El Hospitalito cumple un año a la mitad de su capacidad

ZAPOPAN, JALISCO (04/ABR/2013).- El Hospitalito de Zapopan solía atender más de mil 200 partos y cesáreas por año. Era así antes de que comenzaran las largas jornadas de trabajos de remodelación del inmueble y los servicios tuvieran que hacinarse en un espacio pequeño.

Los servicios, tanto de cirugías como de consultas, se redujeron 50% por causa de la rehabilitación y la construcción de la nueva área del nosocomio, que inició desde hace dos años.

El director de Servicios Médicos Municipales de Zapopan, Sergio Quintero Hernández, reconoce la problemática de disminución en las atenciones en el Hospital General del municipio y que el lugar en donde se atiende a la gente no es el idóneo.

“Desde que se cambiaron las instalaciones hemos bajado nuestra atención médica, en el sentido de que no es con la velocidad que uno quisiera, no le damos respuesta a la gente; le pedimos paciencia, le reconocemos que no es el lugar adecuado para estar ejerciendo, tenemos la consulta algo saturada por los espacios”.

El Hospitalito cuenta con sólo un quirófano, por lo que no se puede dar respuesta necesaria a las cirugías que demandan los pacientes, lo que conlleva que sean derivados a otras instituciones como el Hospital General de Occidente (HGO) y los Hospitales Civiles de Guadalajara, en donde encontrar un lugar tampoco es seguro.

De cada 10 pacientes que llegan al Hospitalito, cuatro son derivados a otros nosocomios para que sean atendidos, comentó Quintero Hernández.

En cuanto al equipamiento requerido para la nueva área del hospital, donde se planea tener tres quirófanos, el médico apuntó que ya se están haciendo gestiones con fundaciones para recibir donaciones de aparatos. También se solicitó al Seguro Popular federal un apoyo para la compra del equipo, valuado en alrededor de 50 millones de pesos.

ADEMÁS DEL EQUIPAMIENTO, OTRAS TAREAS QUEDARÁN PENDIENTES
La constructora termina en mayo, pero faltarán “detalles”

La empresa Obras y Comercialización de la Construcción, S.A., de C.V., que desde marzo del año pasado es la encargada de las obras de remodelación del Hospital General de Zapopan, el Hospitalito, asegura que los trabajos que le corresponden estarán listos en mayo. No obstante, la compañía, señalada por el propio alcalde zapopano, Héctor Robles Peiro, como responsable del retraso de varios meses en estas labores, recuerda que el nosocomio todavía requerirá otras intervenciones que ya no le corresponden porque no están en su contrato.

Lo que faltaría, y que no está dentro del contrato del Gobierno con la empresa, son trabajos en madera, instalación de elevadores y pisos, entre otras cosas, sin contar el equipamiento médico.

La constructora firmó un contrato con el Gobierno municipal por cerca de 40 millones de pesos. Jaime Rodríguez López,  presidente de la compañía, informó que el monto es el necesario para terminar con lo que marca su contrato y piensan entregar la obra a mediados de mayo, fecha en que terminarían los trabajos pactados en la licitación.

Después hará falta que se licite la realización de los detalles faltantes, pero eso lo tendrá que decidir el propio Ayuntamiento, ya que esa parte no le compete a la empresa: “Obviamente, van a faltar algunos conceptos de obra que tienen que licitarlo y conseguir los recursos y, si ya los tienen, meterlos y terminarlos, serían unos 15 millones de pesos más”.

Actualmente, cuatro empleados de la constructora trabajan 12 horas diarias, según Rodríguez López. Y las obras en las que se trabaja son de albañilería, como en plafones, aluminio, cristal y pintura especial de hospital.

CRÓNICA
Hospital de película

Una vez al mes, Ramón Sandoval se levanta a las cinco de la mañana, toma la ruta del camión 101, se baja en Plaza del Sol y ahí toma la ruta 24 hasta el Centro de Zapopan. Vive en Lomas de La Primavera y su recorrido dura cerca de dos horas. Hace todo esto porque cada mes tiene que ver a su médico en el Hospitalito, en donde lo revisa de la diabetes y la hipertensión que padece. Con él va su esposa, a quien también se le sube la presión e igualmente tiene exámenes mensuales.

Son dos personas de la tercera edad que saben que, cuando les toca ir al Hospitalito, deben declarar la mañana perdida.

Aunque lleguen a las siete de la mañana y tomen una ficha, no escuchan su nombre para pasar a consulta sino hasta después de cuatro horas.

“Tengo mucho tiempo viniendo aquí, porque somos afiliados al Seguro Popular; antes hacíamos cita y pasábamos más rápido. Ahora hay demasiada gente, y aunque lleguemos temprano, todo es más lento”.

La esposa de Raymundo Orozco tiene dos meses de embarazo. Una noche comenzó con sangrados anormales que los preocuparon y decidieron ir al “Hospitalito” para verificar que todo estuviera bien.

Más tardaron en llegar, desde Santa Lucía al nosocomio, que en recibir la noticia de que había amenaza de aborto y ser derivados al Hospital General de Occidente, mejor conocido como Zoquipan, perteneciente a la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ). Pero allí tampoco los atendieron; les dijeron que necesitaban sacar cita y que en la noche no hacían ecosonogramas.

Al día siguiente, la pareja regresó al Hospitalito, en donde le hicieron un ecosonograma a la joven embarazada después de que estuvieron esperando cuatro horas.

El periplo no terminó allí. Después de los exámenes hay que obtener un diagnóstico. Pero les dijeron que volvieran más tarde porque el médico no estaba disponible para interpretar el documento médico.

Cabizbajos, a Raymundo y su esposa no les quedó más que salir del hospital para hacer tiempo. “Apenas ahorita le sacaron su eco, ¿usted cree?”, lamentó él. “Llegamos desde temprano y ella trae todavía dolor. A ver qué nos dicen”.

Las historias de atenciones tardías, derivaciones a otros hospitales y saturación de servicios son comunes desde hace meses, comenta una enfermera del Hospitalito, quien prefirió omitir su nombre.

“Aquí nomás no se ve que trabajen en la obra, nunca hay gente, todo se ve por ningún lado; dicen que en mayo abren, pero lo dudo. Yo digo que es un hospital de película, porque por fuera todo aparenta que es real y adentro es pura utilería”.