Domingo, 24 de Noviembre 2024
Jalisco | Polémica por origen de recursos para el mantenimiento

El tiempo y el túnel de Hidalgo dañan estructura de la Catedral

Las vibraciones constantes por el paso de autos dañan la estructura, sostienen especialistas de la Iglesia, mientras autoridades federales lo niegan

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- El emblemático edificio religioso que identifica internacionalmente a Guadalajara y Jalisco, es motivo de polémica entre la Arquidiócesis de Guadalajara y especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pues en la Comisión de Arte Sacro de la Iglesia tapatía se sostiene que las vibraciones constantes de los vehículos que circulan por el túnel que corre bajo la avenida Hidalgo están dañando la estructura del edificio y de la torre del lado Norte, que colinda justo con esta vialidad.

De hecho, según confirmó el presbítero Alberto Ruiz Pérez, arquitecto y miembro de esta comisión diocesana, actualmente se están haciendo reparaciones en la Cúpula del Presbiterio de la Catedral (ver foto), que aunque son menores “sí forman parte de un mantenimiento constante que debe darse al edificio”, mismo que además de verse afectado por la acción del hombre, también sufre el desgaste natural del tiempo y el clima.

El sacerdote precisó que la Catedral “está en buen estado”, pero por su antigüedad necesita “trabajos de restauración, no de albañilería”, que son tres veces más costosos de lo normal y exigen “mano de obra experta”, además de la asesoría constante de un perito arquitecto.

En este sentido, precisó que los costos “son altos y van más allá de tres mil pesos semanales”, pero todos los está costeando la Arquidiócesis tapatía.

Sin embargo, tras consultarse a un arquitecto y también perito al servicio del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Cuauhtémoc de Regil, éste afirmó que la Iglesia Católica no aporta ningún recurso para el mantenimiento constante de la Catedral Metropolitana.

Más aún, aseveró que con la aceptación de la Secretaría estatal de Cultura, se practican acciones de las que no se da información al INAH, y “muchas las hemos tenido que parar”.

La última ocasión en que las autoridades de la Iglesia Católica en Guadalajara informaron de daños considerables en la estructura de la Catedral Metropolitana --el edificio que internacionalmente representa a Guadalajara y a Jalisco-- fue justo después del sismo ocurrido en enero del año 2003. En aquellos días, se daba a conocer que la más importante de las iglesias católicas tenía daños considerables en las pechinas, además de en una de sus cúpulas.

Desde entonces, se insistía también, por parte del obispo José Trinidad González Rodríguez, en que la torre del lado Norte de la Catedral, es decir la que coincide con el cruce de las avenidas Hidalgo y Alcalde, estaba desprendiéndose por las constantes vibraciones o microsismos provocados por el constante paso de los vehículos en el túnel que inicia metros atrás en la misma avenida Hidalgo, junto al Mercado Corona.

De aquellos días, también, llegan hasta ahora las confrontaciones verbales entre el clero y el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el sentido de que los recursos económicos oficiales para el constante mantenimiento para el emblemático templo son escasos, y la mayor parte debe ser sufragada por la Iglesia misma.

Sin embargo, en el INAH se rechaza esta versión.

En días pasados, este medio constató la presencia de albañiles en una de las cúpulas de la Catedral Metropolitana y se efectuó una entrevista con uno de los sacerdotes que, con estudios universitarios de Arquitectura, es miembros de la Comisión de Arte Sacro, la misma que en la estructura eclesiástica, se responsabiliza de todos los edificios religiosos.

El presbítero Alberto Ruiz Pérez atendió a EL INFORMADOR y refirió que “en la Cúpula del Presbiterio de la Catedral se ha estado haciendo mantenimiento, porque presenta daños menores, pero después se va a hacer una intervención de mayor profundidad; actualmente hay algunas grietas pequeñas y es necesario retirar ladrillo y hacer el trabajo de restauración, antes de volverlo a colocar”, anotó, al tiempo que insistió en que la cúpula “sólo tiene daños menores”.

Agregó: “Es una estructura que requiere mantenimiento; es un proceso natural. Hace algún tiempo se hizo parte de ese trabajo, pero fue solamente en la mitad de la cúpula. De eso hace seis años, y ya se requiere una nueva intervención”.

Subrayó que los trabajos “se pagan con dinero del Arzobispado”, aunque no pudo precisar cuál es el costo anual que invierte la Iglesia tapatía en el mantenimiento de la Catedral”. Aunque sí comentó que “para esto siempre hay un arquitecto residente y dos o tres albañiles que siempre están trabajando, bajo la supervisión de nosotros, la Comisión de Arte Sacro”.

De acuerdo con el presbítero Ruiz Pérez, después del sismo de enero de 2003, la Catedral ya fue totalmente restaurada en los daños mayores, y “solamente restan humedades que se pueden percibir a consecuencia de aquello. Ya están subsanadas, y las grietas que ahora existen son consecuencia de las vibraciones del túnel vehicular que obviamente van afectando la estructura de la Catedral”.

En un recorrido dentro del complejo catedralicio, efectivamente se aprecian a simple vista numerosas grietas, que la Comisión de Arte Sacro atribuye a los microsismos constantes del túnel de avenida Hidalgo.

Pese a todo, el presbítero Alberto Ruiz consideró que “la Catedral, para ser un edificio tan antiguo, se encuentra en buen estado, pero para preveer en el futuro cosas que pudieran ser digamos, riesgosas, sí es necesario no solamente la intervención de mantenimiento, sino otras de carácter más profundo, como en las grietas pequeñas retirar material que recubre la cúpula e inyectar las grietas para después recubrirlas.
Está en buen estado --insistió--, pero el peinetón (en la cara principal del edificio) y las torres sí requieren de un mantenimiento y en un futuro inmediato una intervención mayor para prevenir riesgos”.

-- ¿Cuáles son las principales fuentes de daño para la Catedral?

-- El tiempo, la acción del viento y la lluvia, pero además, las vibraciones del túnel vehicular.

Restauración, no mantenimiento

El sacerdote y arquitecto ofreció una perspectiva del costo y los trabajos que deben realizarse en edificios como la Catedral Metropolitana, y anotó que “en esta situación se encuentran muchas de las iglesias de la ciudad”.

Una obra de restauración “siempre es mucho más costosa que una obra nueva”, comentó, al insistir en que la Catedral no es atendida con “reparaciones”, sino con “restauraciones”, y éstas “cuestan fácilmente entre dos mil 500 y tres mil pesos en una semana. En una restauración esta cantidad se duplica porque requiere trámites, materiales especializados y mano de  obra especializada, además de la asesoría de un perito”.

Comentó que las técnicas de restauración “son antiguas y se tiene que intervenir de esa manera, con las técnicas ancestrales u originales, las mismas que se utilizaron para la construcción de la Catedral. Hay albañiles cualificados que hacen esos trabajos, y aunque algunos compañeros sacerdotes se lamentan por los costos, que son similares en las iglesias antiguas, es la manera correcta de proceder”.

Una antigua Catedral

La construcción del edificio que ahora reconocemos como el más representativo de Guadalajara y de Jalisco, inició alrededor de 1560 y tomó más de 50 años su conclusión.

Las torres actuales no son las originales porque las antiguas fuero destruidas por el terremoto del año 1818.

Las nuevas y características torres, identificadas como “los alcatraces al revés”, se levantaron bajo la dirección del arquitecto Manuel Gómez Ibarra en 1854.

Este mismo arquitecto fue quien diseñó el hermoso y famoso Panteón de Belén, que se ubica casi en la confluencia de las calles Jesús García y Belén.

La cúpula de Catedral

“…A la fecha, hace ya largo tiempo que bajo esa cúpula se dio lugar al coro de los capitulares y beneficiados. Por fuera es bella, mayor que la que hace poco existía, pero casi siguió su estilo. No le dieron tambor bien marcado como las de otro género, aunque no carece de cierta faja que da cabida a ocho claraboyas elípticas en sentido horizontal. Tiene, sobre esta faja, el casco revestido de azulejos, con figuras de buen gusto formadas por colores alternados, dominando el amarillo”.

Fragmento extraído del libro:

“La Catedral de Guadalajara”, de Luis R. de Palacio, editado por Artes Gráficas, en Guadalajara, en el año 1948.

Cronología

10 de mayo de 1560

Guadalajara se convierte en la capital de la Nueva Galicia, en sustitución de Compostela, que se encontraba en Nayarit.

18 de mayo de 1561
 
El Cabildo eclesiástico de Guadalajara decidió comenzar a construir la primera Catedral tapatía, con la aprobación del rey Felipe II de España.

31 de julio de 1565

El obispo Fray Pedro de Ayala colocó la primera piedra de la segunda Catedral de Guadalajara, edificada bajo la dirección de Alonso de Ruvalcaba.

19 de Febrero de 1618

Termina la construcción del edificio y se dedicó bajo el título de La Asunción de Nuestra Señora.

31 de mayo de 1818

La ciudad fue azotada por un fuerte temblor, el cual provocó que se derrumbaran las antiguas torres de piedra de la Catedral.

30 de julio de 1851

El arquitecto Manuel Gómez Ibarra comenzó la construcción de las actuales torres de la Catedral, por orden del obispo de Guadalajara, Diego Aranda y Carpinteiro.

15 de julio de 1854

Gómez Ibarra concluyó las torres que actualmente luce el inmueble.


Fuente: http://www.jalisco.gob.mx


“Debe invertir la Iglesia”: INAH

En la Catedral de Guadalajara no existe ningún riesgo por problemas estructurales, pero sí requiere mantenimiento, consideró Cuauhtémoc de Regil, arquitecto perito del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Jalisco.

En medio de la polémica por el financiamiento de los trabajos de restauración, el experto anotó que “(la Iglesia Católica) es una ‘sucursal bancaria’, que recibe mucho dinero, pero no le invierte en limpiar, arreglar, barnizar, pulir… no hace nada y a ellos también les toca, porque les están prestando la casa (la finca es propiedad federal) y están obligados a mantenerla. Si de ahí sacan lana, ¿por qué no le meten dinero?”.

Explica que sí es válido que el Gobierno federal invierta en este tipo de monumentos, porque son una obra de arte arquitectónica, sin embargo, debe ser en conjunto con recursos del clero, y “éste debe responsabilizarse”.

Afirmó que el tipo de mantenimiento que requiere la Catedral es pintura, limpieza, monitoreo de fracturas, control de humedad; un monumento con esta altura necesita una revisión y un reporte anual de qué problemas tiene, pero generalmente no lo hacen y luego pasa como en el 2004, que se les cayó un pedazo de portada”.
En cuanto al presupuesto que contempla este año la Secretaría estatal de Cultura para restaurar el monumento histórico, Cuauhtémoc de Regil explica que no han solicitado permiso al INAH.

“No sabemos nada, nos hemos enterado por la prensa que van a hacer obras, pero nada más. Es lo mismo que están haciendo con otros proyectos, no nos informan y ya les hemos tenido que parar un par de obras. Y tenemos que ser claros: necesitan nuestro permiso para intervenir la Catedral”.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones