Iconia debe servir a la convivencia con la Barranca

GUADALAJARA, JALISCO (30/SEP/2013).- El proyecto inmobiliario de Iconia previsto para enclavarse en el Norte de Guadalajara, en la confluencia de la Calzada Independencia y Periférico, debe conducirse adecuadamente para alcanzar su armonización con el medio social y ecológico existentes, y teniendo como objetivo último que la Barranca de Huentitán sea un bien más disfrutable para todos, y no sólo para pocos.
 
José Levy García, quien actualmente se desempeña como coordinador de los trabajos del fideicomiso municipal "Voltea a la Barranca", llega a esta conclusión, y desde este instrumento creado por el Ayuntamiento tapatío para elaborar un gran plan maestro de esa zona del municipio, que arroje diagnósticos y líneas de actuación precisos para su revitalización y protección.
 
Justicia, inteligencia y generosidad, son los principios que Levy García halla indispensables para hacer de Iconia, antes Puerta Guadalajara, el proyecto detonador del Norte marginal que muchos esperan, y al que se le cedió un predio municipal del 13 hectáreas, a cambio de obras públicas por 688 millones de pesos.  
 
"La Barranca es un patrimonio no sólo de los tapatíos sino de todo el país, es uno de los patrimonios que no tienen precio, y la Barranca debe de convertirse en algo que toda la ciudadanía pueda aprovecharse de él. Es muy importante por tanto que éste o cualquier otro desarrollo tenga muy en cuenta que esto beneficie también a la convivencia de la naturaleza,   en este caso, de la Barranca y la ciudad. Si esto genera un problema con la Barranca, con las comunidades que ahí viven, algunas cosas ya no son reversibles, y pueden hacer un daño muchísimo mayor a las comunidades humanas y a la naturaleza".
 
Y es por eso, apunta, que hay aspectos que deben reflexionarse muy bien:
 
"Qué es lo que se va a hacer; cómo esto que se va a hacer va a convivir con las comunidades humanas que ya están ahí presentes, y con la naturaleza que ya está ahí presente; cómo esto en lugar de inhibir la participación y disfrute de la Barranca del resto de la ciudadanía, ayude a que esto genere vialidades y espacios que se lo permitan a la ciudadanía, y sobre todo a las gentes que menos recursos económicos tienen; que no se expropie, por así decirlo, de la posibilidad de que el resto de la población -sobre todo, insisto, de los que menos tienen- se le vaya a quitar esta posibilidad".
 
"Que no pase como las palayas: llega un gran hotel, se sitúa, y la playa queda privatizada para la gente que paga en ese hotel. Este tipo de desarrollos yo creo que lo que deberían de pretender seria que armonizaran la convivencia de la naturaleza y la ciudad, la convivencia de los grupos humanos que ya están  ahí conviviendo y a los nuevos grupos humanos, y que esto no se convierta en una barrera que inhiba al resto de la población de que vaya a disfrutar".
     
--El proyecto como está concebido, con mil 872 departamentos, hotel y comercios, ¿ puede abonar a que la zona de la Barranca se acerque y vuelva más aprovechable para los habitantes de la ciudad?
 
"En éste o en cualquier otro proyecto creo que lo primero que tenemos que considerar es no desvincular a las personas, a las familias que ya viven ahí de los proyectos nuevos. Se tienen que tomar en cuenta para que los beneficios, suponiendo que los haya -yo creo que los puede haber-, de un proyecto de esta naturaleza en alguna forma ayude a los que ya están viviendo ahí, a más o menos integrarse al proyecto, que no sean excluidos, marginados, o corridos en algunos de los casos -éste no creo que sea el caso-,  pero creo que sí tiene que haber con este tipo de proyectos que generan utilidades, un esfuerzo por equilibrar la calidad de vida de los que tiene menos y que viven ya en esa zona. Eso por un lado, y por otro lado también, que esto no desemboque en una pérdida de control sobre los bienes naturales y, en este caso, importantísimo como es el caso de la Barranca, a la que no le hemos hecho caso los tapatíos, pero es uno de los grandes activos naturales que tenemos".
 
Levy García hace destacar que la Barranca de Huentitán es un área de 56 mil hectáreas que funciona como un purificador del aire de la ciudad, y que, por tanto, las cosas deben jerarquizarse por su prioridad:
 
"El tema económico es muy importante, a final de cuentas es el que nos da la oportunidad a todos de buscar una calidad de vida a partir de nuestro trabajo y esfuerzo, pero en estos temas que están tan ligados con lo social y con lo ecológico, y que están tan ligados con el tema de seguridad, no podemos darnos el lujo ni los tapatíos, ni los mexicanos, y yo creo que ninguna persona que esté consciente del momento que estamos viviendo, no podemos dejar de lado estos otros componentes: No podemos poner lo económico sobre lo social y lo ecológico, en todo caso, tenemos que buscar un equilibrio con justicia, con inteligencia, también con generosidad".
 
En este momento, el Ayuntamiento tapatío negocia con la empresa Operadora Hotelera Salamanca, quien desarrollará Iconia, las obras que, como contraprestación, debe ejecutar para la ciudad por 688 millones de pesos, y por el predio público que la autoridad municipal le cedió por 13 hectáreas.
 
Y por tanto, lo que recomienda Levy García es que teniendo el Ayuntamiento tapatío en funcionamiento el instrumento de análisis que es el fideicomiso "Voltea a la Barranca", con un comité técnico presidido por el alcalde, Ramiro  Hernández García, parece el espacio idóneo para valorar los mejores fines que puedan dársele a esa bolsa millonaria a disposición de la autoridad.
 
--El Ayuntamiento tapatío pretende solicitar una pavimentación y la sustitución de redes hidrosanitarias como contraprestación por el predio entregado, sobre 410 mil metros cuadrados alrededor de Iconía ¿es lo mejor que puede hacerse con ese dinero en la zona?
 
"El fideicomiso de "Voltea a la Barranca" tiene como objetivo primero y prácticamente último hacer un plan maestro, la pregunta que me hace es exactamente eso ¿qué es lo toca hacer?, bueno, pues lo primero que toca hacer es ver cuáles son las necesidades, qué planteamientos se tienen que hacer para la ciudad, cuáles son las cosas que el gobierno de todos modos haría o tendría que hacer, y cuáles son las que van primero y que van después. Me parece que es indispensable (el plan maestro). Muchas de estas preguntas debían de ser contestadas precisamente con el trabajo de ese plan maestro, de las acciones que ese plan maestro indique; el fideicomiso también tiene algunos recursos para hacer los proyectos ejecutivos. Primero tenemos la visión general y luego tenemos que tener los planos de la casa; si se gastan o se etiquetan los recursos antes de tener con más precisión el plan maestro, pues me parecería que estamos adelantando los términos".
 
"El plan maestro que se le encarga al fideicomiso tiene como objetivo precisamente eso, ver quiénes son los están ahí; qué necesidades tienen; cómo hay que jerarquizar las cosas; qué obras de infraestructura hay que hacer; qué obras en términos de cultura hay que hacer, no sólo museos y eso, sino cómo se integran todos los componentes que ya están en la zona. Tenemos a la Universidad de Guadalajara (UdeG); tenemos el museo que se hace (Barranca Museo de Arte Moderno y Contemporáneo); el Planetario; tenemos necesidades culturales específicas de bibliotecas o de otras cosas que a veces no se consideran; tenemos necesidad de un gran parque público que permita disfrutar a la Barranca a toda la ciudad, es patrimonio de toda la ciudad, entonces necesita un gran parque público que permita esto. La UdeG) trae la idea de un jardín botánico, hay modelos hermosísimos en todo el mundo de jardines botánicos que no sólo son eso en términos académicos, sino un parque disfrutable por toda la gente".
 
--Ese planteamiento de la pavimentación requeriría casi 580 millones de pesos, ¿le parece conveniente que la definición de las contraprestaciones se haga hasta después de contar con el plan maestro de "Voltea a la Barranca"?
 
"Un gobierno normalmente piensa en las necesidades urgentes que tiene, a veces echa mano de los recursos de los que puede echar mano para resolver estos problemas, está bien, pero si no se jerarquiza, si no se tiene una idea de ciudad de mediano y largo plazo, si no se ha consultado suficientemente con la población... porque al final de cuentas también hay que ver a quién y en qué cosas tiene que resolverse el problema".
 
"Aquí viene muy bien el dicho de despacio que voy deprisa. Y yo creo que a casi nadie se le ocurre hacer una casa sin los planos previos; si usted empieza a comprar puertas y ventanas sin saber qué va a hacer con la casa. Si ya el municipio está poniendo un recurso dentro de su presupuesto para el plan maestro, si el municipio ha hecho un fideicomiso público para esto, pues parecería que hay que tomar en cuenta el instrumento que está creando el municipio.
 
"El plan maestro sirve un poco de sinapsis entre las neuronas, no es la mejor metáfora, entre todas las vidas activas que están ahí, cuál es la mejor conexión que se puede hacer para darle el mejor valor agregado al proyecto, a la gente  etc. Es idea del mismo municipio que está planteando esto, es el mismo municipio que crea el instrumento, yo digo, pues utilicen el instrumento para analizar el tema".
 
Continúa en su disertación: "Si una familia vende una casa para comprar otra casa, es una inversión sensata, si la familia empieza a vender la casa para comer, quiere decir que algo está mal estructuralmente, aquí habría que tener cuidado de que el recurso de un activo no se consuma en gasto corriente. Si la obligación de dar agua y estas cosas es lo básico, son responsabilidades del gobierno que se tienen que pagar con los impuestos".
 
El Plan Maestro de "Voltea a la Barranca" se estima que esté listo en dos o tres meses, y el titular de la Comisión de Planeación Urbana de Guadalajara, José Luis Valencia Abundis, ha dicho que todos los proyectos que ordenará el documento para la zona podrían requerir de una inversión cercana a los 600 millones de pesos, una cantidad inferior, incluso, a la que el municipio tiene derecho por la cesión de su predio a Iconia.
 
Este desarrollo inmobiliario, aúna el coordinador del fideicomiso "Voltea a la Barranca", debe ser un espacio incluyente, y que no se inserte en la lógica de los cotos privados, que es la misma en zonas económicas ricas que pobres, y los cuales "realmente están destruyendo el vínculo social, el tejido social, pertenecemos a este pequeño coto y el resto de la ciudad que se rasquen ellos como puedan, este tipo de cosas puede pasar, si en lugar de ser un proyecto integrador se convierte en un proyecto excluyente, hay que revisar algo".
 
Así que concluye: "Yo creo que si se hace con ritmo, inteligencia, con conciencia social, con conciencia de lo económico, pues puede suceder lo que ha sucedido en Medellín, que era una cuidad con problemas iguales o peores que los nuestros, con un tejido social muy deteriorado por el tema del narco, con una geografía muy complicada y han logrado hacer cosas maravillosas, lo mismo ha pasado en Bogotá, en Valencia, en Bilbao.
En la medida que los interese públicos se ponen sobre los privados, y el gobierno hace lo que tiene que hacer, que es cuidar precisamente que el orden en el desarrollo de la ciudad se dé cuidando el interés público primero, y que va a repercutir en el interés privado -no vivimos en una isla-, entonces con esa cosas yo tengo mucha confianza".
 
EL INFORMADOR / LUIS HERRERA