Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | Cuatro grupos cobran uso de suelo a comerciantes ambulantes

''El baje es de hasta 150 pesos''

Tras los asesinatos en el edificio de la FEG, aumenta el interés de vendedores por regularizarse

Por: EL INFORMADOR

Ambulantes pagan una cuota para vender sus productos, principalmente en plazas o andadores.  /

Ambulantes pagan una cuota para vender sus productos, principalmente en plazas o andadores. /

GUADALAJARA, JALISCO (25/ENE/2012).- “Nosotros cobramos 10 ó 15 pesos, pero es para comprar escobas porque nosotros barremos nuestro espacio”, dicen unos; “aquí el ‘baje’ era de 150 pesos cada lunes sólo por dejarnos vender, pero desde que salieron los cadáveres (en el edificio de la FEG) ya nos estamos regularizando”, aseguran otros;  “nosotros no le pagamos al Ayuntamiento ni a la FEG, sólo nos reportamos con los muchachos de la UdeG”, dicen los últimos. Todos son  comerciantes ambulantes, que ofertan productos en diversos puntos de la ciudad.

Son las voces de la extorsión, de vendedores callejeros que no pagan impuestos, pero sí deben “reportarse” para obtener permisos y vender. Dan dinero a quienes les garanticen un espacio para ofrecer sus mercancías. Esta es la historia de un bussines sin regulación. Es una muestra que comprende a seis grupos dedicados al comercio en la vía pública, entre los cientos que operan en la zona metropolitana.

Cada uno de los gremios de comerciantes callejeros tiene sus respectivos “protectores”, que pueden ser desde inspectores municipales hasta algún grupo estudiantil.

Un ejemplo, son los comerciantes del Tianguis Cultural, que no tienen un lugar establecido. Ellos “se reportan con una lana con los inspectores y así se evitan problemas”, afirma uno de los vendedores que sí paga para que su local se pueda instalar todos los sábados en la Plaza Juárez.

Es uno de los que aceptan hablar, pero no dice su nombre porque tiene miedo a que le quiten su lugar de trabajo.

“El sábado, desde la madrugada, ves llegar a muchos comerciantes que no son los responsables del espacio, y ya tuvimos broncas fuertes porque los inspectores se hacen sordos; como luego luego van y se reportan con dinero, pues el billetito habla”, cuenta.

Los sabatinos de Plaza Juárez no son los únicos: durante las tardes, después de las 18:00 horas, el corredor de la Calzada Independencia se vuelve un tianguis por las banquetas en pleno Centro Histórico de Guadalajara. Es a ellos a quienes se les consulta, pero primero hablan y luego afirman que no quieren decir su nombre frente a grabadora. Tienen miedo. Afirman tener como líder a Salvador Cabrera, al que le confían todo por unos pesos.

“Sólo sabemos que tiene trato con el ‘Chino’ López, y hace poco tuvimos que ir al informe de Aristóteles en el Teatro Diana”.

Los artesanos reubicados del Callejón del Diablo y otros personajes que se han manifestado últimamente en contra de las políticas públicas del Ayuntamiento tapatío lo confirmaron tiempo después: los comerciantes de la Calzada Independencia y todos los que se ubican sobre la Avenida Javier Mina, desde Belisario Domínguez hasta la Zona Centro, conforman el grupo de choque que, aseguran, es protegido por un funcionario del Ayuntamiento de Guadalajara.

“Nosotros vimos que eran los mismos que le pegaron a los vecinos (de la Colonia Americana, en la sesión en que se aprobaron los planes parciales de desarrollo urbano de cinco distritos de Guadalajara) que fueron a reclamar los cambios en el uso de suelos (14 de diciembre de 2011)”.

Pero ellos no son todos. El grupo de artesanos también tiene sus líderes, a quien hay que pagarles cinco ó 10 pesos diarios. Sólo que ellos mismos lo confiesan. Crendo Cortés es uno de los que conforman el grupo con otro par de personas.

Cortés afirma que ellos como agrupación les cobran “una aportación voluntaria” para comprar escobas y recogedores porque son ellos mismos quienes asean su espacio.

“Nosotros le damos la oportunidad a los indígenas de diferentes etnias, pero desde el principio les decimos que no son dueños de su lugar, no lo pueden vender ni cambiar sino (que) es de todo el grupo”.

Según la lógica en que se maneja esta agrupación de artesanos, debe haber sólo dos familias de cada etnia (hoy tienen casi 150 personas agremiadas en seis etnias), y el único requisito para estar dentro es hacer artesanía “con las manos, cuidando de no romper las costumbres de los demás”.

Los lugares que se reparten entre ellos son diferentes rincones del primer cuadro de la ciudad, sin tener nada delimitado. Un día después, se vuelven a repartir los espacios.

“Si tú le enseñas a esas personas que ese lugar es un espacio público, de todos, no lo van a poder vender… entonces le estás diciendo que no puede haber nadie que te corrompa porque mañana te toca otro sitio”.

Horarios de oficina

Todos los días se completa la sentencia que dice que el comercio ambulante es como una regla matemática: su auge es directamente proporcional a los horarios de oficina.

En punto de las 18:00 horas, hora que marca la salida de los inspectores, el Centro tapatío es un tianguis en cada esquina.

Basta darse una vuelta por la calle Santa Mónica, Zaragoza, el andador y los portales de Morelos o la Plaza de la Liberación, y entonces se sabrá que para el comercio informal no hay horarios, sólo posibilidades potenciales.

Pero no sólo el Centro de Guadalajara es así: en los puestos localizados a las afueras del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), donde se vende comida, aguas frescas de sabores y dulces, tampoco hay orden. No tienen licencias del Ayuntamiento de Zapopan ni permisos de salubridad.

Uno de ellos dice que “nosotros les pagamos a los muchachos de aquí de la UdeG”, pero el rector del CUCEA, Tonatiuh Bravo Padilla, lo desmiente y habla en entrevista que, en 10 años, ellos como institución les han regalado luz y agua sin ningún peso a cambio, “lo único que yo sé es que estaban agremiados a un partido político, pero desconocía que no tuvieran permisos con el Ayuntamiento. Lo que sí te puedo asegurar es que con nosotros no tienen ninguna relación comercial sino de colaboración”.

Y es que, dice, “son comercios necesarios para solventar la demanda de los casi 14 mil estudiantes de esta escuela”

El presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), Marco Antonio Núñez Becerra, afirma que desconoce que se esté repitiendo este tema en otros centros universitarios diferentes al Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades; repite por enésima vez que ellos como organización no tienen esa política, pero afirma: “No dudo que alguien esté pidiendo dinero a mi nombre o a nombre de la organización que me honro en presidir”.

El alivio

La historia ya es conocida: después de que este diario documentó que la FEG cobraba 150 pesos semanales a los comerciantes localizados alrededor de la escuela de La Normal y del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), y luego de que se encontraron cinco cadáveres en terrenos del edificio de la organización estudiantil, los comerciantes consultados siguen sin dar nombres porque temen que vuelvan los fegistas. Aunque su semblante en el rostro es otro: ellos decidieron ir a regularizar su situación en el Ayuntamiento, a sacar permisos y “estar bien” con el Gobierno.

“Mi Carlos ya anda allá en el Ayuntamiento; nunca pensamos que iba a salir más barato que lo que pagábamos, pero nos ganaba el miedo”, revela una de las señoras que venden tacos sobre la Avenida Guanajuato, a escasos metros del edificio que albergaba a la organización estudiantil.

Afectaciones de la actividad informal
Caen 30% las ventas


El auge en el comercio informal en el último trienio ha mermado las ventas de los comerciantes agremiados a la Cámara Nacional de Comercio, de tal manera que en el último periodo decembrino las ventas llegaron a bajar hasta 30% en las zonas donde más proliferan los vendedores ambulantes, señala Juan Carlos Anguiano, delegado de la Cámara de Comercio en el Centro Histórico.

“2011 no fue un buen año, según nuestro sondeo tuvimos descenso en las ventas entre 5% y 15% en promedio, en comparación con 2010. Sobre todo en artículos en electrónica, libros, audio, video, artículos religiosos y accesorios, pero en el primer cuadro (de la ciudad) y en la Zona de Obregón es donde tenemos bajas más considerables, de hasta 30% en ese espacio. Y los comerciantes comentan que el año pasado, particularmente, se vieron afectados en mayor medida por el comercio ambulante”.

Según Anguiano, el Ayuntamiento está al pendiente de los reportes que hacen, pero no han sido eficientes los operativos en las zonas. Y aunque no acusa ni puede ubicar a líderes que pudieran corromper a los inspectores, lo que es cierto es que tienen localizadas las calles donde más se presta a la permisividad del ambulantaje.

FRASES

"
(En diciembre) el ambulantaje se salió de control, sobre todo en las calles como Santa Mónica, Obregón, Morelos, Colón y Calzada Independencia "
Juan Carlos Anguiano,

delegado de la Cámara de Comercio en el Centro Histórico.

"No dudo que alguien esté pidiendo dinero a mi nombre o a nombre de la organización que me honro en presidir "
Marco Antonio Núñez,

titular de la FEU.

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