Jalisco | Este oficio está en extinción; quedan ocho evangelistas en el Centro Histórico Escribanos, de cartas de amor a documentos formales Ahora la gente les solicita cartas de recomendación, contratos, documentos legales y más Por: EL INFORMADOR 10 de julio de 2013 - 03:02 hs En labores. La demanda de los servicios de los escribanos o evangelistas ha disminuido. EL INFORMADOR / GUADALAJARA, JALISCO (10/JUL/2013).- Hace cuatro décadas, en la calle de Morelos del Centro tapatío, se hacían filas de mujeres con cartas que sus maridos les enviaban de Estados Unidos. Los escribanos, instalados en escritorios y con su máquina de escribir en ese lugar, abrían los sobres, les daban a las esposas los cheques que ahí mismo les enviaban y les leían el mensaje de su cónyuge. Después de una lectura cargada de nostalgia, las esposas dejaban sus cheques en las casas de cambio de la calle López Cotilla, mientras el escribano se dedicaba a la carta de respuesta; previamente se había acordado lo que contendría esa hoja de papel que viajaría hasta Estados Unidos. Esas anécdotas del oficio eran comunes hace 40 años, cuando había un mayor número de personas que no sabían leer ni escribir y cuando José Luis Partida se iniciaba como escribano o evangelista en Guadalajara. Había como 40 en ese grupo, platica, ahora quedan ocho instalados con sus escritorios en la Plaza Tapatía y sus alrededores. A partir de la llegada de la computadora las formas de comunicación cambiaron, así como las plataformas de los mensajes, y el modo de trabajo de los evangelistas también. Ahora ofrecen sus servicios no sólo con máquina de escribir, sino también en computadora. Y es que los formatos de los escritos, las correcciones ortográficas y los procesadores de texto, que son algunas de las funciones en el oficio de los evangelistas, se incluyen en las nuevas tecnologías; pero ellos ofrecen el servicio adicional de orientar a las personas en los trámites o en la características de la redacción de lo que necesitan. De hecho, José Luis Partida intentó llevar su equipo de cómputo a su sitio de trabajo, pero los permisos requerían trámites engorrosos. El oficio se acopla a las necesidades actuales La tradición cambió según la demanda, y ahora la gente les solicita documentos y cartas oficiales; de los textos personales ya se encargan el correo electrónico y el mensaje en el celular, comenta Partida. “Somos tablita de salvación”, expresa el evangelista. Y es que muchos de los requerimientos de sus clientes en la actualidad tienen que ver con textos que se necesitan al momento. Los escribanos sacan de apuros de contratos, cartas de recomendación, documentos legales y otros; además, su servicio ofrece orientación de cómo presentar estos textos formales. “La función es como una especie de secretario, hacemos todo lo que se pueda escribir a máquina. Es para personas que se les ofrece algo, o muchas veces la premura de que necesiten presentar un oficio o algo, y de aquí a que se van a su oficina”, complementa Roberto Hernández, quien tiene 35 años en esta labor, y señala que en algunas ocasiones desempeñan el papel de consejeros: “Aquí vienen algunas personas y nos dicen sus intimidades o sus problemas. Uno se da cuenta de situaciones problemáticas de la gente”. Con todo y que la demanda de los servicios de escribanos ha disminuido conforme a la proliferación de la tecnología, la actividad todavía es rentable. “Da para comer. Este jale es muy variable. No es estable, un día te puede ir bien o al otro día no; cuando menos te mantienes económicamente, para que no andes batallando en un empleo”. SABER MÁSNuevas labores Debido a los avances tecnológicos como las computadoras, tabletas y los teléfonos inteligentes, los evangelistas ofrecen servicios de textos hechos en PC, según lo pida el cliente. Las ofertas cambian con la demanda, ahora más que textos personales, les piden documentos para algún trámite en el momento. SE ACOPLAN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS, OPINA CRONISTALa meta, preservar el oficio sin esfuerzos "artificiales" Se debe cuidar el histórico oficio de escribanos, siempre y cuando no sea forzada su conservación y sí conforme a las necesidades del entorno en el que se desenvuelven, opina el notario y cronista Carlos Enrigue Zuloaga; su resguardo en los tiempos actuales no debe ser “artificial”, no porque se les pague para que se mantengan como una tradición, sino porque todavía se demanden sus servicios. “La validez del servicio depende de los clientes que tenga”, expresa el cronista. En la actuaidad existe 7% de analfabetismo, esto quiere decir que siete de cada 100 personas necesitan de alguien que se ofrezca a escribir, lo que los hace necesarios de acuerdo a las características de la población contemporánea. La particularidad intrínseca de los escribanos de ayer y hoy es su perfección por la redacción. Alrededor de la década de los 80, a las afueras del histórico Edificio Camarena, frecuentado por abogados, un evangelista del grupo que solía instalarse ahí retó en tono de camaradería a un concurso de ortografía a los abogados del sitio, narra Enrigue Zuloaga, y con sólo haber llegado a cuarto año de primaria, les ganó a todos los participantes. Él era el experto, él era el escribano. Temas Municipios Tradición Lee También Incrementan las contingencias ambientales, pese a operativos Los rituales de Año Nuevo más raros del mundo ¿Qué significa comer las 12 uvas para el Año Nuevo? Habitantes de Kiribati son los primeros en celebrar el Año Nuevo Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones