Enjarre, la solución en Catedral

GUADALAJARA, JALISCO (16/MAR/2014).- La Fe, Esperanza, y Caridad, caerán de lo alto de la Catedral de Guadalajara a los pies de los tapatíos; este pronóstico podría hacerse predicción en caso de que las tres estatuas que ostenta el templo en el tímpano de ingreso no sean restauradas a tiempo, dice el arquitecto perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Cuauhtémoc de Regil Fernández.

La degradación en las esculturas es sólo un ejemplo, según el restaurador, de las afecciones que provoca la contaminación a la cantera de los edificios.  “Vemos que pueden caerse encima de alguien, pero tienen un valor cultural importante”.

Otro de los factores más importantes que ha influido en el desgaste de la cantera de la Catedral fue una “moda”. Las torres y gran parte del exterior de la Catedral tenía recubrimientos o enjarres “que le daban un contexto más claro a la arquitectura”; hasta que en la década de los cincuenta del siglo pasado se le quitó esa capa. “Lo practicó una persona que no sabía de restauración que es Ignacio Díaz Morales, quien le quitó la identidad a la Catedral”.

De Regil Fernández comenta que esta “moda” promueve mostrar todas las piedras de los edificios, pero asegura que “es nociva, evidentemente ha dejado expuestos los huesos (…) Tenemos severos daños de las piedras, pero sobre todo han sido causados por procesos de desnudamiento de edificios”.

Recuerda, el problema se origina desde la aceleración de la industria en las grandes ciudades que han causado que incremente la contaminación. Advierte que el desgaste puede resultar irreversible.

Para mitigar los efectos, el arquitecto recomienda una limpieza profunda para desalojar los materiales porosos industriales, y también recuperar los recubrimientos de la arquitectura para protegerla de los contaminantes.

En el caso de las estatuas invita a sustituirlas por unas copias, “porque están tan expuestas, y en muy poco tiempo las veremos perdidas por completo (…) Y las originales se deben meter bajo techo; a resguardo para evitar una pérdida cultural lamentable”.

• Proyectos de mantenimiento, sólo en el papel

El rector de la Catedral, Arnulfo Jaime Arámbula informa que se hicieron fotografías a las zonas afectadas de las instalaciones y se mandaron al Ayuntamiento de Guadalajara, mediante el ex regidor Gabriel González Delgadillo, del Partido Nueva Alianza, a manera de petición para restaurar los desperfectos, pero “está durmiendo el sueño de los justos, no han dicho nada. Les insistí que era el tiempo que no había lluvia, el tiempo propicio de hacer los trabajos, pero no se ha visto claro”.

Agrega que en el informe estaba la enfermedad y el remedio, pero son restauraciones que no están al alcance de la Arquidiócesis tapatía.

En la última restauración de parte de las autoridades, antes de la instalación de nuevas luminarias que ahora realiza el Ayuntamiento de Guadalajara, se renovó el zoclo del frente de la Catedral y del sagrario. Actualmente se hace una reestructura de la iluminación, el cableado y los focos, “eso se ha hecho con otra partida que se tiene para mantenimiento, se preveía que estuviera listo para el 14 de febrero, pero no se ha terminado”.

PARA SABER

El proceso del daño

 El arquitecto Cuauhtémoc de Regil Fernández describe que el proceso de desgaste es así:

> La contaminación no sólo lleva consigo la producción de bióxido de carbono.

> La combinación del esmog, el agua y partículas de azufre ocasionadas por la combustión de gasolina provoca la lluvia ácida, una sustancia similar al ácido sulfúrico.

> Estos materiales porosos desgastan la cantera.