Habitar el Centro Histórico, fin del Proyecto Alameda

GUADALAJRA, JALISCO.- Después del anuncio del alcalde de Guadalajara, Alfonso Petersen Farah, de que los edificios que conformarían el complejo arquitectónico de la Villa Panamericana podrían tener giros comerciales para darles una mayor rentabilidad, después de pasar la justa deportiva de 2011, el Patronato del Centro Histórico precisa que si bien es una posibilidad, el último fin del Proyecto Alameda, enmarcado en el Plan Municipal de Desarrollo, es la inminente densificación poblacional de la zona.

Así lo afirmaron los gestores del proyecto en la Mesa de Redacción de EL INFORMADOR, Juan Antonio Naranjo Hernández, director del Patronato del Centro Histórico, Juan Palomar Verea, vocal ejecutivo de la Comisión de Planeación Urbana (Coplaur), y el consultor José Pliego Martínez, tras afirmar que la coyuntura de los Juegos Panamericanos  es la “punta de lanza” para rehabilitar el Centro Histórico mediante modificaciones efectuadas en los Planes Parciales de Desarrollo Urbano, como lo son las “Transferencias de Derecho de Desarrollo”.

Como parte del Proyecto Alameda (donde se contempla la Villa Panamericana), precisaron que después de la justa deportiva se estima el arribo de cinco mil nuevos moradores, mientras que en los alrededores de esta zona, como parte de la rehabilitación de viviendas en el primer cuadro, se pretende la incursión de otros seis mil ciudadanos.

Con respecto a la dimensión de los edificios que se pretende construir para este fin, recordaron que “contrario a lo que se cree comúnmente”, en todo el primer cuadro,  en su paisaje urbano, se pueden localizar  inmuebles que sobrepasan los siete pisos de altura, afirmando que el “pacto arquitectónico” es que no se rebasen los conos de la Catedral de Guadalajara, tomando en cuenta el declive existente desde el recinto religioso y la futura Villa Panamericana.

Necesaria, coexistencia de giros

José Pliego Martínez aseguró que todo el Centro Histórico cambiará su carácter a raíz de las futuras modificaciones en el Parque Morelos.
En un radio de 700 metros a partir de este punto, señaló, se localizan los tres mercados más importantes de la región: Libertad (San Juan de Dios), Corona y Alcalde.

En este sentido, resaltó que la posibilidad de que algunos edificios tengan giro comercial es viable en la medida en que convivan de manera adecuada con los que tendrán vocación habitacional, siendo ésta el fin último de un proyecto general que se extiende por el Centro Histórico. Más allá de esto, aseguró que en la programación conceptual del proyecto se cuidó este detalle, recordando que en procesos de rehabilitación de otras zonas de la ciudad, como el corredor peatonal de Pedro Loza, no tuvieron una correcta integración de los locales y las casas habitación.

Juan Antonio Naranjo Hernández afirmó que la Villa Panamericana representa “el relanzamiento” del Centro Histórico, mediante un trabajo que fuera del perímetro del Parque Morelos, ya opera en 20 fincas rehabilitadas mediante el programa de fideicomisos enmarcado en el Plan Municipal de Desarrollo, en las “Transferencias de Derecho de Desarrollo”.

De acuerdo con Pliego Martínez, mediante estas transferencias los promotores de algunas viviendas pagan derechos sobre fincas patrimoniales a través de la utilización de otros inmuebles.
“Es un esquema de transferencias entre particulares y se revisa en un comité técnico. En zonas de la ciudad, como en Avenida Vallarta, hay fincas que pueden generar hasta 15 millones de pesos por transferencia de derechos”.

Juan Palomar Verea abundó que en el Centro existen, en promedio, mil inmuebles abandonados en un perímetro de 700 hectáreas, mientras que en estado ruinoso se identifican a 278 fincas en 400 hectáreas dentro del “casco antiguo”, todas susceptibles para ser rehabilitadas.

Con respecto a los precios estimados para los departamentos que conforman el Proyecto Alameda, y pese al embate de la crisis financiera, Palomar Verea afirmó que el costo de los mismos se mantiene entre los 700 mil y un millón de pesos (precios actuales), que son “accesibles, tomando en cuenta el uso de créditos y formas de financiamiento distintas, como el Infonavit o el propio Fovissste”.