Estancado, acueducto para El Zapotillo

GUADALAJARA, JALISCO (22/JUN/2015).- Los trabajos del acueducto que conducirá el agua de la Presa El Zapotillo hacia poblaciones de Los Altos de Jalisco y León, Guanajuato, están estancados.

El pasado 27 de octubre, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó “el inicio del proyecto hidráulico, con el cual se busca mejorar la calidad de vida de más de un millón 450 mil habitantes de ambas entidades (Guanajuato y Jalisco)”. Sin embargo, hoy el organismo federal se desdice: “Aún no inician (los trabajos)… no existen avances ni físicos ni financieros que reportar…”.

La respuesta se obtuvo a través de una solicitud de información vía Transparencia, firmada por el delegado José Elías Chedid Abraham, quien subraya que ningún Ayuntamiento de Jalisco (por donde pasaría el acueducto) o instancia federal se han opuesto. El funcionario evadió una entrevista sobre el tema, pero el año pasado se reconoció que había un amparo de ganaderos y agricultores del Ejido de Agua de Obispo, en San Juan de los Lagos (número 1390/2014), que demandan su posesión del terreno estimado en 473 hectáreas.

En octubre pasado, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León aseguró que cuando se adquiriera 60% de los predios por donde pasaría el ducto comenzarían las obras. Para esa fecha ya habían garantizado 67%, pero la Conagua indica que la empresa concesionaria del proyecto, Abengoa, aún no inicia los trabajos. En el proyecto original, la construcción del acueducto arrancaría en febrero de 2012 y terminaría en 2015.

Para dimensionar el proyecto, la ciudad de León se encuentra a 140 kilómetros de la Presa El Zapotillo (ubicada en Cañadas de Obregón, Jalisco), una distancia similar a la del sistema Cutzamala en la capital del país.

Este conflicto del acueducto es otro revés para el proyecto integral: las obras de la presa están a poco de cumplir un año sin avance por una suspensión concedida por el Juzgado Primero de Distrito, que detuvo la construcción de la cortina cuando ésta llevaba 79.7 metros de alto (con 105 inundaría los poblados de Temaca, Acasico y Palmarejo). El conflicto es el tamaño de la cortina, pues los opositores o demandantes defienden a las tres comunidades que resultarían afectadas.

El entonces director general de la Conagua, David Korenfeld (quien dejó el cargo en abril pasado por usar indebidamente un helicóptero oficial) acudió en varias ocasiones a Guanajuato para defender esta obra como una “de las de mayor envergadura en el país”, aunque la dejó como uno de los grandes pendientes hídricos.