Falló la prevención en el Jalisco: Consejo ciudadano de seguridad

GUADALAJARA, JALISCO (25/MARZO/2014).- El presidente del consejo consultivo de seguridad ciudadana del Ayuntamiento de Guadalajara, Dante Haro Reyes, acepta lo que los funcionarios se niegan a hacer: fallaron los protocolos de prevención en materia de seguridad, el pasado sábado durante el partido del clásico tapatío, en el Estadio Jalisco.

El también académico asegura que no se cumplieron los protocolos que ayudarían a determinar posibles riesgos. Y es que el Ayuntamiento tapatío es responsable de la seguridad del entorno del estadio, pero la seguridad privada contratada por el equipo anfitrión es quien debería de ser responsable de lo que pasa al interior del inmueble. Como no se siguieron los protocolos, dice, los riesgos aumentaron.

El hecho de que hubo bengalas, y que sólo 12 policías fueron enviados a contener a una porra que superaba a los dos mil aficionados, puede calificarse como una imprudencia, "es como la gasolina que se le avienta al fuego".

Es por eso que el especialista en seguridad comenta que el Ayuntamiento tapatío debe obligar a los organizadores de los eventos, a que se contrate mayor número de personas de seguridad privada; pero también el inmueble debe de contar con cámaras de videovigilancia.

Además, el ayuntamiento debe de revisar las concesiones y los permisos de venta de alcohol dentro y a los alrededores del Coloso de la Calzada Independencia.

Dante Haro no descartó que, luego de las investigaciones internas que haga la Policía de Guadalajara, pueda haber movimientos al interior de la corporación, "se tiene que deslindar responsabilidades y se tiene que tener consecuencias".
 
Siempre hay reportes y nunca hacen nada: presidente de colonos

Salvador Sánchez Rodríguez es miembro del consejo ciudadano de seguridad ciudadana. Representa la zona Huentitán, delimitación administrativa de Guadalajara donde se encuentra el Estadio Jalisco. Pero también es presidente de colonos de Huentitán el Bajo. Lo que pasó el sábado no le sorprende.

"Todos los partidos hay por lo menos 10 reportes de vecinos, de que (las barras o las porras de los equipos) les dañan sus casas o sus vehículos. Pero nunca hacen nada".

El vecino relata que los constantes cambios en la policía de Guadalajara, desde el comandante de la zona como el encargado de los operativos en el Estadio Jalisco, impiden tener una secuencia de trabajo. "Nos los cambian, y yo a veces ni sé quiénes son. Los vecinos me reportan cosas... ¿pero yo a quién le digo?"


EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA