Frío incrementó casos de quemaduras en niños en Hospital Civil

GUADALAJARA, JALISCO (06/JUN/2015).- Las bajas temperaturas que se vivieron en los primeros meses de este año contribuyeron para que los casos de quemaduras en niños se incrementaran, al menos en la Unidad de Atención a Niños con Quemaduras Graves del Nuevo Hospital Civil "Dr. Juan I. Menchaca".

La causa de este incremento, explicó la médico adscrito a la unidad, Teresa Chávez Velarde, es porque cuando hace frío, es común que las personas cocinen con carbón al ras del suelo y manipulen agua hirviendo para bañar a los pequeños.

En lo que va del año se han atendido 112 casos de quemaduras en niños y, aunque no proporcionaron la cifra del mismo periodo del año pasado, la especialista confirmó que este año ha habido más niños quemados atendidos, siendo el 90 por ciento menores de cuatro años.

"Nuestra cultura entre caldos, bañadas y demás, hacen que se quemen más; desafortunadamente, la mayoría son pacientes pobres, que no cuentan con todos los servicios, muchos de ellos cocinan con leña y es más fácil que sufran accidentes. Tuvimos un poquito más porque la temporada de frío se alargó un poco más, y nos vimos rebasados; todavía en abril teníamos hasta 20 pacientes".
Como se hace desde el año 1999, especialistas en quemaduras del Hospital Shriners de Galveston, Texas, acudieron al Juan I. Menchaca para hacer la clínica semestral de evaluación de niños con quemaduras.

Esta ocasión, ocho especialistas de Galveston evaluaron a 50 pacientes con quemaduras en más del 40 por ciento de la superficie corporal, y de ellos, seis serán programados para someterlos a una cirugía.

El especialista del hospital norteamericano, Carlos Jiménez, señaló que Guadalajara y Estado de México se "pelean" el primer lugar en cuanto a la ocurrencia de casos de quemaduras graves en niños, y mucho tiene que ver con la cultura en el País, sobre todo de cocinar a nivel del suelo.

Las causas principales de quemaduras atendidas en el hospital son, en primer lugar, la escaldadura, es decir, la caída de líquidos calientes en los niños, así como el fuego y la electricidad.

El municipio de Tonalá y algunos de zonas rurales del Estado son los lugares de donde más niños se reciben en el nosocomio.

Lupita sueña con una buena vida

El 13 de mayo de 2009, Lupita dormía cuando una fuerte explosión ocurrió en su casa. En ese momento ella tenía diez años de edad, y la consecuencia más fuerte de esa explosión no fue que el fuego le quemó el 90 por ciento de la superficie corporal, sino perder a toda su familia.

Lupita estuvo dos meses en en Nuevo Hospital Civil, en medio de cirugías, médicos, enfermeras y mucho dolor. Después vino la depresión y el dolor de no tener a su familia.

"Los doctores me dicen que voy muy bien, tenía diez años, se me quemaron mis brazos, mis piernas, mi cara; la mayoría de mi cuerpo se me quemó, a cada rato me metían a cirugías".

Actualmente, Lupita ya está dada de alta y da seguimiento a sus cicatrices en el hospital. Es una jovencita de gran sonrisa y belleza. Ahora cursa la secundaria y sus sueños son muchos, pero el más importante es hacer una buena vida y apoyar a su hermana menor, que en el momento de la explosión estaba en casa de su abuelita y no sufrió daños.

"Mucho son mis sueños, más que nada es estar en unión con mi hermana y estar bien, viajar como todos".

Fueron muchas las operaciones, pero ya fue dada de alta. Acudió al hospital para visitar a los médicos que le ayudaron a recuperarse tanto física como emocionalmente, como "el doctor Medina y la doctora Rebeca Valdez".

Para saber

Desde 1999, el Hospital Shriners ha realizado 32 clínicas de evaluación.

La Unidad de Atención a Niños con Quemaduras Graves tiene seis camas y casi todo el año está al 110 por ciento de ocupación.

Cada año se atiende a cerca de 250 pequeños.

El promedio de estancia hospitalaria es de 14.5 días y el costo por día es de alrededor de 15 mil 900 pesos, por paciente, sin contar muchos insumos e injertos.

Cada año se hacen 750 cirugías nuevas y reconstructivas en el hospital.

EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR