Empeora calidad de viviendas en Jalisco

GUADALAJARA, JALISCO (12/AGO/2013).- En Jalisco fallaron los programas gubernamentales para mejorar la calidad y espacios de viviendas en zonas marginadas. Las pequeñas casas construidas con materiales de ladrillo, adobe, lámina, madera y pisos de tierra se incrementaron en municipios de la Región Norte y del Área Metropolitana de Guadalajara, principalmente.

Mezquitic es el ejemplo en el Norte: tiene los porcentajes más altos de pobreza y arrastra un bajo Índice de Desarrollo Humano que se compara con localidades del África subsahariana. Más de la mitad de la población no tiene agua entubada, drenaje ni energía eléctrica; cuatro de cada 10 habitan casas con piso de tierra. Por eso es considerado como uno de los cinco municipios jaliscienses en la Cruzada Nacional contra el Hambre y será visitado la próxima semana por el Presidente. Otra vez existe la promesa de reducir la miseria en la zona.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) actualiza que uno de cada 10 jaliscienses no tiene acceso a servicios básicos; otro porcentaje similar padece carencias en calidad y espacios de sus viviendas. Este último indicador es negativo y “muestra el incremento más significativo” en 2010-2012.

La zona limítrofe de Tonalá y El Salto es la referencia de esas carencias en la metrópoli. Decenas de familias viven en pequeñas casas con pisos de tierra y no tienen servicios básicos como drenaje y calles pavimentadas; varias viviendas ni siquiera están conectadas a la red de agua.

“Los políticos nunca cumplen con ayudarnos”, se queja don Rubén Castañeda mientras observa a seis de sus nietos jugar entre la tierra. Los vecinos están acostumbrados al fuerte olor del basurero Los Laureles. “Ni siquiera nos han apoyado con cemento para echarle a los cuartitos y patios de nuestras casas; hace como cuatro años nomás apoyaron a unos cuantos con materiales”. Habla de “nuestras casas” porque tiene 19 hijos en colonias de Tonalá y El Salto. “Los hombres trabajan, pero los salarios de 700 o mil pesos semanales apenas alcanzan para mantener a la familia”.