Viernes, 22 de Noviembre 2024
Jalisco | La ciudad y los días por Juan Palomar Verea

En defensa de los árboles

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Por: EL INFORMADOR

Año con año viene siendo lo mismo. En previsión de la temporada de aguas se sacrifica una cantidad importante de las ramas y los follajes de la ciudad para evitar daños a los tendidos aéreos de energía eléctrica. Los costos e inconvenientes de tal conflicto son muy altos.

La biomasa forestal es un elemento fundamental para el equilibrio ambiental de un entorno. En la ciudad, casi por definición, vivimos en un estado permanente de desequilibrio en este aspecto. Todos los habitantes de la urbe estamos sujetos a una contaminación atmosférica que atenta gravemente contra la salud de la población.
Cualquier factor que contribuya a combatir ese desequilibrio es vital. Y un factor determinante es la citada biomasa.

Porque es claro que el servicio ambiental de un árbol completo y bien desarrollado no tiene nada que ver con el del mismo árbol mutilado para dar paso libre a un tendido de cables. Recordemos que los follajes proporcionan limpieza del aire, sombra cada vez más urgente, disminución de temperaturas, barrera contra ruidos y polvos y algo igualmente importante: una imagen urbana ordenada, armoniosa y coherente. Por cada árbol cercenado por el conflicto con las redes aéreas la comunidad pierde en todos los renglones apuntados.

Es indudable que se debe garantizar el fluido eléctrico y evitar accidentes, objetivo que busca la Comisión Federal de Electricidad con los programas de podas que se efectúan cada año. Sin embargo, es necesario analizar el método para lograr lo anterior. Afortunadamente, de un tiempo a esta parte se procura que los tendidos eléctricos se realicen mediante canalizaciones subterráneas. Aunque este método signifique un mayor costo inicial, éste es ampliamente amortizable por el ahorro en mantenimiento y conservación de las redes y el incremento de la seguridad, además del ahorro en el costo de los trabajos de poda. A esto habría que añadir el alto monto, no por intangible menos real (al no ser contabilizado actualmente), de todos los beneficios de la biomasa conservada al dejar de podar año con año el arbolado urbano.

Desde hace tiempo se viene pidiendo la instauración por parte de la CFE y las autoridades pertinentes de un programa de canalización subterránea del tendido eléctrico en la ciudad. Por supuesto que habría que jerarquizar las vialidades en que dicho programa se llevara a cabo, e ir avanzando gradualmente. La salvaguarda del inapreciable arbolado urbano y la promoción de la imagen urbana se verían altamente beneficiadas. Y también la eficiencia y seguridad de las redes eléctricas.

Claro que es más fácil seguir con el método actual. Sin embargo, es indispensable tener claro que la salud urbana, en términos integrales, debe ser atendida. Y los árboles son actores insustituibles para buscar esa salud.

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