Examen, pero para todos

Que los aspirantes a consejeros electorales se pongan a hacer una prueba escrita para ocupar un puesto dentro del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco (IEPC), nos parece excelente, pero no parece suficiente para realmente valorar quiénes son los más aptos para cumplir con creces los mencionados cargos.

Salta a la vista un asunto de gran importancia, lo primero que hay que valorar es que no se encuentren vinculados o apoyados por un partido político, ese aspecto no resulta compatible con la realidad de neutralidad a la que deben aspirar. Es como los árbitros de futbol, no deben tener equipos de su corazón, aunque en la intimidad no puedan negar sus inclinaciones. Pero entre más alejado de preferencias se encuentren, será siempre mucho mejor.

Así debemos de comenzar la selección de candidatos, en vez de aceptar su relación con algún partido político, o grupos de poder en especial. Debemos asegurarnos de lo contrario. Así fueran de la lista, los que tienen pactos debajo de la mesa o ya están comprometidos con algún color en especial.

Lo más preocupante es que tengan una elevada integridad moral, para que no se dejen seducir por los arreglos debajo de la mesa o en lo “oscurito”, como ya lo hemos visto.

Así que además del examen de conocimientos, los deberíamos de evaluar en cuanto a su ética y honestidad. Que aunque parezca difícil, la psicología política tiene varios recursos e instrumentos para alcanzar a distinguir a la gente con conductas sinceras y tendencias al cumplimiento de las normas y leyes, frente a quien tiene predisposición a la vida doble y al engaño.

Lo que sí nos queda claro es que existe una necesidad inaplazable de evaluar a los candidatos a ocupar puestos de relevancia, antes de otorgárselos sin ton ni son, sólo porque son amigos del jefe o compadre.

Así que vamos ampliando eso de evaluar y examinar a los futuros funcionarios y de verdad reducir las posibilidades de que se cuelen parásitos y vividores, rufianes de cuello blanco y politiquillos oportunistas.

Queremos a la mejor gente, a la más preparada, a la que nos garantice que con su ética, experiencia y conocimientos hará una labor notable en su posición.

Ni la economía, ni el país están para dejar que gente inadecuada perciba unos super sueldos para no cumplir muy bien con lo que se les pide.

El ejemplo que ahora estamos viviendo en el IEPC, que se extienda a las demás instituciones del Gobierno. Pero si ya lo aplicamos, ahora que se hagan las cosas lo mejor posible. Esperamos que no sea sólo un teatrito para exhibir democracia y limpieza, cuando a lo mejor ya el dedazo está cocinado.

Comprobar que hay conocimiento, honestidad y experiencia es básico para todos los que quieren trabajar en el Gobierno y las instituciones del pueblo. De lo contrario, nosotros mismos permitimos que existan tantos parásitos y vividores.

Así que el examen, según sea el caso, mejor a todos.