Factible, más no prioridad, la expropiación del Bosque La Primavera

ZAPOPAN, JALISCO (15/JUN/2012).- La expropiación al Bosque La Primavera, que ciertos actores políticos en campaña identifican como la solución final a futuros incendios desproporcionados —como el registrado el pasado 21 de abril en la reserva forestal—, es posible. Un decreto gubernamental emitido por el primer mandatario estatal podría retirar sus tierras a los ejidatarios del bosque, bajo la máxima de priorizar el bien común al bien privado.

¿El problema? Tal medida requeriría de una amplia cantidad de fondos, cuyo origen aún no se ha esclarecido, y además guardaría un contrasentido con otras áreas naturales protegidas del Estado, en donde no se ha tomado una determinación, o el mínimo grado de intención para llegar a este grado.

De acuerdo con el investigador del departamento de ciencias ambientales del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Miguel Magaña Virgen, hay una “comicidad electoral” evidente detrás de estas declaraciones, pues si la intención de “comprar” el bosque es para protegerla, “¿Por qué no se hace lo mismo con la Barranca de Huentitán, o la cuenca (de los ríos) Lerma y Santiago?”.

El especialista de la Universidad de Guadalajara (UdeG) es contundente: la expropiación “no es el camino” para brindar protección al medio ambiente. No obstante, tampoco ve con malos ojos que ciertas zonas clave de La Primavera sí sean compradas por el Gobierno del Estado, para que éste les conceda recursos y seguridad adicional.

Empero, la intención de hacer un parque nacional (ocupación del Gobierno Federal) en un terreno que eventualmente adquiera el Estado resulta “incomprensible” para Magaña Virgen. “Los asesores (de los candidatos) no leen la Ley Estatal de Equilibrio Ecológico”.

Su opinión tampoco dista a la que tiene la autoridad en turno. A decir del secretario de Desarrollo Rural, Álvaro García Chávez, la expropiación “es posible”, pero la intención del Gobierno no es generar conflictos.

Lo que se busca, dijo, es que exista un Área Natural Protegida (ANP) sustentable, pero para ello se requiere contar con mayor personal y más capacitado, adiestramiento constante, capacidad de respuesta, y un respeto total por parte de los ayuntamientos a sus planes de ordenamiento territorial, pues hay zonas como la Sierra de Manantlán donde el problema recurrente en el pulmón metropolitano “no existe”.

Tras los diálogos sostenidos con los propietarios de ciertos predios en La Primavera, éstos ya han dejado ver su molestia por la intención de retirarle sus tierras. Aunado a ello, el secretario estatal dijo desconocer la procedencia del monto requerido para comprar las 20 mil hectáreas en reserva de este bosque.

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA