Falla ataque con granadas contra jefe policial de Vallarta

PUERTO VALLARTA, JALISCO (16/OCT/2012).- Tres granadas de fragmentación y múltiples disparos con armas largas no fueron suficientes para herir al director de la Policía municipal de Puerto Vallarta, Roberto Rodríguez Preciado. Resultó ileso.

Quienes no tuvieron suerte, fueron una mujer y sus dos hijos con lesiones producidas por las esquirlas de los artefactos explosivos, y dos hombres.

Los hechos iniciaron cuando el director de la policía porteña —con tan sólo 15 días al frente de la corporación— transitaba por la calle Insurgentes hacia el Centro de la ciudad. Según testigos, se escucharon tres detonaciones; la primera provocó que el motor del vehículo Suburban blindado en el que viajaba comenzara a arder, deteniendo su marcha en el cruce de las calles Lázaro Cárdenas e Insurgentes, frente a una farmacia.

El blindaje de la camioneta tipo Suburban en la que se trasladaban resguardó la vida del jefe policíaco y varios de sus escoltas, pero se vieron en la necesidad de abandonar el vehículo cuando este se encontraba envuelto por las llamas.

Los agresores huyeron.

Poco después de la agresión y la intensa movilización de elementos del Ejército, Procuraduría General de la República, Policía Federal y Armada, se reportó la localización de un vehículo pick up Lobo, doble cabina, abandonado en la calle Prolongación Invierno, en la Colonia El Caloso. En el interior se encontró un fusil de los llamados “cuerno de chivo”, una granada de fragmentación y numerosos cartuchos percutidos calibre .762.

El portavoz del Ayuntamiento vallartense, Jaime Castillo Copado, aseguró que la ciudad estaba bajo control y que el estado de salud de los menores lesionados se reportó como satisfactorio.

HIPÓTESIS
Funciones del mando

La Procuraduría General de Justicia del Estado trabaja en dos hipótesis para esclarecer los hechos; una de ellas pertenece a la función de director de Policía de Tonalá y subprocurador en el área de Secuestros que desempeñó Roberto Rodríguez Preciado.

La otra línea de investigación, añade la dependencia, es si la agresión fue perpetrada por algún grupo delictivo.