Jalisco | Por: Paty Blue Genuino aunque ajado estuche de monerías SEGÚN YO Por: EL INFORMADOR 5 de julio de 2009 - 01:38 hs Como cualquier matrona de mi rodada, tan entrada en años como en mañas, asumo que a estas alturas (y anchuras) cuento con un nada despreciable caudal de experiencia que me ha convertido, aunque un tanto ajado, en un auténtico estuche de monerías varias, incluidas aquellas que han probado no tener alguna utilidad práctica o redituable. Definida como una mujer con muchas habilidades y muy pocos complejos, tanteo que en mi larga vida habré recibido un montón de diversificadas proposiciones para hacer trabajos especiales, que van desde redactar textos o hilvanar libros ajenos, hasta confeccionar tres ollas de pozole para una fiesta de quince años o una decena de guisos para alguna celebración escolar. Me la han ofrecido de niñera, traductora, jardinera y decoradora. Las he girado de maestra, costurera improvisada, consejera matrimonial y hasta cantora de ocasión; por encargo he hecho birria, menudo, canapés, jericallas y bolos infantiles. A petición de algunos vecinos despistados he instalado reproductores de DVD o aparatos de videojuego, sintonizado televisores y recomendado películas o programas de televisión pero nunca, nadie, hasta hace un par de semanas, me había pedido que le armara con urgencia un rompecabezas, a cambio de una sustancial remuneración. “Le habla Lupita, la de la tienda de marcos, ¿sí se acuerda de mí, verdad?”, recitó con timidez una voz por el auricular telefónico, y me puso a espulgar mis archivos mentales, para mentir al asegurarle que con pasmosa nitidez recordaba el nombre y rostro de quien alguna vez encuadró mis trofeos a la perseverancia. La chica se encontraba ahora en el serio predicamento de volver al orden un acertijo gráfico de cinco mil piezas, toda vez que en un infortunado movimiento de cuadril, la asistente en turno hizo volar por los aires la tabla sobre la que el armado reposaba, con el consecuente y desperdigado evento. El atolondrado cliente que se lo llevó a enmarcar, no tomó la básica providencia de unir sus segmentos, tal y como dictan los intrincados cánones del pegado, y lo peor del asunto estribaba en que el propietario del colorido pedacero, además de inexperto, resultó intolerante y exigió a las empleadas el expedito rearmado de su obra. Entiendo que recurrir al enmarcado profesional de un rompecabezas, lo que ponemos en un cuadro es el mérito personal de haber llegado hasta el final sin haber cedido a la tentación de botarlo, así que no pude más que declinar la propuesta y oscurecer de nuevo el panorama de las atribuladas dependientes que creyeron encontrar en mí la solución a su denso y descuartizado problema. Nunca pensé que el más humilde de mis vicios, del que sólo mis parientes y allegados podrían dar cuenta, trascendiera al punto de volverme referencia para tales y tan ociosos menesteres. Entiendo que tal afición implica una actividad privada y solitaria que gratifica la paciencia y aplaca las circunvoluciones cerebrales con todo y neurosis pero concluyo que, a pesar de los variopintos oficios que he desempeñado y la buena disposición con que los acometo, todavía no me ha dado por lavar, planchar o armar ajeno. patyblue100@yahoo.com Temas Paty Blue Según yo Lee También Sociales: Freedom Moves, caminando por la libertad Studio Noise Sociales: Brenda Padilla, dulce espera de Isabel Sociales: Clásico Tapatío, una experiencia deportiva única Sociales: C&A abre sus puertas en La Perla Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones