Fideicomiso para la Barranca, un paso del Ayuntamiento: experto

GUADALAJARA, JALISCO (08/MAR/2013).- Puesto que durante el paso de los años se ha mantenido al área de la Barranca de Huentitán relegada, es una señal positiva que ahora se le dé atención con la aprobación de la creación del "Fideicomiso Maestro Voltea a la Barranca", explica el arquitecto y urbanista Francisco Pérez Arellano.

"Históricamente la ciudad le ha dado la espalda a la Barranca, a pesar de ser un elemento natural de gran valor ambiental, de enorme potencial de servicios ambientales y de valor paisajísticos".

Las necesidades que actualmente tiene esta zona natural son en los rubros de protección ambiental, en el saneamiento las aguas que corren por ahí, en el reforzamiento de las áreas verdes que confluyen y en los barrios habitados que colindan con la Barranca, que son de los más carentes de la ciudad.

Ante las demandas de la reserva, las primeras acciones deben ir en la línea de un estudio que valore las prioridades del lugar, y luego hacer un programa de inversión o de atención, comenta el urbanista, quien ha trabajado el tema de la Barranca; por ello la viabilidad de que se atienda este espacio, y mejor aún, que se apruebe el fideicomiso, el cual nació con una aportación de 15 millones de pesos del Ayuntamiento de Guadalajara.

"Es de felicitar al Ayuntamiento que esté dando pasos en ese sentido", declara el especialista y menciona que el descuido "histórico" se nota, por ejemplo, en las aguas negras que fluyen en los arroyos que alberga la Barranca y en las desatenciones a las comunidades vecinas, que padecen problemas desde movilidad, hasta servicios básicos como la luz.

Actualmente destacan dos proyectos que tocan el tema de la Barranca de Huentitán, ambos emprendidos hace unos ocho o 10 años atrás: el Estudio Técnico Justificativo para la Declaratoria del Área Natural Protegida de las Barrancas del Río Santiago y del Río Verde y el proyecto "Voltea a la Barranca", que impulsa la atención y preservación de este espacio.

EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA