Huicholes gestionarán decreto pro Isla de Alacranes

GUADALAJARA, JALISCO (18/DIC/2012).- Los dirigentes de las comunidades huicholes de Jalisco insistirán ante el Gobierno de Jalisco para contar con un decreto o la figura jurídica que se considere adecuada, para que sus lugares sagrados tengan mayor reconocimiento ante la sociedad, y por lo mismo, se prevengan irregularidades contra tales espacios rituales, como ha sucedido en San Luis Potosí.

Así lo plantea, el jicarero de la comunidad de San Sebastián Teponahuastlán, Jesús Lara Chivarra, quien refiere que en el caso concreto del territorio estatal se pretende que un espacio de la isla de los Alacranes del Lago de Chapala, tenga su protección legal para garantizar que ahí se realicen sus ceremonias ancestrales sin obstáculos.

Con ello, explica que se quiere evitar que se tengan situaciones adversas, como lo que ha ocurrido en el lugar sagrado de Wirikuta, en el estado de San Luis Potosí, donde una empresa minera canadiense ha mantenido un espacio sagrado en la incertidumbre "mediante el acoso a un sitio de gran importancia para la religiosidad de los wirrárikas".       

Por su parte, el titular de la Dirección de Culturas Populares de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Ignacio Bonilla Arroyo, declara que ciertamente hay un vacío en la legislación jalisciense, y del país en general, para dar más certidumbre jurídica a los reclamos de las etnias nativas en materia de sus creencias religiosas, lo que incluye sus lugares sagrados.

Este funcionario pone de manifiesto que el reto es conciliar las implicaciones "del derecho consuetudinario con las disposiciones del derecho positivo" y con ello responder a las demandas de grupos indígenas, sin que esto afecte derechos de otras partes.

Bonilla explica que en Jalisco se tienen dos lugares sagrados para los huicholes: uno en el municipio de Mezquitic, en la comunidad de Santa Catarina; y el de la Isla de los Alacranes en el Lago de Chapala, conocido en la lengua wirrárika como Rapawiyeme; además de tres otros lugares fuera de la geografía estatal: uno en Durango, otro en Nayarit (cerca del puerto de San Blas); y el mencionado Wirikuta en territorio potosino.         

El servidor público insiste en que estos lugares sacros para la cultura huichol ameritan "un amarre jurídico" dentro del derecho  positivo mexicano, lo que  es un reto para un país multicultural como es  México.  
 
Para saber

En Nayarit, el sitio sagrado de Aramara (cerca de San Blas) es motivo de controversia, dado que los huicholes están inconformes por una concesión que el Gobierno Federal otorgara a una empresa inmobiliaria.
 
EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO