En Tecalitlán reclaman vigilancia del Ejército

- Delincuencia ahuyenta inversión económica en Tecalitlán

TECALITLÁN, JALISCO (19/DIC/2010).- Ante las limitaciones que enfrentan los elementos policiacos del Gobierno de Jalisco para vigilar y combatir al crimen organizado y narcotráfico en la zona fronteriza con Michoacán, el presidente municipal de Tecalitlán, Rogelio Llamas Rojo, pide la intervención del Ejército Mexicano para que aplique una actividad permanente de patrullaje y con ello superar la psicosis que afecta a los habitantes de este municipio y a otros que viven en los linderos con territorio michoacano.

El alcalde refiere que el reciente suceso de la balacera en las fiestas guadalupanas (el pasado 11 de diciembre se enfrentaron dos grupos armados en pleno evento religioso, en la plaza principal; el saldo oficial fue de 13 muertos y 22 heridos) ha sido el hecho que obligó a pedir la intervención militar ante un escenario de incertidumbre por el acoso de los delincuentes, lo que se ha agudizado en los meses recientes.

Indica Llamas Rojo que si bien hay operativos de vigilancia aplicados por elementos de la Secretaría estatal de Seguridad Pública, no tienen carácter permanente.

Precisa que sobre este tema, el gobernador Emilio González le ha comunicado que se dispone de 500 efectivos para rotarlos en el patrullaje en todo el territorio estatal y de otros 300 que están permanentemente en la zona conurbada tapatía, por lo que esta situación lo orilla a pedir que el personal  castrense acuda a vigilar y restablezca la confianza de la población en las autoridades, ya que la incertidumbre los impacta además, en la fuga de inversiones en la zona.

En relación con la inseguridad regional, el secretario estatal de Seguridad, Luis Carlos Nájera Gutiérrez, sostiene que su personal hace esfuerzos notables por mantener los trabajos de patrullaje y combate a los grupos armados que incursionan en los municipios colindantes con Michoacán, pero que el personal no es suficiente, fenómeno que se suma a la pobre preparación y equipamiento de las policías municipales que en los hechos más peligrosos, sencillamente no colabora y deja solos a los policías estatales para enfrentarse a los delincuentes.