Entrenan a equipos caninos para asalto y sometimiento de delincuentes

GUADALAJARA, JALISCO (04/JUL/2013).- Un equipo táctico con dos perros adiestrados se mueve en guardia y con cautela en terreno agreste; divisan a los dos peligrosos delincuentes armados que buscaban, uno a bordo de una camioneta, el otro vigilando a un lado, preparados para atacar. El equipo los sorprende por detrás y les advierte: "¡Tiren sus armas!", el de a pie no reacciona y dan la orden a uno de los perros, que se abalanza para someter al delincuente; un policía rompe el vidrio de la camioneta y el otro perro se introduce en el vehículo de un salto. En medio de la sorpresa, el delincuente también es desarmado y sometido. Concluye otra lección de entrenamiento.
 
Así, nuevas formas de delincuencia ameritan nuevas maneras de combatirla. Tal es uno de los argumentos del escuadrón canino de la Policía de San Pedro Tlaquepaque, que ofrece durante esta semana un curso para que elementos operativos de distintas corporaciones aprovechen las habilidades de sus perros entrenados, pero ahora, en aprehensión y sometimiento de delincuentes: "La idea de este curso es quitar tabúes, homologar entre las corporaciones el entrenamiento de nuestros agentes, no de nuestros perros", explicó Leonardo Carrillo, instructor del grupo canino de la Policía de Tlaquepaque.
 
Actualmente, los perros entrenados en el país se utilizan casi exclusivamente para la búsqueda de sustancias ilegales y explosivos; otros tantos, para disuadir a multitudes de que realicen actos agresivos. Y aunque los hay entrenados para defender a sus manejadores, prácticamente no se usan para evitar entrar en conflictos con derechos humanos o ser demandados.
 
Sin embargo,  al ser un arma no letal, pueden y deben ser usados por las corporaciones en casos extremos, explicó Carrillo, por ejemplo, en enfrentamientos con criminales o en situaciones de rehenes donde exista el riesgo muerte para los policías:
 
"Al final de cuentas, el perro es una herramienta, y como herramienta es una herramienta prescindible, y eso no le gusta a mucha gente, pero yo prefiero --se oye muy cruel-- que caiga un canino a que caiga un compañero y que se quede la familia con todas esas repercusiones, pero para eso están, entrenados para dar la vida por un compañero. No quiere decir que los vamos a exponer a que los maten, pero de que se muera un perrito a que se muera uno de nosotros, mejor". Los perros deben ser usados para interactuar con los policías cuando está en peligro su integridad, no para hacer su trabajo, aclaró.
 
El curso fue diseñado por la corporación de Tlaquepaque para inclusión en grupos especiales y asalto a células criminales; se nutre de técnicas francesas, inglesas, alemanas, estadunidenses, israelíes y brasileñas, y la urgencia es que el uso de esta herramienta, insistió Carrillo, se justifica con la violencia que se vive actualmente en el país: "Ya tiene que ser aprovechado, ya estamos teniendo una especie de terrorismo, vamos a pegarles también".
 
A este curso acudieron representantes de las policías de Guadalajara, Zapopan, Tonalá, del estado de Sinaloa, Coahuila. En un segundo curso se espera que arribe personal de Colombia y Panamá.