''Es una persona muy linda y humana''

MASCOTA, JALISCO (08/DIC/2011).- Entre fachadas de notable antigüedad, calles empedradas, aire puro y gente con una amplia e inamovible fe en el catolicismo, la comunidad que radica en el primer cuadro de Mascota, Jalisco, destaca, a la llegada del turista, el conocido restaurante “La Casa de Mi Abuela”, fundado en 1979 y hogar de uno de los hermanos del recién nombrado arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega.

Contrario a la profesión que ha marcado el rumbo del nuevo purpurado tapatío, Don Eulogio Robles Ortega prefirió dedicar su vida a la labor del campo en este municipio serrano, una tarea que le demanda varias horas fuera de su hogar. Su esposa, Doña Bertha Elena Sahagún, dirige el famoso comedor que toda boca recomienda. Desde ese sitio, narra asombrada, y notablemente orgullosa, el destacado puesto que ya ocupa su cuñado en el Arzobispado de Guadalajara.

“Él siempre ha sido muy linda persona; es muy humano. Viene de una familia muy bonita y muy católica”. Detiene su hablar, toma un momento y recuerda que en cuanto la radio les dio cuenta de la buena nueva, tomó el teléfono para felicitarlo personalmente. El nuevo cardenal recibió el llamado con gusto y atinó en pedirles oraciones y buenos deseos, así como él hará con la comunidad entera del pueblo que lo vio nacer.

Siendo el tercero de 16 hermanos, y con ambos padres radicando en Mascota, el cardenal José Francisco Robles siempre dedicó su vida a la labor clerical. Su familia se dice enteramente sorprendida del nombramiento, y gustosa, sobre todo, de que aquel niño que se inició como monaguillo en la iglesia del pueblo haya logrado tal ascenso en la profesión que llevó sus pasos.

“Estuvo primero en Autlán; él pertenece a otra diócesis. Después creo que estuvo en Monterrey, y ha viajado desde chico. (La noticia) nos toma de sorpresa, pero pues estamos muy contentos de que esté más cerca”.

Señala que todo el municipio de Mascota le reconoce y aprecia; su lugar de origen siempre ha mostrado un gran aliento para el prelado. “Es una dicha muy grande, sus papás (Doña Teresa Ortega y Don Francisco Robles) están muy orgullosos”.

Expone que desde pequeños, todos se han conocido, y desde entonces son tan cercanos como una misma familia, aun cuando su matrimonio con Don Eulogio viniera años más tarde.

En las calles de Mascota, tanto peatones, como dueños de negocios, reconocen a la gente que rodea al nuevo jerarca religioso como una familia de amplios principios morales.

EL DATO
Otros candidatos

Durante el proceso de sucesión de Juan Sandoval Íñiguez, otros nombres sonaron para ocupar el cargo, como Carlos Aguilar Retes, arzobispo de Tlalnepantla; Luis Chávez Botello, arzobispo de Oaxaca; Juan Gutiérrez Valencia, obispo auxiliar de Guadalajara, y Leopoldo González González y Francisco González González, obispos tapatíos.