos y el año pasado la cifra se elevó a 18. Veracruz, Distrito Federal, Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas, Tabasco, Hidalgo, Yucatán, Nuevo León, Morelos, Coahuila, Aguascalientes, Campeche y Puebla, a pesar de los “esfuerzos” que destacan autoridades estatales, mantienen la incidencia de manera general. Chihuahua, San Luis Potosí, Sonora y Chiapas registran una disminución importante entre 2007 y 2008: 2006 2007 2008 E. de México 114 130 150 D. F. 137 128 En proceso Veracruz 75 102 En proceso Chiapas 79 78 65 Jalisco 78 50 52 Chihuahua 43 46 25 Guanajuato 46 37 38 San Luis Potosí 20 30 18 Tamaulipas 47 22 32 Tabasco 23 27 En proceso Sonora 23 22 14 Hidalgo 27 30 29 N. León 29 24 22 Yucatán 12 23 21 Morelos 14 18 En proceso Coahuila 16 16 16 Quintana Roo 11 13 18 Aguascalientes 13 6 9 Campeche 10 4 7 * Fuente: Estadísticas de Mortalidad del INEGI. ** Fuente: Secretarías estatales de Salud. Para saber: Por no contar con sistemas electrónicos de información pública, no fue posible conseguir estadísticas 2008 de Baja California, Baja California Sur, Colima, Durango, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala y Zacatecas. Puebla cuenta con este sistema, pero no turnó información al respecto. Los datos de 2008 fueron obtenidos mediante leyes de transparencia en las secretarías estatales de Salud. Los registros son preliminares y las defunciones podrían aumentar, lo que significa que si en 2006 el INEGI registró mil 202 muertes maternas y mil 157 en 2007, las estadísticas 2008 obtenidas vía transparencia adelantan que permanecerá la incidencia en México, un revés a uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que firmaron países para disminuir problemas de impacto mundial —en este renglón se pretende reducir la incidencia en tres cuartas partes, entre 1990 y 2015—. “La muerte de una madre puede ser especialmente devastadora para los niños que deja atrás, pues para ellos aumenta el riesgo de caer en la pobreza y de ser víctimas de explotación”, revela un documento de la ONU. “El acceso universal a la atención de la salud reproductiva, incluida la planificación familiar, es el punto de partida para la salud materna”. El INEGI realiza la recolección de datos 2008, que serán publicados a finales de este año. Opacidad De las entidades federativas que no cuentan con sistemas electrónicos de solicitudes de información, el INEGI tiene el registro 2006 y 2007; se muestra un aumento en muertes maternas en Oaxaca, Baja California Sur y Sinaloa: Estado 2006 2007 Guerrero 81 61 Oaxaca 54 67 Puebla 59 63 Michoacán 50 36 Sinaloa 23 30 Querétaro 23 23 Baja California 26 25 Durango 22 13 Zacatecas 16 10 Tlaxcala 14 6 Nayarit 8 6 Baja California Sur 4 8 Colima 5 3 Poco avance en reducción de muerte fetal La pobreza, la falta de unidades médicas y la edad convergen en la estadística de muertes materna y fetal, tanto en comunidades indígenas como en zonas urbanas. Hay un alto riesgo en menores de edad y mayores de 40 años durante el embarazo, sobre todo si no existe el debido control prenatal. Parece increíble, pero el Centro de Atención a Adolescentes Embarazadas del Hospital Civil “Juan I. Menchaca” de Guadalajara, registró cuatro atenciones de alto riesgo en menores de 10 años de edad entre 1998 y 2007. Uno de los casos causó impacto entre especialistas: una pequeña de 10 años que acompañaba a su mamá a trabajar en el área de aseo de la central camionera quedó embarazada de uno de los choferes, que abusó sexualmente de la niña ante el descuido de la madre. La pequeña recibió atención médica oportuna y el bebé pudo nacer, pero no se denunció la violación ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, pues la mujer temía quedar sin empleo y ocultó el delito contra su hija. La pobreza la orilló a tragarse la injusticia. ¿Cómo es posible que una niña de 10 años quede embarazada? Ileana Romo Huerta, titular del Centro de Atención a Adolescentes Embarazadas del Hospital Civil de Guadalajara, detalla: “Cuando empieza la menarquia (aparición de la primera menstruación), el aparato genital femenino indica que el cuerpo está listo para engendrar a nivel hormonal. La menarquia se presentaba entre los 16 y 18 años antiguamente, pero se acortó en promedio a los 10 u 11 años en la actualidad. Lo anterior implica que las menores de 10 años pueden quedar embarazadas, aunque hay niñas que han reglado desde los ocho años y también están en posibilidades de quedar en etapa de gestación”. La especialista enfatiza que “el cuerpo de las niñas no está en edad apta, físicamente, para tener un hijo. Todos los embarazos de menores de edad son de alto riesgo, hay peligro de que la madre o el feto pierdan la vida, sobre todo cuando no se maneja un control prenatal”. En el primer trimestre de 2008, la Delegación Jalisco del IMSS reportó 21 atenciones a menores embarazadas entre 10 y 14 años. El abuso sexual encabeza la incidencia, pero hay ginecobstetras que atienden embarazos “donde la relación fue con el consentimiento de la menor”. El argumento médico es que tienen una “fisiología” superior en comparación con otras niñas de 10 años. También hay menores prostituidas por adultos. De acuerdo con el Código Penal de Jalisco –similar al de otras entidades en México–, aunque la menor consienta el acto sexual, este hecho se califica como violación en su artículo 176: “Se considera violación todo caso en que la cópula o la introducción vaginal o anal de cualquier objeto o instrumento con fines eróticos sexuales se realice con menor de 12 años, o persona privada de razón o de sentido, o cuando por enfermedad o por cualquier otra causa no pudiere oponer resistencia”. El artículo puntualiza: “Si la persona ofendida fuere menor de 10 años, la sanción será de 12 a 18 años de prisión” para el agresor. En zonas indígenas existe impunidad al respecto. La incidencia en muerte fetal es un problema de salud pública en México. Mientras que en 2006 se registraron 23 mil 986 fallecimientos, en 2007 sumaron 23 mil 307 (INEGI). En gran parte de las entidades federativas se mantiene la cifra de decesos entre las dos anualidades. En 2007, los estados con mayor incidencia fueron México (cuatro mil 497 fallecimientos), Distrito Federal (tres mil 194), Jalisco (mil 736), Puebla (mil 534), Guanajuato (mil 397), Veracruz (mil 277), Chiapas (907), Baja California (841), Nuevo León (817), Chihuahua (689), Oaxaca (629), Hidalgo (569) y Michoacán (550). Guerrero se encuentra a la baja: en 2006 registró 136 muertes y disminuyó a 103 en 2007. En los 23 mil 307 fallecimientos fetales de 2007 se involucran 122 madres menores de 15 años, en su mayoría indígenas —en el rango de entre 15 y 19 años, tres mil 582 féminas enfrentaron esta muerte. En el otro extremo, cuatro mujeres mayores de 50 años no pudieron ver con vida a sus hijos—. En un comparativo con 1997, 127 menores de 15 años perdieron a sus bebés durante el embarazo, al igual que cuatro mil 083 mujeres de entre 15 y 19 años. En 1987 fueron 55, y dos mil 915, respectivamente. En 1985, Chiapas registró la mayor incidencia de muerte fetal, con registros similares a los estados con mayor tasa poblacional. Ese año, el INEGI reportó mil 122 defunciones. Muerte infantil, relación estrecha con la malnutrición La muerte infantil es otro grave problema de salud en México. Hay una importante disminución de fallecimientos entre 1990 y 2007, pero la estadística prácticamente no ha cambiado en los últimos tres años. Los infantes mueren como resultado de una enfermedad o de una combinación de circunstancias que pudieron prevenirse, además de no utilizar métodos existentes y accesibles —subrayan especialistas—. La malnutrición contribuye en más de la mitad de estas muertes. En ocasiones, la causa de muerte es simplemente la falta de antibióticos para tratar una neumonía o la carencia de sales de rehidratación oral para contrarrestar una diarrea. Organismos internacionales resumen que la mortalidad infantil está estrechamente vinculada con la pobreza. La mejora de los servicios públicos de salud es un elemento clave, en particular el acceso al servicio de agua potable y a un mejor saneamiento. Estas carencias son comunes en poblaciones indígenas; sin embargo, hay colonias marginadas en zonas urbanas que enfrentan problemas similares a pesar de la cercanía con servicios de salud de alta especialidad. Ejemplo de lo anterior ocurrió en 2008: Miguel Ángel López Rocha murió a los ocho años de edad, tras caer en las contaminadas aguas del Río Santiago, en el Municipio de El Salto (Zona Conurbada de Guadalajara). La versión del director del Servicio Médico Forense, Mario Rivas Souza (con más de 60 años de experiencia en la materia), fue que falleció por la ingesta de una gran cantidad de agua. Tras los primeros resultados de la necropsia, se encontraron elementos nocivos en los pulmones, el corazón y el riñón por la cantidad de líquido que entró a la cavidad abdominal. Después de caer al río, el niño permaneció en coma varios días en el hospital. Estaba sentenciado. El Gobierno del Estado descarta que la contaminación del embalse provocara la muerte del menor, mientras organizaciones civiles insisten en que la Cuenca Lerma Santiago debe ser declarada “zona de emergencia ambiental”, ante la evidente contaminación por descargas industriales, agropecuarias y de pobladores. Raúl Muñoz, presidente del Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto, asevera que debido a la contaminación del río, siete personas han fallecido por cáncer y dos por insuficiencia renal, y que seis más están en etapa terminal. El arzobispo de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval Íñiguez, es contundente en el tema: “El Río Santiago es una porquería, haya muerto o no haya muerto el niño (Miguel Ángel); por eso ya está bueno que lo limpien”. A la solicitud de la declaratoria de “emergencia ambiental”, Juan Rafael Elvira Quesada, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), declaró en una visita a Guadalajara: “No hacemos oídos sordos. Quiero decirles que esta declaración conllevaría a la parálisis de inversiones importantísimas en la región”. Y matizó con que anunciará noticias “magníficas” para Jalisco, pues construirán infraestructura para sanear el Río Santiago. Los habitantes de municipios vecinos al río, como El Salto, Juanacatlán y Tonalá, entre otros, están a la espera. El río nace en el Lago de Chapala y desemboca en las costas de Nayarit, y será el principal afluente de la Presa de Arcediano, que el Gobierno estatal pretende construir al fondo de la Barranca de Huentitán (en el Norte de Guadalajara), unos 20 kilómetros aguas abajo de donde cayó Miguel Ángel, para abastecer la demanda de agua potable en la zona metropolitana. Vidas fugaces En México, en 2007 fallecieron 514 mil 420 personas. 30 mil 425 tenían menos de un año de edad; seis mil 068 entre uno y cuatro años, y dos mil 992 entre cinco y nueve años de edad. También se registraron tres mil 583 defunciones en el grupo de entre 10 y 14 años, y siete mil 985 en el sector de entre 15 y 19 años de edad. En el rango de menores de un año, el Estado de México registra la mayor incidencia de muerte infantil en 2007 (cuatro mil 491), seguido por el Distrito Federal (tres mil 456), Puebla (dos mil 656), Jalisco (mil 952), Veracruz (mil 785), Guanajuato (mil 639), Chiapas (mil 187), Chihuahua (mil 040), Oaxaca (982), Nuevo León (972), Michoacán (911), Baja California (899) y Guerrero (759). No hay cifras 2008 por parte del INEGI, pero a las secretarías estatales de Salud se les solicitó vía leyes de transparencia el registro de muertes fetal o prenatal (antes del parto) y perinatal (durante el parto y los primeros siete días del recién nacido) en el año en referencia: Estado Muertes fetales o prenatales Muertes perinatales 2007 2008 México 2,528 1,513 Jalisco 1,545 1,140 Nuevo León No registra 1,077 Chihuahua No hay datos 986 Guanajuato 1472 798 Sonora 342 22 Quintana Roo 257 118 Yucatán 275 89 Aguascalientes 219 170 Coahuila 66 85 Campeche & Temas Municipios Pobreza en Jalisco Reportaje: Pobreza en México Lee También Charros de Jalisco refuerza su rotación con Manny Bañuelos Los mejores MEMES de la detención de Marilyn N que están causando furor en redes Omar García Harfuch lidera operativo en Edomex contra funcionarios corruptos La OMS mantiene emergencia internacional por viruela del mono Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones