En ocho años, asegurados 55 narcolaboratorios

GUADALAJARA, JALISCO (11/MAR/2015).- Estaba completamente tecnificado. Tenía un sistema de producción automática que incluso les permitía un descanso a los gatilleros que lo resguardaban, y se encontraba a sólo una hora de Guadalajara: en el municipio de Tala.

Genaro Fausto Lozano Espinoza, entonces comandante de la XV Zona Militar, afirmó no haber visto un narcolaboratorio igual hasta ese día. Corría el mes de noviembre de 2009, el militar relata que aquella finca, en la que había alcohol y decenas de revistas de nota policíaca, era una innovación en la materia.

“Es diferente a todos los que he visto. Tiene mayor tecnología; su capacidad de producción es mayor. Ya es un concepto industrial, con lo que es evidente que están evolucionando en este aspecto”, dijo ante las grabadoras de quienes permitió acudir para dar a conocer las pipetas, matraces y destiladores que había en aquella finca, ahora abandonada y resguardada por decenas de soldados.

Un año atrás, en agosto de 2008, el actual fiscal general del Estado, Luis Carlos Nájera, hizo público el aseguramiento de uno de los narcolaboratorios “más grandes del país”. Éste se hallaba también en las proximidades de Guadalajara: en el municipio de Juanacatlán.

Pero es Tlajomulco de Zúñiga el municipio en el que más fábricas de drogas químicas han sido localizadas. Industrializados o improvisados, los laboratorios clandestinos detectados y desmantelados por la autoridad estatal en Jalisco suman 55, esto registrado en ocho años.

La Unidad de Transparencia de la Fiscalía del Estado informó que entre 2007 y 2014 la Secretaría de Seguridad Pública –Fiscalía del Estado desde marzo de 2013– encontró y destruyó más de 50 de estas fábricas de drogas, e incluso detuvo a 59 personas en 28 localidades de la Entidad, es decir, en 22% de los municipios de Jalisco.

Las drogas químicas tuvieron una etapa álgida en comercialización. En 2008 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aseguró 10 laboratorios en Jalisco, pero en los siguientes dos años siguientes la estadística nacional creció a 80 casos (40 cada 12 meses), y entre enero y noviembre de 2011 la cifra ya era de 62.

SABER MÁS
Historial de aseguramientos

2007: Seis narcolaboratorios; ocho detenidos.

2008: Cuatro narcolaboratorios; cinco detenidos.

2009: 13 narcolaboratorios; 22 detenidos.

2010: Nueve narcolaboratorios; 16 detenidos.

2011: Seis narcolaboratorios; cinco detenidos.

2012: Siete narcolaboratorios; sin detenidos.

2013: Cinco narcolaboratorios; sin detenidos.

2014: Cinco narcolaboratorios; tres detenidos

LA VOZ DEL EXPERTO
Afecta en poco a la producción

Fernando Espinoza de los Monteros (especialista en temas de seguridad por la Universidad de Guadalajara)

La cantidad de narcolaboratorios asegurados en Jalisco es menor a la de hace años, pero eso no significa que la producción de droga haya reducido.

El especialista en temas de seguridad por la Universidad de Guadalajara (UdeG), Fernando Espinoza de los Monteros estima que eso sólo significa que hay un mayor control “político, económico y social” de la delincuencia organizada.

“Si el país que consume 70% de la demanda global de drogas es Estados Unidos, y la puerta fundamental de acceso es México, sería iluso pensar que hay o se produce menos droga”.

El año pasado la Fiscalía detectó cinco narcolaboratorios y arrestó a tres personas. Un fenómeno que, de acuerdo con el experto, tiene coherencia por una caída en el precio de las drogas de diseño en Estados Unidos.

Pero “el crimen organizado es una empresa criminal que busca explotar los delitos que dejen dinero. Y obviamente el narcotráfico, como el robo de autos, la extorsión, el robo de combustible y el secuestro, son industrias que el crimen organizado ha acaparado”.

Agrega que “los laboratorios no se acaban, y eso es claro. Porque aunque para la cocaína se exige mucha mejor calidad para que llegue al mercado, es cierto que se sigue cocinando, cortando. ¿Y dónde se procesa? Pues en México”.

El experto advierte también que la ubicación geográfica de Tlajomulco es fundamental para la instalación de narcolaboratorios, dada su proximidad con la Carretera a Morelia, que enlaza a las costas y al Aeropuerto Metropolitano.